Capítulo 11

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Era la noche del baile y todos tenían un propósito que cumplir. Por un lado, Francesca debía encontrar un nuevo esposo. Alguien con quien poder formar una familia y poder cumplir su sueño. Por otro lado, estaba Colin. Él debía demostrarle a Penélope que la amaba y que sus intenciones eran serias. También estaba Eloise, quien intentaría hablar con Penélope... Aunque todavía no sabía qué era lo que le quería decir. Sabía que necesitaba hablar con ella sobre su hermano... pero, en realidad, quería decirle que la extrañaba. Ella realmente extrañaba a su amiga, pero el dolor y la decepción eran más fuertes. Y, también, estaba Penélope. Ella iría por lord Fife. Si lo pensaba fríamente, él era perfecto para ella. Había mostrado interés, tenían un tema y pasión en común, puesto que ambos amaban los libros y cuando estaba con él la hacia sentir tranquila, cómoda y amada. Sentía que él era una persona en que ella podía confiar y en quien poder apoyarse. Hoy habían tenido su primer paseo en el parque y Penélope nunca se había sentido tan bien como el momento en que lord Fife se encontró con un amigo y la presentó como su futura mujer. En todo el recorrido, ni siquiera pensó en Colin... Solamente se acordó de él cuando llegó a su habitación y se fue a la ventana para ver a lord Fife irse en su carruaje. Allí, en ese preciso momento, vio a Colin desde su ventana. Tal vez el deseo era diferente al amor... Debía conversar sobre esto con Francesca, a lo mejor ella la podría ayudar.  Penélope se estaba observando en su espejo, cuando su criada golpeo a su puerta, avisando que lord Fife ya la estaba esperando en el salón, para llevarla a la fiesta.

Cuando Penélope bajó vio a su madre y a su prima muy felices, estaban con lord Fife. Él no apartaba su mirada de ella, la miraba como si fuese la primera vez que la conocía y cuando estaba con ella, le gustaba observarla mientras ella le hablaba de libros o de lo que sea que ella le hablara. simplemente disfrutaba de su compañía, con verla y escucharla. 

-Penélope, tú te irás con lord Fife y nosotras nos iremos detrás de ustedes en nuestro carruaje. 

-Pero, madre.

-No hay problema, están en un cortejo y la distancia no es tan larga. Además, iremos detrás. 

Penélope y Lord Fife subieron al carruaje. Ella estaba nerviosa. Era la primera vez que se sentía nerviosa con él. Estarían solos y si él intentaba besarla, ella no se lo impediría. Necesitaba saber si se sentiría igual que con Colin. 

-Ese vestido se te ve precioso. Es la primera vez que te veo con este color.  -Dijo mientras acercaba una mano para tocar la tela de su vestido con suavidad. 

-Gracias. -Respondió Penélope tímidamente. 

-¿Sabes? El verde es el color del escudo de mi familia. 

-Lo sé, por eso estoy usando este vestido hoy. -Dijo con timidez, mientras Lord Fife sonreía con orgullo. 

-Esto significa que me aceptas... Penny, yo lo quiero todo contigo. 

-¿Cómo te imaginas el futuro?

-Lo imagino contigo. De verdad, me imagino compartiendo mi vida contigo y con nuestros hijos. nos imagino leyendo en el campo... nos imagino leyéndoles a nuestros hijos... Incluso nos imagino inventándoles historias para dormir. Me imagino viajando contigo, compartiendo mi oficina contigo.

-¿Tu oficina? 

-Eres sumamente inteligente y no creo que quieras estar en la casa. Te veo tomando desafíos y me encantaría que administráramos juntos los negocios y las propiedades. O si quieres hacer otra cosa, contarás con mi apoyo y, también, con mi admiración. -Dijo mientras le tomaba la mano y la acariciaba.  -¿Tienes un sueño?

-Sí. Me gustaría escribir mis propias historias. Sé que es tonto...

-Claro que no. No es tonto. Eres increíble. -Dijo sin poder apartar su mirada de ella. 

-¿Qué sucede? -preguntó Penélope muy nerviosa. 

-Es solo que me encantas y cada vez que converso contigo me encantas más y más. Y se me hace cada vez más difícil ser un caballero. 

-¿En serio te gusto? ¿En realidad tienes pensado casarte conmigo?

-Sí. -Dijo mientras Penélope lo observaba sorprendida. 

-La verdad es que siempre te he estado observando, siempre me has llamado la atención. Pero, nunca antes me acerqué a ti por Colin. Si él estaba interesado, yo no tendría ninguna opción. Y, la verdad es que me puse muy nervioso al saber que él también pidió cortejarte. No había querido hablar antes de esto, porque igual me resulta incómodo. Porque... siento que ya te perdí. -Dijo mientras soltaba su mano y se sentaba recto en su asiento, frente a Penélope. 

-Debo confesarte algo. De verdad, espero que no me odies y que no pienses mal de mí. Yo no quiero hacerte daño y tampoco estoy jugando contigo. Estoy interesada en ti y en nuestro cortejo. Me has hecho muy feliz. 

-Me estás asustando... ¿acaso es aquí en donde esto termina?

-Me temo que esa respuesta depende de ti. 

-Por favor dime, ya estamos por llegar y después no podremos conversar. 

-Con Colin nos besamos. 

-Entonces perdí. -Dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que él estaba conteniendo. 

-No me casaré con Colin. Ya se lo dije. También le pedí que terminara con su cortejo. -Dijo Penélope mientras se cambiaba de asiento, quedando al lado de lord Fife.  -Con Colin somos amigos, él debe estar confundido. Se debe sentir celoso de que ya no estoy pendiente de él. Lo siento mucho, mi intención con esta confesión no era hacerte daño, solamente quería ser sincera contigo. Me gustas y no quería mentirte. 

-Dijiste que de mí dependía si este cortejo seguía o no ... Pero, siento que ahora eso no depende de mí. 

-¿Cómo dices?

-¿Te puedo besar? ¿Qué sucede? La... lamento sorprenderte, es solo que...

-Pensé que eso no se preguntaba. 

-Jamás haré algo que tú no quieras que haga y tampoco te forzaré a aceptar mi beso. Soy un caballero. 

-Puedes hacerlo... puedes besarme -Respondió Penélope muy bajito y sonrojada. 

Entonces, Lord Fife se acercó a ella lentamente. Cuando estuvo muy cerca de su rostro, con su nariz, acarició la nariz de Penélope. Puso su mano en su mejilla y la besó en los labios suavemente. Se separaron un momento, ambos se miraron y se dieron cuenta de cuanto se necesitaban el uno al otro. Ese segundo beso, fue mucho más intenso. Se besaron lentamente. Penélope lo envolvió con sus brazos y lord Fife comenzó a recorrerla con sus manos. Penélope había dejado de pensar y una sensación extraña, que no había sentido antes, comenzó a recorrer todo su cuerpo, intensificándose en el centro de su feminidad. Una de las manos de lord Fife se puso en su pierna y comenzó a acariciar su muslo por encima del vestido. El carruaje dio un giro y el movimiento provocó que se separaran. Ambos sonrieron, lord Fife tomo su mano y la besó. Luego la ayudó a acomodarse el vestido y el peinado. 

-Tengo algo para ti -Dijo mientras buscaba algo en su chaqueta. -Penélope Fheaterington, por favor no me dejes y dame una oportunidad. No termines con este cortejo. -Dijo mientras le entregaba un broche para el pelo color plata con esmeraldas. 

-Es hermoso

-Solo en ti se verá hermoso. -Dijo mientras el coche se detenía. -Entonces, ¿Podemos seguir con este cortejo?

-Sí, sigamos. -Respondió Penélope, mientras sonreía. 

Lord Fife la ayudó a ponerse el broche que combinaba perfectamente con su vestido. Ambos se bajaron del coche y ninguno podía apartar su vista del otro. De hecho, Penélope no se dio ni cuenta que cerca de la puerta de la entrada, los estaba observando Colin. 

-Penny

-Fife

-Recién no te dije otra cosa que también imagino en nuestro futuro. 

-¿Qué cosa?

-A nosotros, despertando juntos. -Le respondió al oído mientras ella sonreía. 





El amor después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora