capítulo 47

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Destino

Conoces la vergüenza? La vergüenza de sentirte débil, sabes que el poder que creíste tener se desvanece entre los dedos como agua.

Los días se habían vuelto un círculo en el que la una palabra de mi boca sonaba como un animal lastimado, me sentía tan débil que ni siquiera podía aceptar la visita de muchas personas juntas.

Bree y Fred habían consumido la cura, pero aun con eso no se habían apartado de mi lado, según ellos aun tenían cuentas que pagar.

- Riley dijo que había viajado para conocer el terreno - susurro la chica mientras peinaba mi cabello, me gire para verla para saber que sucedió - al final el habia sido el primero en ayudarme... Diego... tuve una infancia muy problemática, huí de casa antes de los 16, creí que moriría sola, en las calles de Seattle pero luego, me convertí en neofita, y después conocí a Fred luego a Diego, creí que podríamos estar juntos por toda la eternidad - susurro la chica bajando la cabeza triste, ella soñaba tener a alguien con quien estar, amar, y había creído que aquel chico seria esa persona.

Con un toque de mi mano en su mejilla ella levantó la mirada intentando sonreír, una pequeña lagrima cayó por su rostro, era una de las primeras que salían de su cuerpo después de volverse humana.

Luego de un rato siguió peinando mi cabello, eso me ayudaba a pensar, según Carlisle había perdido cantidades excesivas de sangre, por lo que en cuestión de unos días, la sangre se fortalecerá de nuevo y podre volver a nadar, pero aun no explicaban el porqué de mi falta de habla.

Un golpe en la puerta nos interrumpió haciendo que Bree responda un pase.

- lo siento, te llaman en la sala Ondina, son... los lobos - dijo el chico un tanto nervioso.

Ellos ya no eran vampiros pero aun así se sentían incómodos por lo que habían visto hacer a la manada. Con pasos lentos le hice señas a Bree para que se quede en el cuarto si eso quería, ella asintió con la cabeza mientras Fred me dejaba espacio para caminar hasta la sala de estar.

Al llegar Sam, Quil, Leah y Seth estaban esperándonos junto al resto de los Cullen.

- que bueno verte Ondina - susurro el alfa mientras me sentaba.

- vinimos a dar nuestros respetos, todos nos sentimos arrepentidos de no a verte cuidado, eres la impronta de Jacob, es nuestro deber cuidarte también - explico Leah.

- no tienen porque preocuparse, todos son mis amigos, la situación solo se resolvería de aquella forma - habló Edward leyendo mi mente - Ondina a perdido la capacidad de hablar, yo leo sus pensamientos.

- ya veo - asintió Sam - Ondina... nosotros te debemos respeto, pero necesitamos saber como proceder, Jacob ya esta completamente recuperado, no podemos seguir escusando tu falta con sus heridas, que quieres que le digamos.

Me quedé en silencio un momento, no quiera ver a Jacob, no podía, intentaba tener una respuesta pero simplemente mi cabeza se negaba actuar.

- ella dice que quiere un día para pensarlo, solamente eso, mañana te lo comunicara.

- esta bien, creo que debemos irnos, no creo que Paul, Jared y los niños puedan con Jacob por mucho tiempo - dijo Leah mientras comenzaba a caminar hacia la salida.

La chica comenzó a caminar a la salida cuando se detuvo completamente, acción que a todos nos pareció extraña.

- que sucede Leah? - pregunto Sam curioso.

- que es ese sonido? - pregunto la chica mirando en dirección a las escaleras.

Todos nos quedamos curiosos de que sonido hablaba, mi mirada se fue a Seth quien también parecía un poco extraño, como si ambos estuvieran escuchando algo que todos nosotros ignoracemos.

𝕸𝖆𝖗 𝖉𝖊 𝖘𝖊𝖓𝖙𝖎𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 ~ Jacob Black  CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora