17. Persecucion

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Izuku se encontraba con la cabeza entre las piernas, lo habían atado de pies y manos, lo dejaron en una habitación que a simple viste tenía todas las comodidades, intentaba mantener la calma, sabía que su Alfa ya debe de estar buscándolo y solo era tiempo para que lo encontrara.

En un momento escucho como la puerta se abría y alguien entraba, reconoció el aroma que desprendía, pero no se atrevió a levantar la mirada, estaba aterrado de lo que Monoma podría llegar a hacerle mientras estuviera atrapado.

-Mi hermoso Yamikumo – hablo Monoma con una voz melosa – Perdona la rudeza de la situación

- No me llames así -respondió Izuku con voz firme, levantando la mirada para ver a Monoma

- ¿Oh? ¿Te molesta que te llame por tu verdadero nombre? -preguntó Monoma con una sonrisa burlona en el rostro.

- No es mi verdadero nombre, deja de jugar conmigo y dime qué es lo que quieres -respondió Izuku, tratando de mantener la calma.

Monoma se acercó lentamente a Izuku, con una mirada llena de malicia y deseo. - Lo que quiero es simple, mi querido omega. – Tomo a Izuku por el mentón para obligarlo a verlo - Quiero que vuelvas a ser mío, como debería haber sido desde el principio. Quiero que te sometas a mí y que reconozcas que tu lugar está a mi lado, como mi omega, como mi compañero.

- Eso nunca va a suceder -declaró Izuku – Mi verdadero destinado y compañero es y siempre será Bakugo Katsuki y tu ni nadie podrá cambiar eso.

- Oh, pero sí sucederá. No tienes elección en este asunto. Yo soy tu destino, tu alfa verdadero, y cuando lo hagas solo tendrás ojos para mí, serás mío en cuerpo y alma -amenazó Monoma, acercándose aún más a Izuku mientras le intentaba dar un beso en los labios del omega quien se movió logrando evitarlo.

- ¡No te atrevas a tocarme! -gritó Izuku, empujando a Monoma con todas sus fuerzas.

Monoma se detuvo un momento, sorprendido por la reacción del omega, pero rápidamente recuperó su compostura y su sonrisa maliciosa.

- No te preocupes, Yamikumo. No te haré daño... por ahora. Pero ten en cuenta que no te dejaré escapar. Pronto te someterás a mí y serás mío para siempre -declaró Monoma con una mirada desafiante. – pronto sabrás lo que es tener a un verdadero Alfa a tu lado.

- Tu no eres ni siquiera una milésima parte de Alfa de lo que es Kacchan - respondió Izuku. Sabía que no podía rendirse ante Monoma, no importaba cuánto lo amenazara o lo intimidara. Su lealtad y su corazón siempre pertenecerían a Katsuki, su verdadero compañero.

- ¿Realmente crees que ese bastardo es mejor que yo? – preguntó de manera retadora.

Izuku sintió un escalofrio recorrer todo su cuerpo, intuía lo que Monoma pensaba hacerle y no tenía forma de evitarlo. Monoma lo tomo con fuerza de un brazo y lo arrojo a la cama se puso arriba de él.

Izuku no dejaba de moverse, Monoma tomo sus manos atadas y como pudo lo inmovilizo con la cabecera de la cama.

-No, suéltame, no te atrevas Monoma – grito Izuku

-Dime Yamikumo – hablo mientras tocaba descaradamente el cuerpo del omega - ¿Acaso crees que alguien vendrá a rescatarte?

- No lo creo – respondió Izuku, tenía miedo, sentía como en cualquier momento su corazón se saldría de su pecho – Lo sé, Kacchan me está buscando y cuando te encuentre te hará pagar por todo.

- Deja de pronunciar ese asqueroso nombre – tomo al omega del cuello de su ropa – el único nombre que deberá salir de tus labios es el mío, el de nadie más, ¿entendiste?

Mi segundo destinado (omegaverse bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora