¿Podrías repararme? | Tartaglia | Genshin Impact

Ad Astra Abyssosque

"Si haces una promesa, la cumples, si cometes un error, te disculpas. Y si le das un sueño a alguien,o defiendes hasta el final"

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Lucy estaba sentada en la banca que había fuera de la casa de su hermana en Berlín, con una taza de té caliente mientras miraba el jardín nevado ante ella.

Había pasado un mes de sus locas aventuras con los dos Fatui en su casa. Parecía que había sido un sueño.

Intentó seguir su vida como siempre, intentando olvidar lo que pasó, pero cada vez que veía las fotos que se había tomado con ellos, en especial las de Childe no podía evitar llorar. Había terminado el semestre en la universidad con éxito, pero había algo que faltaba. Cada que se levantaba en la mañana y caminaba por su departamento, algo se sentía fuera de lugar. Volvía a sentir esa soledad que había antes de que el pelirrojo apareciera en su vida.

Se dijo que debía de enfrentarlo, aceptarlo y seguir, pero una parte de su corazón anhelaba que cada vez que abría el juego una luz azul le devolviera a su heraldo. Sabía que las cosas no eran así, pero aún así habían cosas que dolían.

Por lo mismo, su hermana la había invitado a pasar los días con ella. No se había negado, pues eso le había hecho sentir un poco mejor.

Suspiró tomando un sorbo de su taza, mientras su hermana se sentaba a su lado con otra taza en manos. Estuvieron en silencio un momento, lo suficiente que Candace pensó que necesitaba, mientras contemplaban juntas el escenario frente a ellas.

La pelirroja suspiró antes de hablar.

—Entonces... ¿Estuviste saliendo con un pixel todo este tiempo?— preguntó Candace.

La chica apretó los labios, asintiendo.

—Yo sé que suena como una locura pero... así fue...— murmuró, mirando el líquido en la taza.

—Y lo es... aunque una locura muy apuesta, debo admitir... —dijo.

Lucy la miró sorprendida, haciéndola reír y palpar su hombro.

—Es en serio, aunque me alegra que fuera Nobile... es un chico increíble— dijo mirando a la menor.

—Lo es... es un poco revoltoso y adora meterse en problemas...— dijo Lucy sonriendo, recordando todos sus disparstes en el departamento— Pero así lo amo...

Candace la miró de reojo, sonriendo antes de mirar su propia taza.

—Me gustaría volverlo a ver...— suspiró la pelinegra, tomando de la suya.

—¿Y porqué no hacerlo?

—¿Y si él no quiere? —preguntó Lucy mirando a su hermana— Además... si decido ir... ¿No sería un problema para ustedes?

—La pregunta es... ¿Tú qué quieres hacer?— dijo Candace mirando a la menor— Es hora de que tú decidas tu propio camino Lucy... y tú debes ser la que decida lo que te hace feliz, además, ¿No dijiste que la Zarina te ofreció trabajo?

La chica se puso nerviosa, jugando con la taza en manos mientras movía los pies. Candace mientras dejó su taza en una mesita que tenían a lado de la banca.

—Pe-pero... ¿Qué haré con la universidad? ¿Y si esto no funciona?— preguntó muy nerviosa antes de mirar a su hermana— ¿Y si no soy capaz? ¿Y si no te vuelvo a ver a ti y a Ary?...

Pero las manos de su hermana tomaron sus mejillas, para que la mirara a los ojos.

—Hey... tranquila, además... Tienes el teleport, ¿No es así? Y por la escuela, alguna vez me dijiste de una academia en Sumeru y que habías soñado con asistir ahí —dijo sonriente.