10. Despedida temporal

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Los días pasaron y el rey Lycan iba por su omega a la cabaña de Bosque Verde y lo iba a dejar cada noche, durante el día se la pasaron cerca uno del otro observando los eventos o participando juntos en algunas actividades. Nadie se atrevía a cuestionar o preguntar si quiera por la cercanía que tenía ese omega con su Rey, los momentos en los que Bakugo no podía estar con su omega por los deberes que tenía, eran Denki y un Alfa pelinegro Hanta quienes lo acompañaban en todo momento.

Mirio por su parte veía la interacción de su hermano con el rey Lycan y realmente estaba feliz de ver a Izuku sonreír con tanta naturalidad, realmente esto era lo único que le faltaba a su hermanito. La oportunidad de tener a un destinado para él. Además, notaba como Bakugo lo complacía hasta en lo más mínimo, los mimos que no le importaba demostrarlos en público, y el hecho de que haya dejado a dos de sus escoltas para cuidar de Izuku.

Si bien el omega rubio y el alfa pelinegro se presentaron como amigos, sabía perfectamente que también eran los guardias personales del rey.

El último día del evento fue muy difícil para Bakugo e Izuku quienes ya se extrañaban y aun no partían a sus respectivos hogares.

-Te vere pronto amor – se despedía el cenizo negándose a soltar del abrazo a su omega

Izuku correspondió al abrazo con fuerza, sintiendo cómo su corazón se apretaba al tener que separarse de Bakugo, incluso si solo era por un tiempo corto.

–Te extrañaré mucho, Kacchan –susurró, con un tono melancólico en su voz.

Bakugo le dio un beso suave en la frente antes de apartarse ligeramente para mirar a los ojos a su omega.

–Yo también te extrañaré, mi amor. Pero no te preocupes, volveremos a estar juntos pronto. Hasta entonces, mantén esa sonrisa en tu rostro y recuerda que siempre estoy contigo, en tu corazón –dijo con voz suave, acariciando la mejilla de Izuku con ternura.

Izuku asintió, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos.

–Lo recordaré, Kacchan. Siempre estarás en mi corazón. Te amo –respondió con sinceridad, mirando profundamente a los ojos carmesí de su alfa.

Bakugo sonrió, sintiendo cómo su corazón se llenaba de amor hacia su omega. –Yo también te amo, Izuku. Con todo mi ser –declaró, antes de darle un último beso en los labios con suavidad.

Finalmente, con un último abrazo, se separaron. Bakugo vio a su omega subir al auto junto con Ojiro, Sato, Tamaki y Mirio espero hasta que el auto se perdió de la vista.

–Hora de regresar al palacio –anunció Bakugo, con autoridad en su voz–. Tenemos mucho que hacer y preparar para la próxima visita de la manada Bosque Verde.

Mientras tanto, en el auto que se alejaba del bosque de luna, Izuku miraba por la ventana con melancolía, deseando poder quedarse más tiempo junto a su alfa.

–No estes triste Zuzu pronto se volverán a ver – consoló Tamaki quien iba a lado del peliverde.

–Lo sé, es solo que no puedo evitarlo, estos días con él me sentí completamente diferente, es la primera vez que experimento esa sensación de estar realmente enamorado.

–Lo entiendo, Izuku. El amor puede ser abrumador, pero también es hermoso. Estoy seguro de que volverás a ver a Bakugo pronto, y tendrás la oportunidad de seguir construyendo esa conexión especial que comparten.

–Tienes razón, Tamaki. Gracias por tu apoyo –respondió Izuku, con una sonrisa.

Llegaron a la manada donde sus padres los recibieron con alegría, Izuku corrió hacia ellos y se lanzó en brazos de ambos

–¡Mamá, papá! ¡Extrañaba tanto estar con ustedes! –exclamó Izuku, abrazándolos con fuerza.

–Nosotros también te extrañamos, hijo –respondió su madre, devolviendo el abrazo con ternura–. Estamos muy orgullosos de ti por representar a nuestra manada de manera tan excepcional.

–Sí, Izuku. Escuchamos que te luciste en el evento. Estamos ansiosos por escuchar todas tus historias –agregó su padre, con una sonrisa orgullosa.

–Sí, y también conocí a mucha gente nueva y aprendí muchas cosas –comentó Izuku, con entusiasmo. – Además conocí a mi segundo destinado

–¿Segundo destinado? –preguntaron sus padres al unísono, sorprendidos por la revelación de Izuku.

–Sí, mamá, papá. Resulta que durante el evento conocí a Kacchan y descubrimos que somos compañeros destinados –explicó Izuku, con una sonrisa radiante en su rostro–. Estoy muy emocionado porque la diosa de la luna me dio una segunda oportunidad.

Sus padres intercambiaron una mirada llena de asombro y felicidad antes de abrazar a su hijo con más fuerza.

–¡Eso es maravilloso, Izuku! Estamos muy contentos por ti –exclamó su madre, con lágrimas de alegría en los ojos.

–¿Quiénes Kacchan? – pregunto su padre.

–Es mejor que se sostengan de algo, padre, madre – comentó Mirio mientras se acercaba con Tamaki a su lado, primero los abrazo y cuando se alejaron les soltó la bomba – su destinado resulto ser nuestro Rey, Bakugo Katsuki

Los padres de Izuku se quedaron atónitos ante la revelación de Mirio. Se miraron el uno al otro, asimilando la noticia con incredulidad.

–¿El Rey Lycan es el destinado de Izuku? –preguntó su madre, con los ojos abiertos de par en par.

–Sí, madre. Resulta que Kacchan es mi compañero destinado. Fue una sorpresa para ambos, pero estoy muy feliz de tenerlo a mi lado –respondió Izuku, con una sonrisa radiante.

–¡Eso es increíble, hijo! ¡Estamos muy orgullosos de ti! –agregó su padre, abrazándolo con fuerza.

–Gracias papá, mamá

– Bien, ¿Por qué no entramos a la casa, toman un baño relajante y nos reunimos en la sala en una hora para que nos platiquen todo lo que vivieron? – aconsejo su madre

Mientras tanto en la manada Oasis Brillante, Neito estaba como fiera dando vueltas alrededor de su despacho, aun no entendía como ese bastardo se había atrevido a meterse en sus asuntos y reclamar a Yamikumo como su omega, cuando claramente se sabe que solo puedes tener un destinado en la vida y si este te rechaza el vínculo se rompe y aunque decidan volver el vínculo jamás se vuelve a formar.

Finalmente, se detuvo y se dejó caer en su silla, pasándose una mano por el cabello con gesto cansado. Estaba claro que tendría que replantear su estrategia si quería recuperar a Izuku, o Yamikumo como lo llamaba.

- Esto no ha terminado - murmuró para sí mismo - Todavía hay formas de hacer que vuelva a mi lado, y no descansaré hasta que lo logre.

Himiko había visto como llegaba furioso el inicio de esa semana, no sabía que estaba planeando, pero estaba molesta, pues desde que supo dónde estaba el bastardo de Yamikumo, ya no la pelaba a ella, había hecho hasta lo imposible para seducir a Neito y quedarse con el puesto de luna, pero las cosas se salieron de control, ahora Neito no le hacía ni el más mínimo caso. Tenía que buscar la manera de eliminar por completo al omega si quería que Neito la tomara a ella en lugar de Yamikumo.

Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora