Las pocas veces que Levan se comportaba serio era cuando tenía que ver con los humanos y con las relaciones diplomáticas, fuera de eso parecía un niño emocionado al conocer a su héroe de toda la vida. Las relaciones con los humanos comenzaban a tensarse y más cuando un humano cometió el error de robar en el río de joyas creyendo que aquellas piedras preciosas solo eran objetos y no seres vivos que estaban siendo amenazadas en su propio hogar.
Maleonor había sido quien había detenido al humano, lastimándolo por haberle hecho daño a un habitante de su reino, no estaba para nada contenta y si hubiera sido por ella hubiera usado su rayo para realizar un juicio, pero en su lugar tuvo que usar su piedra mágica para curar al humano, muy a regañadientes pero solo Levan le había hecho entender que los humanos eran criaturas sumamente frágiles que no sobrevivirían a tan poder mágico; Levan tuvo que realizar un viaje a la capital humana de última hora y disculparse personalmente, pero Maleficia se sintió completamente indignada, ¿por que tendría que ser su reino que se disculpara por tales actos? para ella era normal que si cometías un delito entonces fueras castigado, pero ya era tarde para pedir la cabeza de aquel humano, Levan lo había protegido.
—ha tardado demasiado— Lilia interrumpió en la biblioteca donde estaba Maleonor —dame la autorización para ir a buscarlo—
—va volver, tiene que hacerlo— Maleonor miraba por la ventana mientras abrazaba contra su pecho el preciado libro de Levan.
—Maleonor no seas ilusa, Levan lleva casi un mes fuera del reino y no hemos tenido noticias ni del escuadrón que fue a escoltarlo— levanto con fuerza la voz —debiste dejarme escoltarlo, ahora mismo estaría en casa—
—va a volver— Maleonor se levanto, parecía en trance.
Lilia apreto con fuerza los dientes antes de salir de la biblioteca, estaba frustrado porque no le permitían salir del castillo para ir a la búsqueda de Levan, tenía un mal presentimiento y el sentimiento era tortuoso sabiendo que Levan no sabía defenderse, su practica en la espada era ineficiente y su cuerpo no era tan resistente para el combate cuerpo a cuerpo; lo miraran por donde lo miraran, el era un cuervo cuya magia era fuerte pero su defecto fatídico era su bondad.
—¡¡ha vuelto!!... ¡¡su majestad ha vuelto!!— hablo una de las hadas que ayudaban en la cocina.
Lilia corrió hacía la entrada principal, tenía una enormes ganas de golpear a Levan por no haberlo llevado consigo pero su sorpresa fue otra; ante él no estaba Levan sino Maleficia quien portaba un rostro entristecido y algo sombrío, le era familiar pero el mínimo intento de recordar le hacía sentir jaquecas, tenía que ver con su infancia y Lilia solo lo dejo en que ese rostro era sido el mismo con él que la reina había reaccionado ante la noticia de la muerte de los padres de Lilia y su esposo.
Maleonor estuvo delante de Lilia y lo abrazó cubriéndolo con su capa, Lilia sintió nostalgia, ¿por que la reina actuaba de la misma manera que cuando le recogió? aunque no había recibido ese tipo de afecto en un largo tiempo por parte de ella, sentía que ese abrazó lo necesitaba más que cualquier otra cosa, dudando en si podía también abrazarle pero antes de siquiera intentarlo el Senado ya estaba con sus represarías.
—¡¡apártate de su majestad!!— grito una de las voces masculinas que brillaba con intensidad.
—¿majestad se encuentra bien?— una de ellas se acerco cuando Lilia comenzó a sostener a la reina antes de que sus piernas se doblaran —llamen al medico real, ¡rápido!—
—Lilia, ayúdame a ir a mis aposentos, anda... se buen hijo para mi— hablo en voz baja pero permitiendo que el Senado le escuchara.
—claro, majestad— Lilia paso el brazo de la reina por detrás de su cuello, ayudándole a andar de una manera "indigna" para ella y más porque su cintura estaba siendo tomada.
Cuando la reina se pudo recostar en la cama, miro a Lilia junto a su cama, tomando su rostro le dedico tanto una pequeña caricia en la mejilla como una sonrisa antes de suspirar y esa sonrisa desapareciera.
—ya no estoy en edad para emociones fuertes— confesó.
—sería bueno que reposara por unos días y deje que Maleonor se haga cargo de sus labores, también ayudare en todo lo que pueda en la Guardia— sugirió Lilia.
Maleficia negó con la cabeza —no quisiera que tengan que dejar este castillo por irse al que esta fuera de la capital real, sé que ese ha sido un sueño que ustedes tienen de pequeños pero... no podría dejarlos solos sabiendo que las cosas están tan tensas entre los humanos y nosotros—
—protegeré a sus majestades incluso con mi vida— Lilia estaba a punto de arrodillarse para hacer aquella promesa pero Maleficia le golpeo la cabeza para evitarlo.
—si están contigo no tengo de que preocuparme, confió en ti, Lilia—
Esas palabras resonaron en Lilia y lo haría nuevamente en algún momento cuando la tragedia marcara en él; por lo mientras solo debía estar al tanto de pequeños detalles, que por suerte la salud de la reina no era nada de que temer, por lo mismo de su longeva edad tenía momentos en los que enfermaba y necesitaba estar en cama, permitiendo que Maleonor tuviera mayores libertades aunque, ante la ausencia de Levan, el castillo se sentía más silencioso que en otras ocasiones hasta que por fin, Levan regreso con su escolta.
Los motivos de su larga ausencia fueron que los humanos no querían ceder, estaban indignados por el comportamiento de las hadas y exigían un dote como disculpa, claro que Levan se negó tras evidenciar el daño que los humanos estaban causando con sus expansiones en el Reino de las Espinas, casi había una declaración de guerra pero por suerte los humanos se sintieron satisfechos con unas cuantas piedras brillantes y material con el que se forjaba las armas especiales de los escuadrones de la Guardia Real. Pero aquellas excusas no fueron suficientes para Lilia y mucho menos para Maleonor, haciendo que prometieran que Levan no volvería a ponerse de nuevo en peligro por un estúpido capricho humano y menos cuando iba a ser padre, esta noticia dejo a más de uno en shock, era un motivo de celebración pero Lilia decidió tomar distancia y fingir que volearía por la salud de la reina para no asistir a nada que tuviera que ver con la relación de sus amigos.
—los nacimientos deberían ser motivo de alegría, ¿por qué no es así para mi?—
Lilia caminaba por los pasillos exteriores que conectaban las torres, deteniéndose en una torres en especial que era utilizada para la incubación de huevos de dragón; sintiendo aun la magia del anterior rey, pasando la noche en la torre mientras miraba como seguían celebrando por el futuro nacimiento de un heredero.
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El jardín de las rosas (Twisted Woderland Disney)
FanficAdvertencia: Esta historia contiene LiliaxLevan y un poco de LiliaxMaleonor frustrado. Tras ser acogido en el castillo de la Reina Maleficia Draconia junto a otro noble destinado a desposar a la princesa Maleonor; Lilia comienza su historia como fu...