Capítulo 6

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Hoy era el día. Tendría la oportunidad de poder bailar con lord Fife. Había conversado con Francesca y tenía que poner atención a cómo reaccionaría su cuerpo al contacto con él. Estaba increíblemente nerviosa. Ni siquiera había disfrutado el momento en que llegaron sus vestidos. Ni siquiera podía pensar. Pero, debía enfocarse... Tomar su vida por las riendas era totalmente difícil y aterrador. Además, estaba el Whistledown. Menos mal que sería el último. Ya lo había anunciado. Desde ayer, nadie dejaba de hablar de eso y para su sorpresa todos estaban disconformes con su decisión. Ella se preguntaba, cómo van a extrañar alguien a la que dicen detestar. 

El momento de salir había llegado, pero cuando la vio la prima Enriqueta, la llevó de vuelta a su dormitorio y la volvió a peinar y a maquillar. Era diferente, se veía diferente, mucho más acorde a su edad y mucho más madura. 

-Menos es más, por favor, no le vuelvas a hacer caso a tu madre -Le dijo mientras dejaba que Penélope se mirara en el espejo. -Estás preciosa. Eres preciosa, por favor nunca lo olvides. A lo mejor el joven Bridgerton te saca a bailar hoy. 

-Gracias prima. 

-Ahora vamos. 


Colin no dejaba de mirar la puerta. Ya había recorrido el salón de lady Danbury buscando a Penélope y al no encontrarla, decidió esperarla cerca de la puerta. 

-Colin, tienes que bailar conmigo ahora. 

-Eloise, no puedo. Estoy... estoy

-Estás parado como una columna de un templo. Ven. Mamá quiere que baile con lord Thomas y no podré soportar su aliento si estamos tan cerca. -Dijo mientras lo llevaba, a la fuerza, a la pista de baile. 

-Sabes, odio ser tu hermano favorito. 

-No debes. En realidad no eres mi hermano favorito. Benedict estaba mucho más lejos. 

-Eres irritante. 

-Lo sé. Ya nos vio mamá. 

-Después de este baile no te ayudaré. Debo buscar a Penélope. 

-¿Por qué?

-Debo cuidarla. 

-¿Cuidarla? ¿Ella te lo pidió? 

-No. Es solo que su tía la quiere casar...

-¿Y?

-Pensé que ya no hablabas con Penélope.

-Así es.

-¿Puedo saber por qué?

-Por supuesto que no. En todo caso, ella se puede defender perfectamente sola. 

-No entiendo por qué se enojaron.

-Y espero a que nunca lo tengas que entender. 

-¿Colin?


Colin se había detenido, vio como Penélope había llegado al baile. No usaba amarillo. Estaba usando un vestido azul ceñido a su figura... No era cualquier azul, se trataba de un azul Bridgerton. Tenía su cabello medio suelto y medio tomado. No podía dejar de mirarla. Si hubiese estado a su lado, tampoco hubiese podido hablarle. Era una visión, una fantasía, era la misma afrodita. La vio sonreír y sintió que su corazón se le arrancaba. Pero, ¿A quién le sonreía? En ese momento se acercó a ella Fife. FIFE.

-¡Colin! ¿A dónde vas?

-Lo siento Eloise, debo irme.  -Dijo dejándola sola en la pista de baile. 

-Colin. ¿Adónde crees que vas? -Dijo Anthony mientras lo tomaba del brazo con disimulo. 

-A... a saludar a Penélope.

El amor después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora