AIDEN
Respirando profundamente, me lancé a dar mi explicación.
La que había estado practicando para mí durante los últimos meses.
Había estado temiendo esta conversación desde que me di cuenta.
- Ya no quiero ser Alfa —le dije a Sienna.
A su favor, no se asustó ni me contradijo inmediatamente.
- Lo sé, ha sido muy duro —dijo, con los ojos llenos de amor y preocupación—. No puedo imaginar lo que ha sido, fuiste criado para ser el Alfa. Has sido el Alfa toda tu vida adulta. Has dado todo lo que tienes al trabajo...
- Eso no es del todo cierto —dije.
- ¿Qué? No, Aiden, lo has dado todo...
- No me refería a eso. Me refiero a la parte de ser criado para ello.
Sienna frunció el ceño, con los ojos azules como el cristal bajo el suave sol de abril que se reflejaba en el agua del lago.
- Se suponía que Aaron era el Alfa —dije.
- ¿Tu hermano? —Sienna negó lentamente con la cabeza—. Eso no es lo que me dijiste.
Le hice un gesto con la cabeza.
- En realidad, lo que te dije era cierto. Aaron siempre supo que yo lo superaría como Alfa. Pero eso era sólo Aaron. Mis padres nunca lo tuvieron en cuenta.
Sienna escuchó, con sus ojos azules muy abiertos.
- Criaron a Aaron para que fuera el Alfa —dije—. Yo también aprendí mucho, pero fue como... por ósmosis. Aaron era cinco años mayor que yo. Cuando cumplió dieciocho, papá no estaba preparado para jubilarse, así que no le ascendió a Alfa entonces, como hacen algunos cuando heredan el papel.
- ¿Qué edad tenía cuando murió? —preguntó Sienna en voz baja, dirigiendo sus ojos de agua hacia mí.
- Veinte.
- ¿Tenías quince años cuando empezaste a ser Alfa?
- Así es.
Se le escapó un suspiro y me apretó la mano.
- Nunca hubo ninguna duda. Nunca hubo duda de que yo ocuparía su lugar. Y ayudó, todos esos años en los que me construyó diciéndome que sería mejor Alfa que él.
Pensé en aquellos días, cuando Aaron luchaba conmigo o lanzaba una pelota. Era más padre para mí de lo que nunca fue papá.
- Quería hacerlo, nunca consideré la posibilidad de no hacerlo. Y mis padres... bueno, de ninguna manera iban a considerar dejar que el papel pasara fuera de la familia.
Un Norwood ha sido Alfa durante generaciones, mi querido muchacho, pude escuchar a mi padre decir en su algodonoso acento de Virginia.
No era de extrañar que se fueran en sus viajes por el mundo de nuevo. Apuesto a que papá apenas puede dormir, con Josh en el poder ahora.
- Nunca me paré a preguntarme si incluso quería hacerlo.
Sienna me miró. Parecía tranquila, pero podía ver el latido en su garganta.
- Estos últimos meses... —dije—. Es una vida sencilla. Una vida que nunca consideré que pudiera tener.
Volví a mirar el lago: era hermoso, rodeado de pinos y robles, incluso algún castaño.
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Lobos milenarios (libro 6)
Hombres LoboHola queridos/as lectores/as!!!! Me llamo Noah y este es el sexto, y penúltimo, libro de lobos milenarios. Como ya dije en los libros anteriores, esta historia no es mía, es originaria de Sapir Englard Pero este libro está producido y escrito por A...