Imagina Con Lisa

Reencuentro inesperado (2/2)

Tan pronto escuché el sonido de la puerta del auto cerrándose afuera de mi casa, me levanté para ir a abrir la puerta.
La abrí antes de que la tocara.
Su mano estaba levantada dando a entender que estaba a punto de hacerlo, y pude ver una sonrisa en su rostro al verme.

—¿Puedo entrar?

Asentí y le abrí paso para que entrara.
Cerré la puerta y ambas fuimos a sentarnos en el sofá.
Mi mente estaba pensando en todas las posibles cosas que podrían pasar durante esta conversación.

Tengo una montaña rusa de emociones al estar aquí junto a ella.
Tengo miedo, felicidad, amor...
Este último más fuerte que nunca.

Ha estado ahí desde anoche que la vi por primera vez.
Es cada segundo más fuerte.
Es imposible de ignorar, aunque me repito a mi misma que debo hacerlo.
Ya no puedo arriesgarme más.

Si ella ya ha superado todo, va ha ser complicado hacer lo mismo.
Ya ella sabe que estoy más que lejos de lograr superarla.

—Te ves hermosa —Dijo de repente, no pude evitar sorprenderme.

—Solo tengo mi abrigo encima —Reí suavemente y ella asintió, mordió su labio inferior antes de que se formara una gran sonrisa en su rostro.

—Lo sé, pero te ves hermosa... siempre

—Gracias, tú también

Ella acomodó su cabello y suspiró.
En su mente estaba buscando la forma de comenzar la conversación.

—¿Lo decías en serio?

Ni siquiera tuve que preguntar a qué se refería.
Ya era obvio.

—Así es... —Pronuncié temerosa, me sentía más vulnerable que nunca. —Te lo dije anoche, Lisa; no creo que haya un día en el que yo no te ame

Sus ojos rápidamente se iluminaron.

—Pero... entiendo si tú no sientes lo mismo.

—¿De qué hablas? —Su ceño rápidamente se frunció.

—Ha pasado un año, tu vida ha cabiado mucho desde que terminamos, tan solo mira todo lo que has logrado... —Suspiré temblorosa. —Todo el mundo te quiere, Lisa; entiendo si ya encontraste a alguien más, si ya superaste todo

—T/n, pero a mi no me importa si todo el mundo me quiere o quiere estar conmigo; yo solo te quiero a ti

Ella tomó mi mano lentamente.
Entrelazó nuestros dedos.
Su mirada estaba todo el tiempo conectada con la mía.

—No puedo superarte, eres la única mujer a la que amo

—¿Incluso ahora?

—Más que nunca —Susurró acariciando mi mano. —Nunca he dejado de amarte, T/n

Una gran sonrisa apareció en mi rostro.
Ella con su mano libre tomó mi cintura y me trajo hacia ella.

—No creo que exista un día en el que no te ame

Ambas juntamos nuestras frentes.
Había una gran sonrisa en mi rostro.
Llevaba un tiempo sin sonreír así.

—Te amo

—Yo te amo más —Acarició mi mejilla. —Por favor, déjame besarte

Reí suavemente y me incliné hacia ella.
Ya no podía esperar más para sentir sus labios.
Ella se dejó llevar por el beso.
Se sentía más dulce que nunca antes.

Rápidamente rodeó mi cintura con ambas manos.
Cuando menos lo esperé, estaba sentada sobre ella.
Me sostenía con fuerza, la necesidad de tener nuestros cuerpos juntos era demasiada.

Ha pasado un año.
Ambas queríamos esto.
Queríamos estar cerca de la otra.
Nada ni nadie podría arruinarlo.
Ni ahora ni nunca.

Pronto se separó del beso.
Estaba totalmente agitada.
Por mucho que a Lisa le gustara besar a su chica, también le encantaba mirar sus preciosos ojos.

—¿Qué dices, my girl~? —Preguntó con una sonrisa. —¿Vamos a comprar desayuno?

—En un par de minutos... —Me incliné de nuevo para besarla.

Ella no pudo esconder aquella sonrisa.
Su mirada permanecía sobre mis ojos.

—Solo sigue besándome, Lili

—No debes pedirlo 2 veces —Susurró comenzando a besarme de nuevo, me sostuvo entre sus brazos con fuerza; sentía su corazón latir contra mi pecho.

La sonrisa era de Lisa notoria.
Incluso entre el beso, su sonrisa era obvia.
No podía evitarlo.
Se sentía feliz después de tanto tiempo.

Y todo gracias a T/n.
Todo gracias a que, después de tanto, finalmente es su chica una vez más.
Y eso es lo único que ella necesita para ser la chica más feliz del mundo.