Me asustaste

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He estado enferma los últimos días.
Lisa casi me amarra a la cama para que me quedara ahí sin protestas y poder descansar.

Sin embargo, esta noche desperté en medio de la oscuridad con ganas de un poco de agua fría para aliviar la molestia en mi garganta.
Lisa se veía completamente dormida junto a mi, quien sabe cuánto tiempo lleva ahí.

Ha estado constantemente pasando noches sin dormir para estar pendiente de lo que necesite.
No he salido de cama en días, excepto para ir al baño, así que traté de no despertarla.

Me levanté con cuidado, sintiendo mis rodillas débiles y temblorosas.
Pero aún así, pude bajar las escaleras y entrar a la cocina.
Caminé hacia el refrigerador para buscar mi botella de agua, pero con cada paso que daba, me sentía más y más débil.

Me sentí muy mareada. Me sujeté con fuerza, observando mis nudillos tomar un color claro por esto.

¿T/n? —Se escuchó la voz de Lisa. Se había despertado hace un instante, alarmándose en el instante en el que vio que estaba sola en la cama. —¿Qué haces aquí?

Vi como caminaba hacia mi, pero mi al rededor estaba volviéndose borroso.
Cerré los ojos tratando de recuperarme, pero su voz cada vez sonaba más lejos.
Mis rodillas se debilitaron por completo y sentí como todo se volvió negro.

Sin embargo, Lisa fue más ágil.
Se arrodillo con mi cabeza en su regazo, acariciando mi rostro.

T/n, despierta —Escuchaba una suave voz muy a lo lejos.

Poco a poco abrí los ojos lentamente, acostumbrándome a la luz de la cocina y vi como un suspiro de alivio escapaba de los labios de Lisa.
Sentía mi piel caliente, al parecer la fiebre aumentó de nuevo.

¿L-lisa?

No te muevas, T/n —Me recostó en el suelo con cuidado. —Te acabas de desmayar, me asustaste

Tragué saliva con dificultad, respirando profundamente. —Lo siento, Lili

Ella simplemente sonrió, dejando un beso en mi mejilla. —¿Qué hacias fuera de cama?

Quería un poco de agua y no quise despertarte

Rápidamente tomó aquella botella de agua, me ayudó a sentarme y me entregó la botella.
Tomé lentamente de ella, sintiendo como el frío viajaba por mi garganta aliviando la molestia.

Debiste despertarme, prefiero levantarme en medio de la noche para darte agua y no que te desmayes entre mis brazos

Asentí acariciando su mejilla. —De verdad lo siento

No te preocupes por eso, mejor vamos a cama ahora —Me ayudó a levantarme y sentí su brazo rodeando mi cintura con fuerza.

Lo haces a propósito —Me sonrojé.

Es para cuidar que no te caigas, tontita —Me guiñó un ojo y juntó más nuestros cuerpos. —Ahora camina, te quiero tener en la cama

¡Lalisa!

Así no, mujer —Me regañó. —Dios... y yo que pensé que era la fiebre lo que te tenía con la temperatura por las nubes —Me recostó en la cama, posicionando su cuerpo encima de mi, sin apoyarse por completo. —Te amo

También te amo, Lili —Sonreí y acaricié su brazo.

Espero que te mejores pronto —Sentí como se acostó junto a mi, y me abrazó con fuerza.

Definitivamente mi novia es la mejor.
Siempre me hace sentir segura entre sus brazos.
Pronto comencé a sentirme cansada de nuevo, sus caricias en mi abdomen hacen que--

Esa mano, Lalisa —Escuché como soltó una risita contra mi cuello.

Lo siento~ 

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