Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)

12. Permiso de cortejo

La noticia sobre el ataque del hijo menor del líder y su yerno de la manada Bosque Verde se extendió en todo el territorio, hasta llegar a los oídos del rey Lycan, quien estaba furioso, pero no podía ir a ver a su omega aun, estaba terminando de preparar todo para iniciar con su cortejo, pero mando a dos de sus guardias más confiables para la seguridad de Izuku.Yagi se sorprendió cuando vio a los dos guardias de la manada imperial afuera de su mansión con un mensaje de su rey, donde informaba que a partir de ese momento ambos serían la escolta personal del joven omega

–Líder Yagi, yo soy Hanta Sero y él es Denki Kaminari – se presentó el Alfa pelinegro – seremos los escoltas personales de nuestra futura Luna, Izuku Yagi

–Es un honor contar con su protección, Sero y Kaminari. Agradezco enormemente la preocupación y el cuidado que su rey tiene hacia mi hijo. Estoy seguro de que trabajarán diligentemente para garantizar su seguridad –respondió Yagi con sinceridad.

–Por supuesto, líder Yagi. La seguridad y el bienestar de Izuku son nuestra prioridad absoluta. Pueden confiar en nosotros para protegerlo en todo momento –declaró Sero.

–Estaremos atentos y vigilantes, asegurándonos de que ningún daño llegue a nuestro futuro Luna –agregó Kaminari.

–Líder Yagi, ¿Podría hablar con usted en privado? – preguntó Hanta – Hay algo que nuestro rey me pidió personalmente solicitarle a usted.

–Por supuesto joven Sero, joven Kaminari mi hijo está en el jardín sin sigue ese camino lo encontrará, cuando me desocupe les daré un recorrido por la casa.Kaminari hizo una reverencia y salió en dirección al jardín para encontrarse con Izuku, mientras Sero y Yagi iban al despacho del líder para hablar con privacidad.

–¡Izuku! – grito Denki al ver al peliverde caminando entre los rosales, corrió hasta él y lo abrazo con efusividad.

–¡Denki! –exclamó Izuku algo sorprendido – ¡Qué sorpresa verte aquí!

–Kats nos envio a mí y a Hanta – respondió mientras se separaba del abrazo, tomo el antebrazo de Izuku y lo guio hasta una banca cerca del jardín donde estaban – Nos asustamos mucho cuando nos enteramos del atentado contra ti y tu cuñado, Kats estaba fúrico, no recuerdo cuando fue la última vez que lo vi con esa aura, quería ir a incendiar a la manada Oasis, pero al final sus padres lograron calmarlo, pero Kats advirtió que si ellos salen con alguna otra locura nadie lo detendrá esa vez.

–Lo siento mucho, Denki. No fue mi intención preocupar a nadie –respondió Izuku, sintiéndose culpable por lo que había pasado – Pero estoy bien, gracias a Mirio y al equipo de seguridad de la manada.

–Nos alegra saber que estás bien, Izuku. Si te hubiera pasado algo Kats personalmente haría arder a toda la manada Oasis Brillante por eso, lo hubieras visto, Eiji y Shoto intentando retenerlo, sus padres frente a él intentando calmarlo – comentó suspirando al final– para evitar futuros incidentes nos envió a mí y a Hanta como tus escoltas personales, en estos momentos Hanta está hablando con tu padre.

–¿Realmente Kacchan se puso así?

–Bueno eres un omega, tu seguridad es una de sus prioridades, sus padres casi lo mandan al calabozo hasta que su madre propuso enviarnos a nosotros, fue de manera de cómo se tranquilizó.

Los omegas continuaron hablando mientras en el despacho Yagi y Sero se encontraban hablando sobre los planes del rey Lycan

–¿Qué es lo que el rey Lycan quiere pedirme personalmente, joven Sero? –preguntó Yagi

–El rey Katsuki quiere solicitar su permiso para iniciar formalmente el cortejo con Izuku –respondió Sero, con respeto en su tono–. Él desea cortejar a Izuku de manera adecuada y tradicional, pero quiere asegurarse de contar con su consentimiento y aprobación como el padre de su omega.

–Es un honor que el rey Lycan desee cortejar a Izuku de manera formal. Acepto su solicitud por lo que le doy mi consentimiento y aprobación para iniciar el cortejo con mi hijo –respondió Yagi, con sinceridad y gratitud–. Por favor, transmita mis mejores deseos a nuestro rey Katsuki.

–Lo haré, líder Yagi. El rey estará encantado de recibir su bendición para iniciar el cortejo con Izuku –respondió Sero, con una sonrisa – De ser así la siguiente semana recibirán la visita de su Alteza y los reyes eméritos.

–Entiendo. Estoy seguro de que la visita de sus Altezas será un honor para nuestra manada. Estaremos preparados para recibirlos adecuadamente –afirmó Yagi

Luego de la conversación entre ellos, salieron del despacho para ir a reunirse con Izuku y Denki. Donde le informaron sobre la próxima visita de Katsuki a la manada.Los días siguientes estuvieron llenos de preparativos para la próxima visita de la manada imperial. Mirio estaba al pendiente de todas las reuniones, limpieza y decoración de la mansión junto con Tamaki, que al ser los siguientes lideres de la manada, Yagi pensó que sería una gran oportunidad para su hijo el aprender a manejar este tipo de eventos, aunque Mirio no le agradaba tenía que mostrar su valía como futuro líder.

Finalmente, llegó el día de la visita. La mansión estaba impecable, decorada con flores y banderas para dar la bienvenida a los reyes eméritos y al rey Lycan. Izuku estaba desesperado, ya quería ver a su Alfa, con la ayuda de Tamaki había elegido cuidadosamente el atuendo que luciría ese día, se había puesto un hermoso traje formal en color plata con verde y que resaltaba su belleza y elegancia.

La caravana de autos de lujo se detuvo frente a la entrada principal de la mansión de la manada Bosque Verde. El personal de la manada se alineó a ambos lados del camino para recibir a sus ilustres invitados. Mientras que, en la entrada principal de la casa, estaban los lideres Toshinori e Inko, con Mirio y Tamaki a lado de su padre e Izuku a lado de su madre, detrás de Izuku a cierta distancia estaban Sero y Kaminari.

Del primer auto descendieron tres Alfas, a una de ellas Izuku ya lo conocía, Eijiro Kirishima, un bicolor y un peliblanco. Luego bajaron del tercer auto dos betas un rubio de ojos marrones dorados y un castaño de ojos dorados.

Se acercaron al auto de en medio, Eijiro se dirigió a la puerta y la abrió, primero bajo un omega bajito de cabello castaño, claramente era el consorte emérito, seguido de una Alfa rubia ceniza quien era la reyna emérita, avanzaron unos pasos para darle paso a Katsuki, quien salió con todo el porte y majestuosidad propia de su posición como rey. Su mirada se encontró con la de Izuku y una sonrisa cálida y amorosa se formó en sus labios al ver a su omega.

Comenzó a avanzar a la entrada donde estaba su amado, Izuku no pudo evitarlo y corrió hacia su alfa y lanzándose en sus brazos. Katsuki lo recibió con los brazos abiertos, envolviendo a su omega en un cálido abrazo. Se separaron lo suficiente como para poder mirarse a los ojos, pero sin soltarse.

–Te extrañé, amor –susurró Katsuki, acariciando la mejilla de Izuku con ternura.–Y yo a ti, Kacchan. No sabes cuánto –respondió Izuku, con sinceridad en su voz.Avanzaron tomados de la mano hasta la entrada donde aún los esperaban la familia de Izuku

–Es un placer tenerlos aquí, sus Altezas –saludo Yagi, con respeto–. Espero que disfruten de su estancia en nuestra manada.

–El placer es nuestro, líder Yagi –respondió el rey emérito con una sonrisa amable–. Estamos felices de estar aquí y poder conocernos mejor

–Por favor, acompáñenme al gran salón – señaló Mirio tomando de la mano a Tamaki y guiando a los invitados, quienes entraron.

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*Reyes eméritos: reyes que declinaron seguir en el trono para entregárselo a su sucesor en este caso Katsuki.