🌼Era un día hermoso en Mondstadt, donde el sol brillaba alto y los pájaros cantaban melodías de bienvenida al festival de Windblume.
Las semillas de diente de león flotaban suavemente en el aire, llevadas por la brisa que acariciaba la ciudad. Cada farola estaba adornada con cintas azules, ondeando al viento en honor al Arconte Anemo, mientras los banderines colgaban alegres entre los edificios. Las calles estaban embellecidas con flores blancas que resaltaban la elegancia de la ciudad, y una alfombra verde azulado se extendía desde la entrada hasta la primera fuente, invitando a todos a disfrutar del evento. La alegría de la gente se desbordaba, con los niños corriendo y riendo, llenando cada rincón de Mondstadt con un espíritu festivo.
Cruzando el puente para llegar a la entrada principal, Areli abrió los ojos con asombro ante esa ciudad que parecía sacada de un sueño. Sin fijarse, caminó a lo largo del puente provocando que un grupo de palomas que se encontraba almorzando a mitad de camino volaran al aire cuando ella pasó a su lado.
—¡Oye! ¡Ten más cuidado con las palomas! ¡Las has espantado!— dijo un niño a un lado del puente llamando su atención.
Areli se giró hacia él preocupada y más al verlo tan molesto.
—¡Lo siento, amiguito! No te preocupes, si les das pan van a volver— le aseguró sonriendo.
Timmy entrecerró los ojos con desconfianza.
—Mmm… no lo sé, alguna vez me dijeron lo mismo y nunca volvieron…
—Hey, tranquilo, Timmy, siempre regresan a tí— dijo Childe negando con la cabeza.
—Sí, si usas galletas quizá lo hagan más rápido— sugirió Lucy a un lado del pelirrojo.
El niño los notó, reconociendolos al instante y cambiando su semblante a uno más tranquilo.
—Tienen razón, voy a conseguir algunas— asintió corriendo dentro de la ciudad.
Lucy y Childe suspiraron mientras la rubia los miraba.
—¿Siempre es así ese niño?
—Toda la vida, siempre debo de acordarme pasar más lento por aquí para no asustar a sus palomas— se quejó Lucy.
—Bueno, dejando las palomas de lado, hemos llegado, señoritas a la tierra de la libertad, Mondstadt,— anunció el pelirrojo señalando el lugar.
—¡Esto es hermoso! ¡Nunca pensé que lo vería con mis propios ojos!— exclamó Areli demasiado contenta dando saltitos en su lugar.
Lucy reía tapando su boca.
—Vaya, veo que no estabas bromeando al decir que estaba muy emocionada— dijo Childe, riendo.
—Créeme, que estuvo así toda la noche— dijo la pelinegra con una risita a su lado.
—¡Ay vamos! ¡Solo miren todas esas flores!— exclamó la rubia emocionada— ¡Ya quiero ver todo en este instante!
El Fatui volvió a reír y acarició la cabeza de la pelinegra que estaba a su lado.
—En ese caso, señoritas, las dejo un momento. Tengo que ir a discutir algunos temas a la oficina aquí. Diviértanse, ¿vale?— dijo con una sonrisa para Lucy.
Ella asintió con una gran sonrisa.
—Buena suerte, Ajax... y si terminas antes de lo planeado te estaremos esperando— sonrió dulcemente.
El Fatui le devolvió la sonrisa y se acercó para darle un beso en los labios que ella deseó que durara más, haciéndola sonrojar.
—Por supuesto que lo haré, moya lyuvob... No tardaré entonces— dijo, agitando la mano y yendo por su lado.
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¿Podrías repararme? | Tartaglia | Genshin Impact
Fanfiction"Creo que las coincidencias no existen, creo que el destino es quien nos maneja y si el destino me puso en tu camino, tal vez eres lo que necesito. ¿Podrías repararme?" Una pequeña historia de las aventuras de Childe cuando aparece en la habitación...