Comenzaba a oscurecer, apareciendo las primeras estrellas más brillantes en el cielo que se decía eran los grandes reyes y guerreros del Reino de Espinas, entre ellos también 2 estrellas muy unidas de las que había una historia de amor, cuyos nombres ya no eran del todo recordados pero se sabía que el amor que se tuvieron fue tan grande como para ser de las estrellas más hermosas en el cielo, capaces de cumplir deseos con las 3 palabras correctas.
Levan y Lilia olvidaron por algunos minutos que Maleonor iba a acompañarlos, estaban en silencio apreciando como el cielo era cubierto por un manto oscuro hasta hacer presencia del segundo grupo de estrellas; sin querer, Levan coloco su mano sobre la de Lilia, el pequeño murciélago volteó a mirarlo, era la primera vez que se sentía tan tranquilo y cubierto de una calidez al verlo sonreír con emoción cuando las estrellas comenzaron a caer; Lilia no dejaba de ver aquellas estrellas reflejándose en los iris de Levan, y el pequeño cuervo sintió un pequeño flechazo al ver sonreír genuinamente a Lilia tras tantos años. De pronto el cielo comenzó a ser cubierto por nubes muy oscuras, Levan aún no lo sentía pero Lilia sí, era la magia de Maleonor lo que atraía las nubes en todo el Reino.
—¡¡Lilia, ayúdame!!— escucho dentro del castillo el llamado de la princesa.
Lilia no dudo en ir a su auxilió, siendo seguido por Levan porque seguía con esa idea de ser un caballero y cuidar de quienes amaba, independientemente si Lilia quería golpearle luego por hacerle sentir como una damisela en peligro.
—guarde la compostura, no es digno de una princesa ir corriendo por todos lados— la voz femenina del senado le tomaba con fuerza de la muñeca —en este instante volverá a su habitación y reflexionara sobre su comportamiento tan inadecuado para una joven de la realeza que es usted—
—nooo, suéltame ahora mismo— Maleonor tiraba con fuerza de su muñeca, no le importaba tanto la marca que dejara de los dedos de aquella mujer —¡es una orden, suéltame!—
—su majestad esta siendo muy flexible con usted pero eso va cambiar ahora mismo— tiro con fuerza a Maleonor, atreviéndose a tomarle del cabello y levantarle la mano a punto de golpearle.
Lilia corrió lo más rápido que pudo pero no fue lo suficiente para impedir que Maleonor fuera golpeada por la mujer que integraba en el senado, eso le hizo rabiar que saco su espada al ver a la princesa con un notorio enrojecimiento en su mejilla con un par de dedos marcados; pero Levan se puso en medio para que el murciélago no le diera más motivos a aquellos 3 entrometidos para echarlo del Reino de las Espinas.
—no lo hagas, no vale la pena que ensucies tu espada con... alguien tan miserable— Levan se giro para ver aquella mujer que estaba indignada —¿quien se cree para ponerle la mano encima a su majestad Maleonor?—
Lilia se mantuvo en guardia sosteniendo su espada contra la mujer, estirando su mano hacía la princesa para que la tomara y fuera hacía ellos para protegerla; la mujer al ver como Maleonor terminaba detrás de ellos dos, solo se río porque no creía capaces de estar a su nivel y hacía mucho que deshacerse de Lilia estaba muy presente en los objetivos del Senado.
—no le debo explicaciones, mi señor— se cruzo de brazos, mirando discriminadamente a Levan por ser un conde demasiado joven —solo realizo las tareas de su alteza, disciplinando a la princesa como nuestro rey hubiera deseado—
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El jardín de las rosas (Twisted Woderland Disney)
FanfictionAdvertencia: Esta historia contiene LiliaxLevan y un poco de LiliaxMaleonor frustrado. Tras ser acogido en el castillo de la Reina Maleficia Draconia junto a otro noble destinado a desposar a la princesa Maleonor; Lilia comienza su historia como fu...