Cuando la madrugada se asomó sobre la Batalla de Hogwarts, Draco Malfoy decidió traicionar a Lord Voldemort. Y al final de la contienda, aquel mortifago salvó la vida de la máxima heroína del mundo mágico; Hermione Granger.
Harry Potter ganó, la gue...
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— El castillo del Dragón pertenecía a los Malfoy.
La ira que Hermione sentía se disipó rápidamente al procesar esa información. Bajó la vista a la daga que sostenía contra Draco y aflojó el agarre de inmediato. Se dejó llevar por todas las sospechas que surgieron en el momento en que lo vio salir del castillo. Aunque el pensamiento que dominaba toda su rabia era haber creído que él intentaba manipularla, enamorarla, para evitar que ella lo delatara.
Su furia irradiaba desde lo más profundo de su corazón, pues él había logrado su objetivo al hacer que se quedara con él durante la noche, en lugar de ir a denunciarlo con Percy.
Lo peor de todo, para ella, era que jamás planeó hacerlo. Se despertó mucho antes que él y estuvo debatiéndose entre llevarlo ante el Ministerio o quedarse acostada sobre su pecho. Eligió quedarse por respuestas, aun con un mal presentimiento sobre la situación.
Draco respiró aliviado cuando ella se apartó y lanzó la daga al suelo.
— ¡Explícate! —Hermione tomó su varita de la mesa y apuntó hacia él.
— Por Merlín, Granger, deja de amenazarme —levantó las manos mostrándose inocente—. Baja eso.
— Cruci...
— Espera, espera —Draco sonrió divertido viendo la seriedad que tenía plasmada en el rostro. Tomó un respiro antes de proceder con su explicación—. Este castillo ha pertenecido a mi familia durante generaciones, venía aquí seguido cuando era pequeño.
— Bien —Hermione bajó la varita y cruzó los brazos dispuesta a escucharlo—. Continúa.
— Las puertas estaban cerradas el resto del tiempo que pasáramos aquí. La única forma de salir era mediante la fuente del Dragón y solo mi padre podía hacerlo —Draco paseó su vista por la biblioteca, como si estuviera pensando en las palabras adecuadas para usar—. Utilizaba un extraño ritual que pocas veces lo vi hacer.
— Si el castillo tenía tantas protecciones como ahora, supongo que había un gran peligro alrededor —señaló Hermione entrecerrando los ojos.
— Los Malfoy tenían la creencia de que en esta isla habitaba una criatura peligrosa, cuentan que mató a muchos de nosotros en siglos pasados —levantó los hombros como restándole importancia—. Mi padre era demasiado supersticioso y se protegía constantemente de las represalias que Voldemort podía tomar en su contra, siendo él de los primeros que negaron ser parte de su secta.
— Se escondían en este castillo —dedujo Hermione con curiosidad, el rubio asintió—. Pero la ruta a esta isla tiene un tiempo mínimo de tres días, era un viaje peligroso y demasiado largo si huía —otra vez su rostro se volvió frío al encontrar fisuras en la verdad.
