Capítulo 4

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Francesca no veía a Michael desde la muerte de John. Enviudar fue difícil, sobre todo siendo tan joven y sin haber tenido la gracia de ser madre... O de no poder llevar a término ese embarazo. Ella tenía un consuelo, tenía a Michael, el primo de John y quien fue su amigo más cercano. Siempre estaban juntos los tres y si había una sola persona que podía entender su pena, ese era Michael. Pero, él se fue y tuvo que enfrentar todo sola. Incluso las responsabilidades que eran de John como conde de Kilmartin y que, debido a su muerte, le correspondían a Michael.

En estos años que habían estado separados, Michael le había enviado solo tres cartas. Así es, tres cartas en cuatro años. Francesca perdió la cuenta de las cartas que escribió, pero que nunca mandó y de las cartas que comenzó a escribir, pero que terminaron en el fuego de su chimenea, antes de siquiera acabarlas... Tampoco es que pudiesen haber intercambiado más correspondencia. Michael estaba en la India y las cartas demoraban alrededor de cinco meses en llegar... Francesca se contentaba con saber de él gracias a su madre. En Escocia, ella vivía con "las madres" la madre de John y la madre de Michael. Ambos se criaron como hermanos y se querían muchísimo.

-De verdad llegaste.

-Francesca

-¿Por qué tardaste tanto?

-Porque lo estabas haciendo bien. Eso permitió que pudiese seguir allá.

-Michael.

-No podía hacerlo. Sentía que de alguna forma le estaba arrebatando todo a John. Crecí tranquilo porque era él y no yo el que tendría todas estas responsabilidades.

- Entonces ¿Por qué volviste ahora? ¿Acaso ya no lo estoy haciendo bien?

-No. Es solo que... ya no soportaba ese maldito sol. Aunque ahora parece que no soporto el frío.

-Y eso que no hace frío. Está templado -Dijo mientras se reía de él. -Bienvenido a casa Michael -Agregó mientras lo abrazaba.

-Lo siento. No sabía que estabas acá. Pero, no te preocupes. Me marcharé.

-No. Por ningún motivo. Esta es tu casa. Las madres llegan la próxima semana, para la temporada. Cuando ellas lleguen podré volver, por mientras me quedaré con mi madre y mis hermanos.

-No quiero molestarte.

-No me molestas. Por cierto... creo que necesitas saber esto. Pero, como ya te habrás dado cuenta, me he quitado el luto. Necesito volver a casarme Michael, yo... Yo quiero ser madre.

-Cuenta con mi apoyo. No solo serviré de filtro para los patanes, sino que también tendrás una dote digna de la condesa de Kilmartin. Mereces ser feliz y no permitiré que te contentes con menos.

-Muchas gracias Michael. Me costó mucho tomar esta decisión... Sigo extrañando a John, pero quiero... no. Necesito ser madre. Ese sentimiento es mucho más grande.


A la mañana siguiente, los Bridgerton comenzaron a instalarse en la mesa para el desayuno. Kate y Hyacinth no se apartaban de la ventana. Estaban segura que hoy llegaría el primer panfleto de la temporada. Kate estaba especialmente ansiosa, porque le había pedido a todos que mantuvieran su embarazo en secreto, ya que quería ver cuánto se demoraba lady Whistledown en saberlo. Cuando llegaron todos, no quedó más alternativa que ir a sentarse y dejar su puesto de vigilancia.

-Vi que Pen te mandó una carta. -Preguntó Colin a Francesca.

-Así es.

-¿Y?

-¿Y qué?

-¿Qué decía la carta?

-¿A quién estaba destinada?

El amor después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora