18. A tiempo

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Neito gruño de dolor por el zarpazo, cuando reacciono vio como el omega se escaba rumbo al bosque.

-Eso si que no pequeño bastardo, me costó mucho trabajo obtenerte no te perderé ahora – Hablo Neito para sí mismo al tiempo que también se transformaba en un lobo, de pelaje dorado, salto por la ventana y comenzó a seguir el aroma de Izuku.

Izuku sabía que Neito tenía la ventaja sobre él, aunque estuviera en su forma de lobo Neito seguía siendo un alfa, aun así, no se detuvo, siguió avanzando, tenía que ocultar su aroma de alguna manera, pero en su estado era muy complicado, los efectos del comando, junto con su miedo jugaban en su contra, decidió correr en zigzag esperando ganar algo de tiempo.

Por su parte el aroma a miedo del omega estaba guiando a Neito quien se sentía en éxtasis, estaba cerca lo sabía. Izuku llego acerca de un arroyo estaba a punto de saltarlo para llegar al otro lado cuando sintió un fuerte dolor en una de sus patas traseras y un jalón.

Soltó un gemido lastimero por el dolor de su para herida, pero fue reemplazado por el miedo cuando se dio cuenta que Neito tenía entre sus fauces una de sus pata.

Izuku intentaba luchar, pero no tenía mucho éxito, Neito le encajaba más sus dientes en su pata lo que ocasiono que la herida fuera más profunda al grado de sentir sus huesos crujir, Izuku aulló de dolor, a causa del mismo Izuku regreso a su forma humana, se arrastró intentando mantener distancia entre el lobo de Neito y el sin éxito.

-Por favor Neito basta – suplicaba entre sollozos el dolor de su pierna lo estaba consumiendo, las posibilidades de escapar con una pierna así eran pocas.

Neito brinco sobre él, quedando encima del omega, Izuku estaba aterrado, la pierna le dolía horrible y no podía moverse con facilidad

-No te escaparás de mí, omega. Eres mío y no dejaré que nadie te arrebate de mis garras -declaró Neito, acercando su hocico al cuello de Izuku.

- ¿Puedes hablar? -preguntó Izuku, realmente sorprendido, no sabía si él podía hacerlo, el miedo que sentía se intensifico, al tiempo que el dolor punzante de su pierna le estaba nublando la vista.

-No necesitas preocuparte por eso, omega. Ahora, serás mío y de nadie más -declaró el alfa de Neito con voz gutural, su aliento caliente rozando la piel de Izuku. – esta marca no será permanente, pero será suficiente para que te sometas momentáneamente a mí.

Izuku cerro sus ojos con fuerza, era el fin lo sabía, aunque lo intentara no podía hacer nada, justo cuando los colmillos del alfa rosaron la piel del cuello del omega un fuerte gruñido gutural se escuchó muy cerca de ellos.

Neito se colocó sobre el omega en modo defensivo, como protegiendo a su presa de otro depredador. Izuku reconoció el aroma, aunque estaba cargado de ira sabía que era él.

- ¡Tú! -rugió el alfa de Neito, mostrando los dientes -. ¿Cómo te atreves a interrumpirme?

Bakugo se dio cuenta que era el Alfa de Neito quien hablaba, estaba colérico, ver la escena en la que se encontraba su omega, con esa herida en su pierna y Neito sobre él, notó el rasguño en su cuello, claramente acababa de llegar a tiempo antes de una tragedia.

-Te atreviste a tocar a mi omega, a mi luna, te atreviste a intentar profanarla, no permitiré que le pongas un dedo más encima, bastardo, pagaras por ello, de la misma forma que pago toda la manada Oasis Brillante, eres el ultimo miembro vivo de esa escoria, eres un desgraciado, no te dejaré vivir. – rugio en dirección – ahora apártate de MI OMEGA

- ¡Ja! ¿Y crees que podrás detenerme? -respondió Neito con desdén -. No tienes idea de lo que soy capaz de hacer, Alteza. No soy un debilucho.

Bakugo gruñó en respuesta, preparado para enfrentarse al Alfa de Neito.

- No importa cuán poderoso creas ser, no tienes oportunidad contra mí. Te haré pagar por todo lo que has hecho, por cada vida que has arruinado, por cada alma que has dañado. Esta noche, tu reinado de terror llegará a su fin -declaró Bakugo con voz firme y autoritaria.

Neito lanzó un rugido de desafío y se lanzó sobre Bakugo, la noche se llenó de los rugidos, el choque de las garras y las fauces. Izuku observaba la escena con nerviosismo intentaba ponerse de pie sin éxito

En un momento vio como Monoma lanzo un golpe fuerte que mando a Katsuki a una árbol cercano

- ¡Kacchan! – grito lleno de pánico

- No te preocupes, amor, estoy bien, no te muevas – le respondió

Bakugo se lanzó nuevamente a la batalla contra Neito, en un movimiento ambos se perdieron en los alrededores del lugar.

Izuku solo podía escuchar a batalla, mientras presionaba su pierna herida intentando detener el sangrado, no escucho los pasos que se aproximaban hasta que lo llamaron por su nombre

-¡Izuku! – El omega dirigió su vista al lugar donde escucho la voz, vio a su hermano con una expresión de alivio y coraje al encontrarlo en ese estado.

-Mirio – susurro con voz entrecortada, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, cuando vio que también su hermano había ido a rescatarlo.

- Ese bastardo se atrevió a tocarte – El semblante de Mirio se oscureció, pero tomo una bocanada de aire antes de volver a hablar - Tranquilo, Zuzu, estamos aquí para sacarte de este lugar -respondió con voz suave mientras observaba la herida de su pierna, -. Maldición ese bastardo – El rubio llevaba una mochila, saco una playera y la rompió para hacer un especie de torniquete con ella.

Izuku, cerro los ojos con dolor, realmente Neito lo había lastimado mucho. Mirio intento ser delicado, pero era complicado.

- Tenemos que salir de aquí lo más rápido posible -declaró su hermano Mayor, mientras colocaba su camisa sobre el cuerpo de Izuku, lo cargo entre sus brazos y camino por la misma dirección de donde venia.

Mientras avanzaban vieron a los dos lobos peleando, Neito era un lobo más pequeño que el de Katsuki, estaba en el lomo de Bakugo, intentando morder su cuello, pero el Alfa se defendía bien.

- ¡Kacchan! – grito sintiendo terror al verlo en esa situación

Neito al escuchar el grito del omega dirigió su mirada al sitio donde escucho la voz del que para él era su omega. Poseído por la ira al ver a su autoproclamado omega en brazos de Mirio, intento correr a donde ellos estaban, Mirio en un movimiento rápido coloco a su hermano detrás de él listo para recibir el impacto. Pero antes de que Neito pudiera alcanzarlos, Bakugo lo golpeo por un costado lanzándolo al piso, aprovecho para morderlo en la yugular.

Un rugido y la rabia resonando en el aire mientras Neito luchaba por liberarse del agarre del rey. Con un último esfuerzo, Bakugo desató toda fuerza, arrancando de un tirón la garganta de Neito, poniendo fin a su vida y a la amenaza que representaba para él y su manada.

El cuerpo de Neito cayó al suelo, inerte, mientras Bakugo se mantenía erguido, respirando agitadamente por el esfuerzo de la batalla. Cuando por fin recupero un poco el aliento, el enorme lobo cenizo aulló sobre el cuerpo de su oponente, anunciando la victoria de la manada Imperial y Bosque Verde sobre la manada Oasis Brillante. Bakugo se mantuvo junto al cuerpo de Neito por un momento más, asegurándose de que la amenaza había sido eliminada por completo.

Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora