A pesar de que eran altas horas de la noche, aún había trabajo que hacer, los últimos ensayos antes del ensayo general y una gran cena en donde el General de Izquierda abandonaría su labor y pasaría su mando a otra hada, una celebración pequeña que la reina quería aprovechar antes de que Maleonor tomara su rango en la Guardia Real, mostrándose orgullosa por las habilidades físicas y la magia que su hija había desarrollado, pero en el fondo, sin mostrar su preocupación por lo "testaruda" que a veces se volvía por poseer mayor poder que cualquier antigua hada que sirviera en el reino, tendría que confiar en sus elecciones y en aquellos que acompañaban a su única hija.
Levan y Lilia fueron informados una vez más sobre el ensayo general, Maleficia esperaba que Levan lograra dominar su aterrizaje ya que la "entrada de las hadas" no podía ser por la puerta principal, él tendría que bajar poco a poco hasta que sus pies tocaran el suelo estando delante de los tronos para mostrar sus respetos; Lilia al no ser un noble y ser parte de la Guardia, no tenía que ensayar nada, él entraría por la puerta principal junto a las demás tropas, realizar una reverencia y mantenerse de pie toda la ceremonia hasta que Maleonor se le entregara su cetro junto a la piedra "brillo de princesa". Para la cena no había grandes detalles, solo su molesto general se retiraría y la cena era para brindarle honor y agradecimiento por sus años de servició, para el día siguiente se sabría quien sería la pobre alma que tomara su lugar, se apiadaba del pobre que fuera elegido ya que tendría que hacer su juramento de lealtad sin ensayarlo a un día de la preciada fiesta de Maleonor.
—no, de nuevo— ordeno Lilia —estas agitando con demasiada fuerza las alas, estás bajando en vertical y no en diagonal—
Levan se encorvo tomándose de las rodillas —dame un respiro, mis alas no pueden sostener mi peso—
—Levan, el ensayó principal es mañana a medio día, tienes que hacerlo bien o estarán hablando de ti durante la cena— le arranco una de sus plumas —no puedo dejarte descansar si darás ese mediocre ensayo—
—te juro que no puedo hacerlo— levantó la cabeza, notándose como el sudor caía por su rostro —por más que practique en la sala del trono, en los jardines, en casa y en tu habitación... no puedo, mis alas me pesan si no aleteo—
Lilia paso a ponerse detrás de él, mirando lo largas que eran las alas de Levan, tan pesadas que se arrastraban al solo caminar y de un vivo color negro con reflejos morados; estiro una de ellas, su peso era adecuado, pasando por debajo para engancharse del cuello de su amigo y dar un salto para que le cargara en sus brazos.
—no sabes repartir tu peso, vamos... de nuevo— ordeno señalando con la cabeza que subiera hasta el ventanal —si mi teoría es cierta, te daré mi peso en piedras mágicas que llevaras ocultas en tus ropas—
Levan no se negó, pero se sentía nervioso al tener en brazos a Lilia, su silueta delgada era compensada en peso por las numerosas cuentas de material mágico que llevaba para protegerse, su tamaño era perfecto pero sus pensamientos "curiosos" le distraían, por más que hubiera visto a Lilia con pocas prendas, tenía curiosidad en su cuerpo que no perdía ese encanto delicado y un tono de piel tan claro a pesar de las numerosas quemaduras por el sol, sin mostrar tan siquiera manchas de paño (melasma) por su constante estrés o al menos cicatrices, ¿cómo era posible que no tuviera cicatrices? apostaba que las facciones del rostro de Lilia serían hermosas si tan solo no se la pasara frunciendo todo el tiempo el ceño. Sin darse cuenta, termino por hacer aquel intento todo un éxito, pudiendo desplomarse al sentir alivio por lograrlo, abrazando a Lilia de la cabeza para evitar que se golpeara al caer.
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El jardín de las rosas (Twisted Woderland Disney)
FanfictionAdvertencia: Esta historia contiene LiliaxLevan y un poco de LiliaxMaleonor frustrado. Tras ser acogido en el castillo de la Reina Maleficia Draconia junto a otro noble destinado a desposar a la princesa Maleonor; Lilia comienza su historia como fu...