Aquella expedición tan cercana a los humanos sería tan importante para Levan y los planes diplomáticos que quería llevar a cabo una vez la familia real llegara de visita, había visto algo muy bueno en ellos, seguía conmovido de que a pesar de tener vidas tan cortas vivieran como si el tiempo no pasara volando en ellos, que aprendieran a implementar objetos que compensaran su falta de magia y el modo que se organizaban; esa visita había sido algo muy bueno para él, volvía más grandes sus ilusiones de llevar al reino a un progreso como el humano para aquellas hadas que no contaban con magia debido a su edad o era bastante débil, parecía de nuevo un niño leyendo por primera vez su cuento favorito.
Lilia por primera vez estuvo de acuerdo con el Senado, veía algo peligroso en los humanos, su avaricia y necesidad de acabar todo para su consumo en vez del autosustentó; el Reino de Espinas poseía riquezas, un lugar lleno de magia y grandes recursos, tarde o temprano querrían hacerse con él, pero no sabían de que manera persuadir a Levan y dejara aquel mundo de paz tan deseado; Lilia veía el lado malo por sus numerosas participaciones en combate pero Levan siempre había estado protegido, lo mucho que había visto de la guerra habían sido cuando finalizaban, nunca había estado en un campo de batalla activo.
—tú no sueles estar tan preocupado— la reina se acerco a Lilia quien miraba el jardín de rosas del castillo Escama de Dragon donde había crecido —las rosas están floreciendo muy hermosas como cada año, ¿vigilabas que no fueran a marchitarse para mañana?—
—no es eso, su majestad— Lilia bajo la cabeza, no quería pensar en que mañana tendría que ver a las personas que más amaba... delante de un altar dando sus votos y sellando su "juntos por siempre" —los humanos avanzan más rápido de lo que creí—
—están a nada de tomar esa vieja fortaleza, no sé de que les sirva— intento mantenerse positiva —ahí se solía centrar la Guardia Real para entrenar, mi querido esposo lo construyó para entrenamientos especiales—
—el rey procuraba muchas cosas, incluyendo este jardín—
—sigue igual de hermoso como el día que planto el primer rosal cuando Maleonor nació— una pequeña sonrisa se formo en su rostro —y se llenó con su partida, espero que este jardín continue así, Maleonor es la única que lo cuida y deseo que cada año, una nueva rosa se plante por las manos de sus hijos—
Lilia tuvo un sentimiento amargo que hizo cambiar su expresión por una de tristeza al pensar en que nacería un heredero que juntaría "lo mejor" de las personas que más amaba, no sabía de que manera manejaría la situación, sentía el jardín como algo propio que solo podía compartir con Levan y Maleonor, pensar en que alguien más lo ocuparía, lo hacía sentir que ya no tenía nada que lo uniera a ellos dos.
—primero pensemos en la boda de mañana, su majestad—
—es cierto, mañana se celebrara una nueva unión, espero puedas acompañarme— miró hacía las estrellas —estoy seguro que ellos deben estar también felices, brillan tanto que me da la impresión de que lloran de felicidad— señalo una estrella en especial que brillaba bastante —mira quien esta ahí, esa pequeña enamorada, me pregunto... ¿a quien quiere acompañar en sus penas?—
Lilia no pudo responder que posiblemente se trataba de él; tenía que descansar lo antes posible antes de que volvieran esos pensamientos de querer oponerse a la boda usando de escusa que ninguno de los dos novios estaba de acuerdo pero, sabía cuales serían las consecuencias, no importaba que fuera el acogido de la reina, el senado querría castigarle y suficiente tenía con tener que verlos casi del diario.
Cuando llegó a su antigua habitación, cerro la puerta y las ventanas para poder mantenerse casi a oscuras, siendo la única fuente de iluminación una pequeña vela junto a su cama, se resistía a no apagarse el resto de lo que quedaba de la noche. En algún momento Lilia se quedo dormido, siendo el golpeteo de su ventana lo que lo despertó para ir a ver de que se trataba, era Levan en su pequeña forma de cuervo.
—ow su majestad, debe estar muy nervioso por su boda que ha venido a distraerse seguramente conmigo, que pena— hablo con sarcasmo Lilia.
—en parte no podía dormir, necesitaba verte y saber que no piensas desaparecer— cuando Lilia se alejo de la ventana, tomo de nuevo su forma común, abrazando por detrás a Lilia sin pensarlo —dime que no piensas irte del Reino—
—¿de que demonios hablas?— no hizo esfuerzo alguno por apartarlo —no pienso desertar, te he dicho millones de veces que no dejaría a Maleonor—
—¿y que hay de mi?— lo atrapo más en sus brazos, necesitaba escuchar una respuesta clara antes de tan siquiera pisar el altar, saber que casarse con Maleonor aseguraría algo más que diplomático —Lilia, ¿tu me amas? ¿te quedarías en el Reino también por mi?—
Lilia se sorprendió por aquellas palabras, sintiendo algo de culpa por pensar solo en Maleonor y no en Levan en cuento a fidelidad.
—te volverás el rey, así que...—
—¡¡no quiero que lo digas!!— interrumpió al murciélago —no quiero que te quedes porque yo te lo pido sino porque tú lo deseas, no quiero que te comprometas conmigo solo por una cuestión social sino porque en verdad quieres y lo sientes—
—Levan... solo soy un sucio murciélago, no soy digno de ser la espada del dragón y mucho menos volar a tu lado—
—Lilia eres más que eso, sin ti nos perderíamos, eres vital para Maleonor y para mi, no eres un murciélago que la reina recogió y acogió en su castillo—
Lilia sintió unas cálidas lagrimas cayendo hacía su hombro que lo hicieron voltear para ver el rostro de Levan, era igual de pálido que siempre pero había un notorio rubor causado por intentar contenerse, haciendo que la sensación fuera cálida al tacto, tan tentadora en una noche fría que no pudo evitar tomar sus labios en un suave beso que fue devuelto por el cuervo una y otra vez hasta que olvidaron de lo que hablaban, dejándose llevar por el cariño reprimido que se tenían aquella última noche que tenía para estar juntos.
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El jardín de las rosas (Twisted Woderland Disney)
FanfictionAdvertencia: Esta historia contiene LiliaxLevan y un poco de LiliaxMaleonor frustrado. Tras ser acogido en el castillo de la Reina Maleficia Draconia junto a otro noble destinado a desposar a la princesa Maleonor; Lilia comienza su historia como fu...