Ahora ¿qué pasará?

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Hacia mucho tiempo que Severus no pasaba una mala noche. Después de que Lily regresó a su Sala Común, se quedó quieto ante el cuadro de la Señora Gorda todavía asimilando las palabras de la pelirroja, las cuales, básicamente, le dieron a entender que su amistad de la infancia (antes de entrar a Hogwarts) se terminó y todo por su culpa, gracias a que no midió sus palabras y se dejó llevar por el enojo. Cabizbajo volvió a su Sala Común.

No recordaba mucho de lo que pasó después de entrar a la estancia de Slytherin; borrosamente recordaba a Regulus acercándose a él. Tampoco recordaban lo que le dijo, sus palabras se escuchaban lejanas y no las entendió. Ignorando al joven Black Severus fue a su habitación y se dejó caer en la cama. Su próximo T.I.M.O. era Runas Antiguas, pero ahora mismo no tenía ánimos, ni cabeza, para estudiar. No obstante, Regulus no lo dejaría reprobar su examen por culpa de un corazón roto; así que entró a su habitación y lo obligó a estudiar.

—Entiendo que estes preocupado por Jones ¡pero reprobar los T.I.M.O.'s no te ayudará en nada! —le había gritado Regulus cinco minutos después de que Severus no hiciera el mínimo esfuerzo por concentrarse en sus apuntes.

En eso el azabache reconocía que el menor tenía razón; reprobar no le ayudaría, al igual que ponerse depresivo. Después del examen iría a hablaría con Alex; seguramente ella también estaría concentrada en sus estudios para distraerse de lo ocurrido.

Regulus se fue de la habitación más tranquilo y Severus se preparó para descansar. Para su mala suerte (que en su opinión se volvía peor) no pudo conciliar el sueño. El recuerdo del Lago Negro aparecía cada vez que cerraba los ojos, y lo peor era que se escuchaba claramente gritar «sangre sucia» acompañado del rostro dolido de Alex. Sí, un error que cargaría en su conciencia por el resto de su vida.

—¡Por Salazar! —exclamó preocupado el menor Black en cuanto lo vio a la mañana siguiente—. Severus ¿qué te pasó?

—Insomnio, eso pasó

—Va... vaya. No pensé que el examen...

—No es el T.I.M.O. lo que me dejó sin dormir, Reg.

El menor hizo una mueca. Sí sospechaba cual era la verdadera razón de la mala noche de Severus, pero prefirió hacerse el occiso con el tema.

El T.I.M.O. de Runas Antiguas tuvo menos estudiantes a los cuales evaluar, aun así mantuvo el mismo tiempo de aplicación que los otros. Terminado el examen los alumnos se retiraron del Gran Comedor. Severus guardó rápido sus cosas en su mochila y salió corriendo de ahí apenas logrando divisar a Alex, acompañada de Lily, dirigirse a los terrenos del castillo.

«Por favor que no estén los Merodeadores.» rezó el chico.

Las vio andar por la ladera de césped hacia el lago y las siguió a una distancia prudente a la vez que revisaba los alrededores asegurándose de que no estuviera rondando el cuarteto Gryffindor y arruinaran todo de nuevo. Las chicas se detuvieron bajo la sombra del haya que había a orillas del lago. Severus se sentó en los matorrales, como el día anterior, y aguzó el oído.

—¿Cómo que Severus fue a verte anoche? —preguntó Alex—. ¿Y eso?

—Fue para pedirme ayuda —respondió Lily—, además de justifica el porque te dijo eso

—Adivinare: se le escapó

—Exactamente

Alex soltó un suspiro y se recostó en el césped con las manos detrás de la cabeza.

—Si te soy honesta Lily, la verdad no me sorprende que Severus me dijera eso

—¡¿Qué?! —chilló la pelirroja

Viaje en el tiempo... ¿al pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora