algo me dijo que viniera, no me culpes si lo que hice aquí fue diferente a lo que esperabas, yo simplemente soñaba con ser libre, pero la libertad es imposible en este mundo lleno de hilos
Ya habían pasado algunos días, Sam estaba pensando que hacer, Emily le había dicho que ella no lo odiaba, ambos parecían más cercanos lo que hacía tierna la situación pero algo aún me hacía sentirme incomoda.
Luego de unas semanas Emily le dijo a Sam que quería estar con él, por lo que el la llevo a su hogar, donde comenzó a convivir con nosotros, por lo que vi conveniente explicarle la situación de mi ospedaje en ese lugar.
- eres una sirena...
- ese es el término que usan los humanos para definirme, pero podemos decirlo así.
- Ondina la encontramos en la playa y la cuidamos ya que no a podido abandonar Forks.
- esto es mucho que digerir - admitió la chica pasando una mano por su cabello pero alejo su mano cuando por accidente uno de sus dedos rozo su rostro.
Emily aún tenía heridas abiertas que debía curar a diario, cosa que Sam hacia en un intento por redimirse con ella.
- se que esto es un poco extraño, los lobos, ahora sirenas - hable mientras caminaba a la cocina para llenar un platón con agua - pero prometo que mi presencia en esta casa solo es temporal - deje el plato en una mesa ratona y la pareja vio esto como algo extraño - me permites tu mano? - pregunte extendiendo mi mano hacia ella.
Emily no parecía muy segura pero accedió dejándose llevar, guíe sus dedos al platón donde los sumergi un poco, suspire intentado recordar como se hacía. El agua comenzó a subir por el brazo de la chica lentamente mientras llegaba hacia su cuello, de un momento a otro comenzó a teñirse de rojo, de un impulso ella despego sus gasas para ver como el agua comenzaba a llevarse todo rastro de herida pero dejando una simple cicatriz, esto era muy profundo. Cuando termino de curarse el agua volvió al platón y Emily por primera vez rozo su rostro para comenzar a sonreír por la sensación.
- esto es lo mejor que puedo hacer, pero con esto espero que confíes en que solo quiero hacer el bien - asegure mientras rápidamente recibía un gran abrazo de la chica.
- muchas gracias Ondina - susurro mientras mi cuello se mojaba y no era capas de saber si era el agua que la había curado o unas lágrimas rebeldes.
Todo esto solo había hecho que ambos estén más felices con mi presencia pero también comenzaba a despejar nuevos sentimientos entre ellos, lo que hacía que todo se vuelva un poco incómodo. Los días pasaban lento, normalmente era todo días tranquilos, aunque algo que si se volvía incómodo, era que Jacob no se había comunicado conmigo, desde aquel día en que lo deje solo no sabía como iniciar una conversación, pero lo que si sabía era que técnicamente tendría que darle una explicación y aún no estaba lista para decirle.
- Paul que es lo que hacemos? - pregunte mientras veía el paisaje por la carretera.
- has pasado mucho tiempo sola, necesitas salir, tomar el sol.
- lo dices cuando Forks tiene un gran problema con eso.
- bueno eso es verdad pero a falta de protección en la anterior escuela creo que lo mejor sería que... comenzarás la escuela con...
- nosotros - la voz risueña de Alice sonó mientras estacionaba en la preparatoria pública de Forks.
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