Estrés

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¡Ella estará más que feliz! —Sonrió Lisa mientras entraba junto a Rosé al departamento.

Ellas iban listas para compartir las bolsas de comida con su pequeña novia.
Tenían sus manos entrelazadas mientras caminaban.
Rosé estaba muy contenta por finalmente pasar un día con Jisoo y con su otra novia, T/n, sus chicas favoritas en el mundo.

Han estado esperando que llegue la noche de hoy para poder tener la tan esperada cena.
Tanto trabajo de comebacks y ensayos, sumado al trabajo y las tareas de la universidad de la menor, había sido muy complicado organizar el encuentro.

Parecía que nunca iba a suceder...

Así que es un alivio que puedan venir a casa e invitar a T/n a su comida favorita y a un rato de mimos, cosas que la menor les ha dicho que ha estado deseando como loca.
Y todo sería una sorpresa, así que estaban aún más emocionadas.

Caminaron por el pasillo hacia la habitación.
Tan pronto estuvieron de pie a unos metros de la puerta, se quedaron pasmadas.

Espera... —Rosé susurró y ambas escucharon atentas los sonidos provenientes de aquella habitación, haciendo que su rostro cambie. —¿Acaso está llorando?

No era un simple llanto.
Era uno verdaderamente fuerte y ruidoso.
Los sollozos eran imposibles de callar.

Lisa asomó su rostro para darse cuenta de que allí estaba su pequeña, acostada en la cama, su rostro sumergido en las almohadas.
Rosé soltó su mano y entró en silencio.
Dejó las bolsas en el suelo con cuidado mientras se acercaban en silencio.

Pero el llanto era tanto, que la menor no se dio cuenta de nada...

No fue hasta que una mano tocó su espalda, que separó su rostro de la almohada, para darse cuenta de que no estaba sola.
Chocó miradas con Rosé, dejando ver las lágrimas en sus pequeños ojos junto con sus mejillas rojizas y húmedas.

T/n se sentó en la cama y vio que Lisa también estaba ahí.
Usualmente, ver a sus novias la pondría más que feliz por tenerlas a su lado de nuevo.

Pero hoy se sentía tan miserable que solo pudo mirar su regazo, dejando que las lágrimas continuaran acariciando su rostro...

¿Qué sucede? —Sentí la mano de Lisa en mi pierna.

¿Pasó algo? —Preguntó Rosé y negué al instante.

¿Hay algo que te moleste? —Asentí ante las palabras de Lisa.

Rosé y Lisa chocaron miradas un instante antes de continuar consolando a la pequeña.

Estoy estresada —Limpié mi nariz con mi abrigo. —¡Tengo tantas cosas entre el trabajo y la universidad que siento que me estoy consumiendo poco a poco!

Lo sabemos —Lisa acarició mi espalda. —El estrés que debes estar experimentando es demasiado

Y hemos estado tan ocupadas que no hemos estado casi en casa contigo, y lo sentimos —Rosé se disculpó.

No, eso está bien —Suspiré temblorosa. —Solo que a veces siento que no aguanto más; todos esperan mucho de mi y hago lo mejor cada día pero no es suficiente, además mis exámenes se aproximan y siento que voy a fallarlos a pesar de estar prestando atención y de hacer mis tareas a tiempo —Cubrí mi rostro. —Siento que estoy tan estresada que no podré recordar nada

Ay, preciosa —Rosé recostó su cabeza en mi hombro. —Es entendible tu estrés, tienes mucho por hacer pero lo estás haciendo muy bien, tanto en el trabajo como en la escuela

No creo que eso sea cierto... —Murmuré.

Nosotras si —Sonrió Lisa. —Sabemos que has dado lo mejor de ti en el trabajo y en la universidad, eso es lo más importante

¿Y si lo mejor de mi no es suficiente? —Las miré a ambas nerviosa. —Tengo mucho por hacer y no sé si pueda con todo y--

Respira —Ambas comenzaron a acariciar mi espalda. —Espera un momento y respira

Solo estás estresada y además te presionas más —Rosé besó mi mejilla. —Eres mucho más fuerte e inteligente de lo que crees

Vas a hacer un buen trabajo pero por ahora, descansa y trata de alejar el estrés —Lisa acariciaba mi mano. —Estamos aquí contigo y prometemos que las cosas van a disminuir en nuestra agenda así que podremos estar aquí más a menudo

¿D-de verdad? —No pude evitar sonreír ante la idea.

Rosé comenzó a jugar con mi cabello y soltó una risa ante las palabras de Lisa.

Es de verdad —Besó mi hombro. —Vas a cansarte de que vengamos a visitarte para estar contigo y darte ánimos y decirte lo increíble que eres cada día

No creo que pueda cansarme de ustedes —Las miré. —Son las únicas personas 2 personas que amo más que a nada en el mundo, no importa lo mucho que intenten, nunca conseguirán molestarme

Eso ya lo veremos~ —Lisa me hizo cosquillas.

¿Cómo te sientes ahora? —Preguntó Rosé. —¿Mejor?

Mucho —Asentí. —Gracias por animarme, las amo

Nosotras te amamos mucho más, Babe —Sonrió Rosé y ambas besaron mis mejillas.

¿Pasarán la noche conmigo? —Ambas asintieron con una sonrisa.

No lo dudes

Te compramos comida —Lisa mencionó y mis ojos brillaron al instante. —¿Qué te parece si comemos, nos acostamos y vemos películas hasta dormir?

Me encanta la idea

Imagina Con LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora