Capítulo 10

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Estaban los dos chicos de pie fuera del edificio donde vivían. Ambos estaban con ropa cómoda y un par de gorras pues Lucy estaba más que emocionada por enseñarle el lugar a Childe. Así como se lo prometió.

—¡Muy bien, compañero! ¿Estás listo para por fin conocer la ciudad?— preguntó la chica acomodando la bolsa cruzada donde traía todo lo necesario para el día.

—¡Al fin! Claro que estoy más que emocionado, Luchy— dijo Childe, alzando los brazos celebrando y miró a Lucy— ¿Qué tienes planeado para hoy?

—Pues mira, tenemos que pasar al departamento que mi hermana tiene aquí, porque mi mamá me pidió llevarle unas cosas, pero como ella vive cerca de la estación, Grand Central, aprovecharemos para comprar tu celular y de paso ver un poco de las calles— dijo ella mirando a su compañero— Y como ves, iremos a pié en metro, ¿Estás listo?

—Extra listo, pero por lo que veo no vamos a usar tu auto, ¿Verdad?— preguntó el chico.

—Exactamente, vamos a aprovechar la oportunidad para ir en el subterráneo, de paso te enseño a desplazarte un poco por la ciudad, pero primero iremos a comprar, así que vayamos, camarada— dijo Lucy tomando su mano y llevándolo con ella.

—A la orden, compañera, ¿Cómo es que funciona eso que llamaste subterráneo?— empezó a preguntar el chico.

—Oh, es una especie de tren— explicó ella.

Caminaron juntos hacia una de las escaleras que se sumergía en la tierra. Childe seguía tratando de pensar cómo habían logrado eso.

—¿Es un tren? ¿Y cómo es que puede estar subterráneo?— preguntó él, mirando alrededor viendo a toda la gente que se arremolinaba— y por lo que veo es bastante usado.

—Es de los mejores transportes cuando los autos ya no caben, y bajo la ciudad hay una serie de túneles que lo conectan con casi toda el área, lo hacen con muchos cálculos y construcción— decía ella acercándose a una máquina expendedora para comprar los boletos.

—Había visto trenes en mi mundo, pero ninguno funciona así, ¿No es muy lento, verdad?— preguntó mientras veía como la chica pagaba los boletos.

Ojalá su dinero funcionara ahí, sería más fácil ayudarle a Lucy con los gastos. No le gustaba que todo lo pagara ella.

—Nah, no lo es, no es como el de Fontaine— dijo ella dándole su boleto.

—Qué bueno que me lo dices, ya me estaba imaginando un viaje de 3 horas— dijo tomando el boleto y siguiendo a la chica a los torniquetes.

—Si vienes en horas pico, te juro que será así hasta que puedas abordar, ven conmigo— dijo ella extendiendo su mano al chico.

Childe sonrió y la tomó con gusto.

Ingresaron en el andén, esperando a que llegara el tren. Por suerte no tuvieron que esperar demasiado.

Una vez adentro, Lucy estaba luchando un poco con lo hiperactivo que era su compañero.

—¡Vaya, Luchy, esto es bastante increíble!— dijo el chico con las rodillas sobre uno de los asientos, viendo por la ventana como niño.

Las risas alrededor se hacían presentes y Lucy apanicada jalaba la chaqueta del chico.

—¡Childe! ¡No hagas eso y siéntate, por favor!— decía presa del pánico mirando alrededor incómoda.

—Ay pero no pasa nada Luchy— dijo el chico mirándola cuando el tren dio el típico freno cuando se detenía en una estación.

Eso hizo que se sentara, pero no en su asiento, si no en las piernas de la chica. Esto la hizo apanicar más totalmente colorada.

¿Podrías repararme? | Tartaglia | Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora