4. Hogar

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Días después Izuku fue dado de alta del hospital y lo llevaron a la mansión del Líder de la manada, su verdadero hogar.

–Bienvenido a casa Izuku – comentó Mirio con una enorme sonrisa mientras sostenía la mano de su hermano.

Izuku quedo impresionado por la belleza y grandeza de la mansión, no se comparaba en lo más mínimo a la de Oasis Brillante, La lujosa mansión frente a él tenía una arquitectura imponente, rodeada de exuberantes jardines y amplios terrenos que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. El aroma fresco del bosque circundante llenaba el aire, y el sonido de los pájaros y el murmullo del arroyo cercano creaban una atmósfera de paz y serenidad.

–Es hermoso –susurró Izuku, con los ojos brillando de admiración.

–Y eso que aún no la has visto por dentro – comentó Mirio, jalando suavemente de su hermano.

Las grandes puertas de madera tallada se abrieron de par en par para recibirlos, revelando un interior igualmente impresionante. Alfombras mullidas cubrían el suelo de mármol pulido, mientras que lámparas colgantes de cristal daban una suave luz al ambiente. Las paredes estaban adornadas con obras de arte y tapices elaborados, y se podía sentir el aroma de las flores frescas que adornaban cada rincón.

–Es impresionante –susurró Izuku, maravillado por la belleza de su nuevo hogar.

–Estamos felices de tenerte de vuelta con nosotros, Izuku –comentó su madre con una sonrisa tierna–. Esta mansión siempre ha sido tu hogar.

Izuku iba a contestar cuando su mirada se centró en un retrato que estaba al pie de la escalera, era una foto de ellos cuatro sonriendo felices, con Izuku aun siendo un cachorro en brazos de su madre, y Mirio abrazando a su padre. Una sensación de nostalgia y felicidad lo invadió al ver esa imagen, recordando vagamente momentos de su infancia que ahora cobraban sentido.

–Es increíble ver esta foto después de tantos años –comentó, con la voz llena de emoción– es como un dejavu

Sus padres y hermano sonrieron, emocionados al ver la reacción de Izuku al ver la foto.

– Es un recuerdo precioso de una época feliz –agregó su madre, con ternura en sus ojos–. Esperamos que podamos crear muchos más momentos felices juntos como familia.

– Sí, definitivamente –asintió Izuku con una sonrisa

–Vamos te mostrare tu habitación y luego tú y yo daremos un recorrido por toda la mansión – comentó su madre tomando su mano – Tu padre y hermano tienen asuntos de la manada que arreglar.

Izuku asintió con entusiasmo, dejándose guiar por su madre por los pasillos de la imponente mansión.

Finalmente llegaron a su habitación, una amplia estancia decorada con tonos cálidos y acogedores. La cama estaba cubierta con sábanas suaves y almohadas mullidas, y un balcón permitía la entrada de la luz natural y ofrecía una vista impresionante del bosque circundante.

–Es perfecto –susurró Izuku, asombrado por la belleza y comodidad de su nueva habitación.

–Nos alegra que te guste, hijo –respondió su madre, con una sonrisa amorosa–. Ahora, ¿estás listo para el recorrido por la mansión?

–¡Claro que sí! –exclamó Izuku con entusiasmo, levantándose de la cama y siguiendo a su madre hacia el pasillo.

Durante el recorrido, Inko le mostró cada rincón de la mansión, desde las salas de estar elegantes hasta la biblioteca llena de libros. Izuku escuchaba con atención, maravillado por la historia y la belleza de su nuevo hogar.

–Es asombroso –murmuró, emocionado–. Nunca imaginé que tendría un lugar como este para llamar hogar.

–Es el lugar donde nunca debiste de haber salido, cariño – le comento su madre acariciando suavemente el rostro –Ahora, ve a tu habitación a descansar un rato puedes darte una ducha, en la noche tu padre preparo una fiesta de bienvenida donde te presentaremos a la manada.

Mientras tanto Mirio y Toshinori estaban reunidos con Shota

–Señores, investigue lo que me pidieron, parece que Hisashi quien lo suplantó como padre del Joven omega sabía que no era su hijo.

Los dos Yagi, asintieron con la cabeza esperando que Shota continuara con la explicación – Según la investigación Hisashi y su esposa tuvieron a un varón, pero durante los primeros meses de vida fue muy enfermizo y débil – compartió con ellos una carpeta donde se veía una foto de los Midoriya con un cachorro en brazos con cabellera oscura

– Hisashi y su esposa estaban desesperados por salvar a su hijo, pero lamentablemente, el pequeño no sobrevivió – continuó Shota – pero nunca le dijeron nada a nadie, se lo guardaron para ellos mismos, el tiempo paso y su esposa rara vez salía de su casa, hasta un día salió con un cachorro de dos años, le mencionaron a la manada que la razón por la que siempre estaba en casa es porque estaban tratando la debilidad de su cachorro. – Shota hizo una pausa para permitir que los Yagi comprendieran la situación.

–Ese cachorro era Izuku Yagi

El rostro de Toshinori se llenó de incredulidad al escuchar la revelación de Shota. Mirio apretó los puños con furia, sintiendo una oleada de indignación y rabia hacia Hisashi por su engaño y manipulación.

–¿Cómo pudo hacer algo así? –exclamó Mirio, con la mandíbula tensa por la rabia–. ¡Engañar a toda la manada durante años, haciéndoles creer que Izuku era su hijo enfermizo!

–Es despreciable –murmuró Toshinori, con el ceño fruncido–. Manipular a su propia manada de esa manera, ¡es imperdonable!

–Me vengaré de ellos – amenazó Mirio

–No, Mirio, sé que esto es indignante, pero será mejor no hacer nada, veamos cómo reaccionan cuando se enteren que Izuku regreso a donde nunca debió haber salido, esta información nos puede servir más adelante.

–Tienes razón, padre –aceptó Mirio –. Ahora que está de vuelta lo protegeré a toda costa.

–Shota, ¿Sabe cómo es que mi hijo termino con Midoriya?

–Aun no, pero investigaremos esto, si utilizaron métodos ilegales serán llevados ante nuestro rey.

–Por favor, infórmenos de cualquier cosa, Shota.

El tiempo pasó las semanas se hicieron meses y cuando menos se lo esperaban ya había pasado poco más de un año, tiempo en el cual el joven omega vivía feliz a lado de su verdadera familia.

Izuku se encontraba platicando con su cuñado, Tamaki, a quien había conocido en la noche en la que fue presentado a la manada. Estaban hablando sobre el evento anual al que debían asistir, donde se reunían los líderes y las familias de cada manada para socializar y establecer vínculos.

–Tamaki, no quiero ir – comentó Izuku haciendo un pequeño berrinche – ¿Qué pasa si Oasis Brillante aparece?

Izuku se negaba a asistir al evento, preocupado por un posible encuentro con miembros de la manada Oasis Brillante

Tamaki, quien solía ser bastante tímido, pero una vez que tomaba confianza podía ser bastante convincente, miró a Izuku con una expresión comprensiva.

–Lo entiendo, Zuzu. Pero tienes que recordar que eres un Yagi, y los Yagi no huyen de los desafíos. Además, sería una oportunidad perfecta para mostrarles a todos que estás bien y que estás feliz con tu verdadera familia.

Izuku resoplo derrotado pues sabía que su cuñado tenía razón – Bien, pero me ayudaras a elegir la ropa.

–Por supuesto, Zuzu. Estaré encantado de ayudarte a elegir la ropa –respondió Tamaki con una sonrisa tranquilizadora–. Vamos a hacer que luzcas increíble.


Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora