Una habitación para Alex

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Finalmente el ciclo escolar terminó. Todos los alumnos salían del castillo arrastrando sus baúles, llevando las jaulas de sus lechuzas o de sus gatos y algunos su escoba bajo el brazo.

Alex y Metstli ayudaban a Lily con sus cosas en lo que buscaban un lugar desocupado, la  latina no llevaba mucho, pero Lily le aseguró que cuando llegaran a casa, sus padres y hermana la conocieran, haría que se sintiera como en casa y tendría sus propias pertenencias y habitación.

—Y cuando lleguemos no empieces a decir que "te da mucha pena" porque sino te irá muy mal —amenazó Lily a su prima, ya acomodadas en un compartimento y el tren a punto de partir—. Ya bastante harta me tienes con eso desde que llegaste

—Lo siento —se disculpó Alex—, es que no estoy acostumbrada a que me den mucha atención

—Pues acostúmbrate. Porque no es muy común que lleguen alumnos transferidos a Hogwarts

«Ni me lo digas»

El tren dio un último silbido y comenzó su marcha. A pesar de solamente llevar un tiempo en esa época, Alex sentía que llevaba meses o incluso años; Dumbledore le ayudó a adaptarse a la época para que nadie sospechara. A la latina le preocupaba mucho Severus, el chico demostraba ser muy desconfiado y le costó mucho trabajo ganarse esa confianza y sobretodo su simpatía y amistad.

Y hablando del Príncipe de Persia... Se abrió la puerta del compartimento y apareció Severus, baúl en mano. Alex se sonrojó al verlo y trató de mantenerse tranquila.

—Hola Sev —saludo Lily un poco seria—, creí que irías con tus amigos de Slytherin

Alex y Metstli notaron su voz y se dieron cuenta que de seguro a partir de ahí su amistad comenzaba a tensarse.

El semblante de Severus se volvió serio y estaba por cerrar la puerta del compartimento e irse.

—¡Espera, Severus! —exclamó de pronto Alex poniéndose de pie. El aludido se detuvo de golpe y la miró con sorpresa por su reacción al igual que la pelirroja. La castaña se quedó quieta sin saber qué hacer—. Oye, hay suficiente espacio para que te quedes —vio que Severus iba a replicar y habló antes que él—. ¡Si quieres puedes dejar tus cosas y caminamos un poco! Aunque no haya mucho lugar a donde ir

El azabache soltó una risita por lo último. Alex, Metstli y Lily se sorprendieron por la reacción del chico. Severus dejó sus cosas junto a las pocas pertenencias de la latina y fue hacia la puerta, sujetándola para que la chica saliera.

—¿Vamos? —preguntó Severus con una sonrisa

La chica sintió un sonrojo comenzando a aparecer en su rostro. Agachó la cabeza y salió casi corriendo del compartimento, pero al ir de frente —y a causa de los nervios, olvidó que estaba en un vagón de tren— chocó contra la pared de frente.

—¡Alex! —exclamaron sus amigos a la vez

La latina se alejó un poco de la pared y se sobo la cara.

—Auch... —se quejó al tocarse la nariz

—¿Estás bien? —preguntó Severus detrás de ella y sujetándola de un hombro

—Creo que sí —respondió Alex aun con la mano en la cara

Severus se puso de frente y con delicadeza retiró la mano de Alex para poderla revisar. Se tranquilizó un poco al ver que no sangraba de la nariz, pero está estaba roja a causa del golpe.

La latina estaba de piedra sin saber que hacer o decir.

—Severus...

—Menos mal que no es nada grave —dijo el azabache alejándose de la chica, miró sobre su hombro al ver que caminaba solo—. ¿Vienes o qué? —y reanudó el paso

Viaje en el tiempo... ¿al pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora