Capítulo 8

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En el baile, Francesca era abordada por muchas mujeres preguntándole detalles sobre Michael y Michael era abordado por madres junto a sus hijas para que bailaran con él. Kate recibía las felicitaciones de la ton, debido a su embarazo, mientras Anthony la cuidaba de que no se agitara y que siempre tuviese una silla cerca disponible para ella. Por otro lado, Eloise y Benedict se escabullían para evitar los intentos, para nada sutiles, de su madre por casarlos. Todo eso sucedía mientras Colin estaba sentando en el piso de una habitación alejado del salón. Había besado a Penélope, en realidad no la había besado "besado", pero sí. Había besado su mano. No. Le había quitado su guante y había besado su mano, su brazo... había llegado hasta el cuello y mientras sostenía el guante en su mano, se lamentaba no haber alcanzado a llegar hasta su boca. Sí, había besado a Penélope y quería seguir besándola. No podía dejar de pensar en su aroma y en cómo sabrá su boca. Pero, ¿Por qué quería besarla? Serían celos. Penélope era su amiga. Besarla a ella fue diferente, pero ¿Por qué?

Guardó su guante y se dirigió al salón. Vio a Penélope conversando con Benedict por la ventana. Quiso acercarse a ella, pero no sabía que iba a hacer una vez que lo hiciera. ¿Tendría que pedirle perdón? No podría, en realidad, lo único que lamentaba era no haber continuado hasta llegar hasta su boca... y a otros lugares. Fue entonces cuando vio a Anthony. Iba caminando rápido en una dirección concreta, se le atravesó provocando que chocara contra él. 

-Lo siento, ¡Colin! 

-Anthony necesito de tu ayuda. 

-Espera, a Kate le quitaron su silla. Volveré enseguida. -Dijo sin detenerse. 

Colin vio como su hermano iba en busca  de una silla, hasta el otro lado del salón, para que Kate, que se encontraba conversando con Francesca, se pudiera sentar. Desde su punto de vista, Kate no estaba interesada en sentarse, pero, en el poco tiempo que llevaba en casa se había dado cuenta que, con el embarazo, Anthony había cambiado y estaba todo el rato pendiente de ella y si necesitaba algo. Incluso, cuando estaba trabajando, cada cierto tiempo, iba a ver cómo estaba y se encargaba personalmente de llevarle las bandejas de comida. Si hay alguien que lo podía ayudar, en este momento, era Anthony. 

-Dime, ¿Qué sucedió?

-¿Cómo te diste cuenta que Kate era la indicada?

-¿Por qué lo quieres saber? -Preguntó mirándolo con sospecha. 

-Por favor. Cuando sucedió lo de Marina, pensaba que estaba enamorado... Pero, ahora me doy cuenta que no lo estaba. 

-Ahí tienes tu respuesta. 

-¿Disculpa?

-Simplemente no podía apartar mi mirada de Kate. Todos mis sentidos se dirigían a ella y...

-Y aún así le pediste matrimonio a su hermana. 

-Buena suerte buscando respuestas, hermanito. 

-Lo siento, por favor Anthony. -Dijo sosteniéndole el brazo.

-Como iba diciendo, todos mis sentidos se dirigían a ella y....

-¿Y qué?

-Yo no soy un poeta como Benedict. Tal vez él te puede ayudar mejor que yo. 

-Por favor, Anthony. Te busqué a ti, no a Benedict. Él podrá saber mucho de poesía, pero eres tú el que cambió completamente sus "viejos hábitos", eres tú el que está casado y eres tú con Kate... Bueno, necesito saber cómo supiste que era ella. 

-Lo supe de forma inmediata, la amé desde la primera vez que conversamos. 

-Conmigo no es así. 

-Para todos es diferente y también vamos construyendo ese amor. No es algo estático, es algo que va mutando y que te va poniendo a prueba constantemente. -Anthony vio a su hermano, él no lo estaba mirando, pero lo estaba escuchando. En ese momento lo supo, estaba cavilando. -Dime algo...

El amor después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora