Helado

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Los labios de Lisa chocando con mi piel y el sonido de su voz me hicieron despertar.

T/n~ ¿Estás despierta?

Ahora lo estoy —Murmuré sin abrir los ojos. —¿Qué sucede, Lili?

Tengo un problema

Rápidamente me levanté, mirándola preocupada. —¿Qué problema? ¿Estás bien? ¿Pasó algo con el bebé?

Estamos bien —Soltó una pequeña risa acariciando su vientre. —Excepto por algo...

¿Qué sucede? —Encendí la luz.

Nos quedamos sin helado —Hizo un puchero. —Desperté hace unos minutos queriendo un poco y ya no había nada en el refrigerador

Oh... —Asentí bostezando. —Déjame adivinar, ¿quieres que vaya a conseguirte un poco más?

Bueno... estaría muy agradecida si lo haces —Posó su mano de nuevo en su vientre.

No era muy grande aún pero se veía, era perfecto...

Estoy más que enamorada del pequeño que estamos esperando y no hay nada que no haría por Lisa o por mi bebé.
Ella lo sabe.
Es por eso que no le asusta despertarme a la madrugada para que yo le cumpla sus caprichos.

Por favor~

¿Cómo puedo decirle que no a mis bebés?

¡Gracias~! —Se abalanzó sobre mi.

Me levanté con cuidado y me puse la ropa necesaria. —Regreso en un rato —Le di un corto beso.

Te esperaremos —Sonrió. —Gracias, te amamos

Si, si —Asentí riendo. —Ya regreso, también los amo

Salí hacia el auto, lista para ir a la tienda más cercana.
Al entrar, bostecé un par de veces buscando su helado favorito.
Pagué todo lo necesario y llegué a casa bastante rápido.

Lisa~! —Cerré la puerta. —Estoy aquí

Bajó las escaleras a toda velocidad y se tiró a mis brazos de nuevo.
Sostuve su cintura con cuidado y sonreí.

Gracias, bebé —Me besó. —Te lo agradecemos de verdad

Caminamos a la cocina y ella abrió uno de los helados, comenzando a comer al instante. —Delicioso... —Murmuró. —No sabes cuánto necesitaba esto

Me alegra que lo disfruten —Me senté frente a ella, me ofreció un poco en la cuchara y acepté gustosa. —Gracias

Gracias a ti por traerlo para mi —Continuó comiendo. —Aprecio lo que haces por mi, incluso cuando estás cansada

Ustedes valen la pena —Se sonrojó. —No hay nada que no haría por ustedes —Besé su vientre y ella soltó una risita.

Te amamos

Yo los amo mucho más —Me recosté en su hombro disfrutando su compañía y sabiendo que ella y mi bebé disfrutan cada segundo de ese helado.

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