Terminando el desayuno se fueron directamente en el coche de Lucy.
Llegaron a la universidad en cuanto pudieron. Al estacionar, Lucy se giró hacia el chico a su lado que veía todo demasiado entusiasmado.
—Muy bien, Childe, escucha, esto es importante,— dijo mirando al pelirrojo.
—Ok, ¿Cuál es el plan, compañera?— preguntó mirando a la chica.
—Con ayuda de Areli hemos podido meter tu nombre en las listas de la universidad y fácilmente podrás hacerte pasar por estudiante, pues necesito que entres conmigo y empecemos a investigar cualquier cosa que nos ayude a que vuelvas a tu mundo,— explicó Lucy con las manos para después ver al chico,— ¿Has entendido?
—Fuerte y claro, compañera, ¿Alguna regla en específico que deba seguir?— preguntó.
—Si, nada de dagas de agua y procura hacer caso a casi todo lo que te pidan los profesores,— dijo Lucy saliendo del coche para reunirse de su lado.
El chico bajó y la miró tendiendo una mochila que tomó con gusto.
—Oh, no te preocupes, seré el estudiante más ejemplar que has visto en ese caso,— dijo sonriente acomodando la mochila con ayuda de ella, —O eso intentaré,— dijo encogiendo los hombros.
Ella frunció el ceño y lo señaló con un dedo.
—¡Más te vale que así sea! Entonces es por aquí,— dijo ella señalando la dirección que debían seguir.
Caminaron hacia donde Lucy le había indicado, pasando por algunos de los edificios que le parecían muy similares a estructuras que había visto en Sumeru, pero a la vez todo era algo gris.
Los demás chicos se arremolinaban fuera de ellos y se saludaban algunos. Otros parecían estar más en la sombra o había quién solo iba de paso.
El sol brillaba y los pájaros pasaban cantando de aquí a allá en las zonas verdes.
—Esto es enorme ¿De verdad esto es una escuela?— preguntaba el chico a su lado entusiasmado.
—Si, lo es, aunque a mi no me parece la gran cosa,— decía Lucy viendo con curiosidad a su acompañante.
Pero este ya no estaba a su lado, si no que se encontraba arriba de uno de los árboles del patio mirando alrededor. Ella dió una exclamación de sorpresa y se dirigió a donde estaba el chico.
—¡Childe! ¡Te dije que no hicieras nada de eso! ¡Baja de ahí!— le gritó.
—Vaya que son bastantes edificios y estudiantes,— dijo en voz alta para que la pelinegra lo escuchara.
—¡Nobileee!— se quejó ella notando que varias miradas estaban puestas en ellos y cuchicheaban o se reían de la escena.
Un profesor que estaba por la zona se acercó a ellos pues estaban llamando bastante la atención.
—Joven, le pido que baje de ahí por favor,— pidió amablemente.
El chico sonrió y bajó de un salto frente al profesor.
—Lo siento, señor, no pude evitarlo,— se disculpó con una gran sonrisa.
—Lo dejaré pasar esta vez pero porfavor que no se repita,— dijo severamente y se alejó con un ademán de cabeza.
Childe seguía sonriendo ampliamente mientras Lucy se giraba hacia él y ponía sus manos en la cadera.
—¿Qué te dije de portate bien?— preguntó sería.
—Lo siento compañera, no pude contenerme, es enorme este lugar,— dijo despeinando a la chica.
Ella giró los ojos y sacudió la cabeza.
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¿Podrías repararme? | Tartaglia | Genshin Impact
Hayran Kurgu"Creo que las coincidencias no existen, creo que el destino es quien nos maneja y si el destino me puso en tu camino, tal vez eres lo que necesito. ¿Podrías repararme?" Una pequeña historia de las aventuras de Childe cuando aparece en la habitación...