1. El dia de la traicion

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Yamikumo un hermoso omega de ojos negros se encontraba recolectando flores nomeolvides para usarlas con el traje que utilizara esa noche, era un día importante para él y para la manada pues esta noche se realizaría la sucesión de liderazgo del Alfa Monoma a su único hijo Neito Monoma y su destinado.

Aunque descubrio que éran destinados hace unos años, le dijo que lo mantuviéran en secreto para anunciarlo a todo el mundo el día de la sucesión del liderazgo de la manda "ocaso brillante", estaba muy emocionado. Termino de recogerlas y con emocion se dirigió a la casa principal de la manada. Él vivía ahí pues su padre Hisashi Midoriya era la mano derecha del actual líder, iba camino a su habitación pues tenía que arreglarse.

Subió las escaleras, su habitación estaba al final del segundo piso, de repente escucho gemidos salir de una de las habitaciones, "¿Es enserio, justo hoy?", se pregunto mentalmente, pues sabia que algunos miembros de la manada solían ir a las habitaciones del segundo piso a intimar con sus parejas o con algún omega o beta que se prestaba para esas situaciones, no quería saber quienes estaban haciendo esas cosas así que siguió avanzando, pero de repente se detuvo, ese aroma.

Ese aroma que conocía perfectamente se detuvo no quería entrar pero tenia que comprobar con sus ojos lo que sus sentidos le decían, empujo la puerta y vio a su hermana y a su alfa acostados teniendo intimidad que le resultaba dolorosa de presenciar. Su corazón se hundió al ver la traición ante sus ojos. Se quedó paralizado por un momento, sintiendo como si el mundo se desmoronara a su alrededor.

Neito fue el primero en reaccionar – Yamikumo, ¿Qué estas haciendo aquí?, no es lo que parece – agrego

– ¿Qué no es lo que parece? – Preguntó molesto con el corazón doliéndole como nunca - ¿Desde cuando te has acostado con mi hermana?

Neito se puso rápidamente su ropa e intento acercarse a Yamikumo, mientras que su hermana seguía en la cama con la sabana cubriéndole el cuerpo.

– Yamikumo, por favor, déjame explicarte – dijo Neito con desesperación en su voz.

– No hay nada que explicar. Lo vi con mis propios ojos. No necesito más mentiras – respondió Yamikumo, sintiendo el peso del dolor en su pecho.

La puerta se abrió y por el entro el líder de la manada y su luna – Neito, ¿Qué esta pasando aquí? – preguntó al ver la escena - ¿Te acostaste con Himiko?

-Padre, no es... - Neito intentaba excusarse, pero se escuchó la risa de Himiko quien se sentó en la cama

-Lo siento Líder, pero si Neito y yo nos amamos, tenemos tiempo acostándonos y estábamos celebrando por adelantado.

Yamikumo no podía creer lo que escuchaba, ¿Era su hermana una cínica?, solo sus padres, su hermana, Neito y los padres de Neito sabían que ellos eran destinados y que se suponía que a él le darían el titulo de luna por ser el compañero del líder de la manada.

-¿Qué se aman? – pregunto la madre de Neito

En ese momento los padres de Yamikumo entraron a la habitación vieron todo el show que habían armado sus hijos.

-¿Qué significa esto? – pregunto Hisashi

-¿Acaso no es obvio? – Pregunto Himiko con descaro – Neito y yo nos amamos y el hoy iba a hacerlo oficial frente a todos, estábamos festejando por adelantado.

-Yamikumo, debes entender – intentó mediar Neito – somos cambiaformas, tu ya pasaste la edad en la que se supone debes transformarte, necesito a una compañera fuerte y Himiko entiende mi posición como líder, ella es una omega fuerte y valiente, perfecta para ser la luna de la manada.

Yamikumo sintió como si el suelo se desvaneciera bajo sus pies. Todo este tiempo, había mantenido su relación con Neito en secreto por respeto a su deseo de anunciarlo en un momento especial, pero ahora se daba cuenta de que nunca había sido más que un peón en el juego de poder de su familia. Su corazón se llenó de dolor y traición.

– ¿Es eso todo lo que soy para ti, Neito? ¿Un simple sacrificio por el bien de la manada? – preguntó, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con brotar.

– Yamikumo, por favor, entiende – suplicó Neito, acercándose a él – Tu seguirás siendo mi compañero solo que, a las sombras, la verdadera Luna serás tu pero tu hermana lo será en el frente de todos. Es lo mejor para todos nosotros.

– No puedo creer que me hayas utilizado de esta manera, Neito – murmuró, sintiendo un nudo en la garganta – Pensé que lo nuestro era real, pero todo este tiempo has estado jugando conmigo.

– Yamikumo, hijo – llamó su madre – acepta la propuesta de Neito, tu seguirás siendo su compañero y tu hermana será la Luna, es un buen trato ambos vivirán bien dentro de la manada.

Yamikumo no podía creerlo, su propia madre le estaba pidiendo aceptar la horrible propuesta que le daban, ¿Era de verdad?, sus padres nunca lo trataron con amor y cariño, era mas como una molestia pero aun así los respetaba pues eran sus padres, el resto de la manada también lo veían desde arriba pues, al no poder transformarse en un lobo, era el eslabón mas débil de la manada y por lo tanto era objeto de burlas y menosprecio. Todo esto se estaba volviendo demasiado para él.

– ¿Cómo me puedes pedir que acepte semejante trato, mamá? –pregunto Yamikumo con voz temblorosa, luchando por contener su angustia – ¿Cómo puedo seguir siendo parte de una manada que me trata como si fuera un simple peón en su juego de poder? ¿Cómo puedo seguir creyendo en el amor y la lealtad cuando todo lo que veo a mi alrededor son mentiras y traiciones?

– Yamikumo, por favor, no lo veas de esa manera – dijo Neito con sinceridad en su voz – Yo te amo, de verdad. Pero como líder de la manada tengo que tomar decisiones difíciles, y mi compromiso con el bienestar de todos es mi prioridad. Himiko comprende eso, ella está dispuesta a sacrificarse por el bien de la manada, al igual que tú.

–Bien, entonces de ser así, te dare mi sacrificio – agrego con dolor en su voz, cerro con fuerza sus ojos y al abrirlos cambiaron ligeramente de color a una tonalidad verdosa – Yo Yamikumo Midoriya, miembro de la manada "Ocaso brillante" te rechazo a ti Neito Monoma como mi compañero – agrego sin titubeos

Algo dentro de ambos se rompió, sintieron un gran vacio en sus pechos, el omega no pudo más y salió corriendo de la habitación con lágrimas derramándose, nadie se molestó en detenerlo.

Yamikumo corrió hasta llegar a los limites del territorio de la manada, si se iba y al no tener ya una manada sería un lobo solitario. Pero en ese momento, la idea de estar solo era preferible al dolor y la traición que sentía en su interior. Se adentró en el bosque, dejando atrás todo lo que alguna vez había conocido, buscando un nuevo comienzo lejos de las mentiras y las decepciones.

De repente sintió un terrible dolor en su cuerpo, cada hueso sentía que se estaba quebrando no entendía que le pasaba el dolor era tanto que comenzaba a perder la conciencia, pero escucho pasos y voces que parecían lejanas.

– Es un omega – se escuchó una voz –¿Cómo es que llego aquí?

–No lo sé, pero parece que es su primera transformación

–Hay que llevarlo con el líder, él sabrá que hacer

Sintió que lo cargaron no entendía que pasaba, todo el cuerpo le dolía, pero ya no importaban nada, perdió el conocimiento sin saber quiénes eran los que lo ayudaron y a donde lo llevaban.

Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora