6. Revelaciones

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Izuku estaba a punto de responder cuando su padre puso una mano sobre su hombro.

–Definitivamente joven Monoma, usted está en un error, mi hijo nunca fue miembro real de la manada Oasis Brillante, su verdadero nombre es Izuku Yagi, y agradecería que le hablara con el respeto que se merece y nos evitemos problemas innecesarios, por otro lado, estoy al tanto que lamentablemente mi hijo tuvo un vínculo con usted, pero ya fue rechazado, por lo que le pido de la manera más atenta deje de decir que MI hijo es su omega. Ahora, si me disculpan, mis hijos y yo nos retiraremos. – soltó con una autoridad y frialdad que Izuku en el tiempo que ha estado con sus verdaderos padres había visto, la mirada de su padre podría bien congelar a cualquiera.

Mirio y Toshinori se retiraron del lugar, llevando consigo a Izuku, quien se sentía aliviado de dejar atrás esa situación incómoda mientras que los miembros de la mañana Oasis Brillante estaban entre atónitos y molestos.

Una vez fuera del alcance auditivo de Neito y Himiko, Mirio se detuvo y puso una mano en el hombro de Izuku.

–¿Estás bien, hermano? –preguntó, con preocupación en su voz.

–Sí, estoy bien –respondió Izuku, con una sonrisa agradecida–. Gracias por venir en mi ayuda,

–No tienes que agradecer, Zuzu. Estoy aquí para protegerte siempre –aseguró Mirio, con una sonrisa –. Ahora, vamos que quiero presentarte a unos amigos de otra manada.

Luego de ese incidente la manada Oasis Brillante decidió retirarse del evento, cuando iban saliendo la manada Imperial fue anunciada el rey Lycan había llegado.

Todos los invitados al evento hicieron paso para dejar pasar a los miembros de la manada Imperial, Izuku los veía desde la distancia con desinterés, realmente solo quería pasar un rato agradable con su familia y olvidar el desagradable encuentro que tuvo con su ex manada.

Los miembros de la manada Imperial estaban compuestos por cinco personas, Izuku a lo lejos pudo distinguir a un Alfa Pelirrojo, un Omega rubio, un Alfa pelinegro y un Alfa bicolor y por último el que suponía era el rey Lycan aunque a su distancia y con la gente que se conglomero a su alrededor parecía difícil distinguirlo claramente. Sin embargo, no le prestó mucha atención y se centró en disfrutar el resto de la velada con su familia y amigos.

Por todo lo que había pasado sin querer se había tomado varias copas de sweet moon, una bebida extremadamente dulce que no se notaba para nada la carga de licor, comenzó a sentirse mareado y con la cabeza nublada. Se separó del grupo y se dirigió hacia el balcón, buscando aire fresco para despejar su mente.

Cuando llegó al balcón, se apoyó en la barandilla y respiró profundamente el aire nocturno, pero en lugar de sentirse mejor el viento lo golpeo mareándolo más, la barandilla era muy baja y de repente sintió que perdía el equilibrio. Izuku intentó sujetarse, pero era demasiado tarde. Se resbalo cayendo al vacío, el viento silbando en sus oídos, pero no podía pensar con lucidez no entendía que es lo que pasaba.

Logro vislumbrar una figura rápida se lanzó desde el balcón, sosteniéndolo antes de que tocara el suelo, pero perdió la conciencia lo último que escucho fue una voz profunda y ronca – Mio, mi destinado

Cuando finalmente volvió en sí, se encontró recostado en una cama, su cabeza le daba vueltas.

–¿Izuku? –escuchó una voz familiar, llena de preocupación. Levantó la mirada y vio a su madre, a su lado, junto con Mirio y Tamaki.

–¿Dónde estoy? –preguntó Izuku, sintiendo un fuerte dolor de cabeza.

–Estás en tu habitación, hijo –respondió Inko, con una expresión preocupada–. Te desmayaste en el balcón durante la fiesta. Por suerte, Tamaki te encontró le avisó a Mirio y a tu padre, y regresamos a la manada.

Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora