Capítulo 12

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-Penélope se ve hermosa de verde -Dijo Francesca sin poder apartar su vista de ella.

-Creo que cometí un grave error en no ir a verla al día siguiente. ¿Creen que todavía tenga una oportunidad? -Preguntó Michaell, mientras todos los Bridgerton estaban mirando cómo Penélope bailaba con lord Fife.

-Yo creo que ya no tienes esa oportunidad -Respondió Francesca con frialdad. -A Penélope de verdad le interesa lord Fife. 

-Al escuchar esto, Colin se dio la vuelta y se dirigió a la mesa de los postres. 

-Francesca -Dijo Benedict bajito, mientras la golpeaba en un costado de su cintura, suavemente, con su codo. 

-Lo siento, me olvidé de Colin. Lo iré a ver. -Respondió susurrando. 

-No, quédate aquí. Iré yo. -Le dijo su hermano. 

-¿Bailamos? -Le preguntó Michaell. 

-Pensé que irías a pedirle un baile a Penélope. -Respondió mientras aceptaba su brazo para dirigirse a la pista de baile. 

-Oh no... -Dijo Francesca con suavidad.

-¿Qué sucede? -Preguntó alarmado Michaell

-A Benedict lo detuvo lady Danbury. 

-Pobre, nunca llegará a Colin. ¿Estás bien? Te noto un poco distraída. 

-No... bueno sí. Estoy preocupada por Colin y...

-Sabes que podemos no bailar, si quieres ir a verlo.

-No, no. Está bien. Además, tampoco sé qué decirle. 

-A mí no me engañas, no estás así solo por tu hermano, ¿Qué sucede?

-No es nada, solo estoy un poco agobiada por la búsqueda de marido... eso es todo. Siento que estoy dejando atrás a John. 

-No lo estás dejando atrás. John lo quería todo para ti. Él te amaba con todo su ser y estoy seguro de que te querría ver feliz y logrando todos tus sueños. Francesca, no lo estás dejando atrás y nunca podrás hacerlo. Al encontrar a otro marido, no lo estás reemplazando ni dejando de amarlo. Solamente estás abriendo tu corazón y compartiéndolo con alguien más. Por favor, no te prives de ser feliz. Abre tu corazón, conoce a alguien con quien puedas conversar, con quien te puedas reír, en quien puedas confiar y comparte tu vida con él. John no querría menos. -Dijo mientras le limpiaba una lágrima a Francesca. 

-Gracias... Menos mal que la canción terminó. Necesito ir al lavabo. Tal vez ahora puedas bailar con Penélope. 

-Imposible. La perdí de vista, no la encuentro. -Dijo mientras sonreía maliciosamente. -Así que mejor te esperaré cerca de la mesa de los postres. 

-Está bien, voy y vuelvo. Muero por un eclair. 


En el lavabo, Francesca se encontró con Penélope. Penélope se preocupó al ver a su amiga notoriamente emocionada. Cuando Francesca entró al baño, simplemente no pudo seguir aguantando sus lágrimas. Por lo que la abrazó y la acompañó sin hacerle preguntas y sin pedirle que se detuviera. De esta forma, fue la ayuda que siempre quiso recibir. En el silencio que compartían, de pronto, comenzaron a escucharse voces de hombres. 

-Son tan estúpidos... ni siquiera deben saber que están hablando afuera del lavabo de damas. -Dijo Francesca limpiándose sus lágrimas. 

-¿Quiénes serán? No logro distinguir sus voces -Dijo Penélope muy bajito. 

-Es mejor, escuchemos qué dicen. -Respondió Francesca. 

-¿Vieron a Fife?

-Hoy me lo encontré en el parque. Va en serio, me presentó a la Featherington como su futura mujer. 

El amor después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora