Gatito

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No pude evitar sonreír mientras entraba a la casa.
Al entrar pude escuchar a Lisa murmurando la canción que tiene atascada en su cabeza hace un par de días.
Estaba lavando los platos pero el sonido de la puerta la hizo girar el rostro.
Sonrió al verme y cerró la llave del agua.

Le devolví la sonrisa feliz.
Mantuve mis brazos en mi abrigo con firmeza y miré las escaleras.
Por alguna razón se veían más lejos de lo normal.

¡Te extrañé~! —Se inclinó para abrazarme pero me separé al instante. —¿Qué sucede?

Miré hacia abajo.
Dentro de mi abrigo había un pequeño gatito que comenzaba a moverse.
Seguramente curioso de ver más alla de aquella prenda.

Nada —Respondí rápidamente.

Esperaba que me creyera para poder llevar al gatito a nuestra habitación.
Pero hubo un sonido que nos tomó a ambas por sorpresa.
Un pequeño maullido.

¿Qué fue eso? —Lisa miraba al rededor.

No fue nad-- —Otro maullido me interrumpió, y esta vez fue obvio para Lisa el lugar de donde provenía aquel sonido.

T/n, qué--

El gatito asomó su cabeza bajo mi cuello.
Un par de maullidos más se escucharon.
Lisa no pudo evitar reír ante el pequeño.

¡Es precioso! —Lo tomó entre sus manos. —¿Dónde lo encontraste? Es diminuto

Acaricié la cabeza de el pequeño, que ronroneaba ante el tacto.

De regreso a casa —La miré. —Pensé que su dueño estaría por ahí, pero la calle estaba sola y es muy pequeñito, así que no quise dejarlo a su suerte —Lo miré con una sonrisa. —¿Podemos quedárnoslo, por favor~? —Hice un puchero. —De seguro se siente solito, necesita un buen hogar

Lisa me miró a mi, luego al gatito, luego a mi de nuevo.
En serio era adorable.
Estaba más que feliz entre los brazos de Lisa.
La miraba con sus ojitos azules, casi suplicando.

Además, ella sabe que soy terca.
No voy a permitir que me diga que 'no'.
Soy muy persistente y el pequeño gatito también me ayuda con su mirada.
Necesita un lugar calentito y con juegos.

Bien, es nuestro

Comencé a saltar emocionada por toda la sala.
Corrí y salté a su espalda más que feliz, mientras acariciaba al gatito.

¿Escuchaste? —Lo besé en la cabeza y me miró. —¡Tendrás una casa para siempre~!

Lisa me miraba con una sonrisa mientras caminaba por la sala y hablaba con el pobre gato entre mis manos, que solo me miraba como si quisiera que me quedara callada.

Gracias, Lili

No debes agradecerme, sabes que somos el mejor equipo —Besó mi mejilla. —Vamos a cuidarlo muy bien

Tienes razón —Asentí con una sonrisa. —¿Sabes qué deberíamos hacer? Conseguirle un hermanit--

Ni lo pienses

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