Capítulo 37

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Una mano le dio tres toques en el hombro. Avad se giró, encontrándose con el rostro de Aloy. Ella habló, pero la música y el jolgorio taparon su voz, así que hizo gestos que pedían ir a hablar a un lugar más tranquilo. Ágilmente se escabulleron entre la muchedumbre, logrando, sin saber muy bien cómo, pasar inadvertidos. Probablemente sería gracias al ruido y a la bebida que los mantenía a todos distraídos.

—¿Todo bien? —preguntó el monarca.

—Sí, sí... Quería decirte que ahora es un buen momento para enseñarte algo que nos quedó pendiente cuando llegamos aquí... ¿Te acuerdas?

—Sí, por supuesto lo recuerdo. —respondió sin poder apartar la mirada de sus ojos— ¿Estás segura de que es una buena idea?

—Claro, este es el mejor momento, todos están en la fiesta, pero si te parece muy arriesgado, que lo entiendo, podemos dejarlo para más adelante.

—La verdad... me encantaría entender lo que trataste de explicarme mientras Teersa oraba por nosotros. —admitió— Quiero ir. —entonces, ella tomó su mano, y comenzaron a caminar sendero arriba. Acompañados por la luz de la luna, subieron por el camino mientras Aloy encendía de vez en cuando su foco para comprobar el perímetro. Entonces, sobresaltó a Avad agarrándolo de la muñeca y tirando de él para esconderse tras una de las casas de madera— ¿Qué ocurre? —susurró desconcertado.

—Lansra. Está bajando de la Montaña Sagrada. —contestó. La mujer pasó murmurando malhumorada sobre la "inapropiada" fiesta que habían montado.

—Pero... ¿No estaban todos en la fiesta? —preguntó con preocupación pensando que lo que estaba por hacer podría ser considerado una gran, mejor dicho, enorme ofensa. Salieron de su escondite y continuaron subiendo. Fue entonces cuando la Nora se dio cuenta de su inquietud y tomó su mano mientras decía:

—Nadie nos va a ver. Teniendo en cuenta que prácticamente todo el mundo menos Lansra estará en la fiesta y que tengo experiencia infiltrándome en sitios vigilados, es imposible que nos pillen. Aún así, en el improbable caso de que vea que se puede complicar la cosa, prometo que nos damos la vuelta. —el Rey Sol se dio cuenta de que realmente era algo importante para ella. Eso sumado a su experiencia colándose en lugares sin ser vista, le dio seguridad. Al fin y al cabo, ella lo había salvado de Dervahl, sin duda uno de sus enemigos más hábiles, y se había colado en medio del espectáculo en el Anillo del Sol para rescatarlo de una muerte segura— Además si ellos se ponen cabezotas, yo me puedo poner aún más. —ambos rieron.

—Alguna noticia sobre ello me llegó de cuando fuiste a la embajada. —respondió con una sonrisa. Luego añadió— Te sigo a donde me lleves, Aloy. —con tono seguro y solemne. Ella le sonrió, y continuaron su recorrido hasta que llegaron a la puerta. Encendió su foco para ver quién había. Suspiró— ¿Ves a alguien?

—Sí... Está Resh... Nadie importante, solo no nos llevamos bien. Está más adelante. Ven, vamos a entrar. Si te fías de mí, podremos llegar sin problemas. —entraron en la estancia en silencio. Avad estaba totalmente pendiente de ella, esperando cualquier señal suya de avanzar o frenar. Entonces, pararon en una esquina— Cuando cuente hasta 3, caminaremos muy deprisa haciendo el menor ruido posible hasta el final del pasillo. —él asintió. La cazadora activó su foco y se quedó mirando. El hombre caminaba despacio hacia adelante. Se aproximaba a una bifurcación. La joven deseó con todas sus fuerzas que girase a la derecha y así les dejase el paso libre— Una... —empezó la cuenta regresiva. Cada vez estaba más cerca— Dos... —llegó a la esquina y, afortunadamente, la dobló. Perfecto. Aloy esperó unos segundos antes de decir el último número— y... tres. —los dos avanzaron rápidamente hasta que llegaron a la puerta que precedía a la gran cavidad sagrada. Aloy apoyó la mano en el círculo de la puerta de metal y ésta se abrió. Entraron en la sala cerrando tras de sí, para luego avanzar despacio por la sala— Espérame aquí. —ordenó haciendo que él se parase al pie de la escalera que conducía a la gran puerta.

Después de la GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora