(...)
Al compás de los recientes eventos, Uraraka abrió con cautela la puerta de la “ostentosa” habitación de Momo, ubicada en los dormitorios de Hights Alliance. La habitación estaba decorada con algunos muebles elegantes y exquisitos detalles dorados que reflejaban la luz de las lámparas. El aire estaba impregnado con un suave aroma a flores, cortesía de los numerosos arreglos florales que adornaban la habitación.
Con cuidado, la chica de pelo castaño se acercó a la cama donde Momo yacía, apenas cumpliendo con su estricto horario de sueño. La chica se mostraba soñolienta, sus ojos apenas entreabiertos en respuesta al suave toque en su hombro.
—Momo, siento despertarte, pero necesito hablar contigo —susurró Uraraka.
Momo parpadeó un par de veces, tratando de enfocar su mirada en su amiga. Entonces, entre bostezos, se sentó con dificultad, frotándose los ojos con las manos.
—¿Qué ocurre? ¿Qué hora es? —preguntó con voz somnolienta.
Uraraka suspiró, observando la habitación con una mirada de nostalgia. Fue en ese lugar donde no hace mucho, todas sus amigas se habían reunido para discutir cualquier tema frívolo que chicas de su edad discutirán en una pijamada, ahora esos tiempos se han ido. Pero ahora, había mejores asuntos en que enfocarse.
—Momo-san, necesito tu ayuda…..—imploró Uraraka.
El hecho de ver a su amiga en la noche e implorando su ayuda, causó cierta preocupación en la chica.
—Claro, ¿Qué necesitas?—preguntó Momo, mientras se acomodaba entre sus sábanas para estar sentada para poder ver con una correcta postura a su amiga.
La cama de Momo estaba elegantemente vestida con sábanas de seda blanca, y a su derecha, un escritorio de madera maciza estaba cubierto de libros y documentos perfectamente ordenados.
—Necesito que me prestes las llaves de tu Rolls-Royce, el que está estacionado en el aparcamiento cerca del edificio 2. No tengo dinero para pedir un taxi en mi aplicación y con tu permiso de estacionamiento podré salir de la Academia, sin recurrir a mi ID. Es para una emergencia, necesito ayudar a un amigo—dijo Uraraka con cuidado, evitando despertar el genio de su amiga.
Aún aturdida por el sueño, Momo frunció el ceño y se tomó un momento para procesar las palabras de su amiga. Sin embargo, al percibir el olor a cigarrillo que emanaba de la ropa de Uraraka, su semblante cambió de sorpresa a molestia. También la molestia aumentó cuando se dió cuenta de lo ridícula que era la petición de su amiga.
—¿Qué? ¿Que te preste mi auto? ¡Probablemente ya son más de las 10 de la noche! ¡Obviamente que no! Además, ¡apestas a cigarro! ¿Fumaste de nuevo? —exclamó Momo, levantándose de la cama con una expresión de expedición en su rostro—
Uraraka retrocedió nerviosa por la reacción de su amiga.
—Si, pero está vez fue por una buena razón personal…..—sonrió nerviosamente, provocando que su mentira sea más que obvia— El caso es que tengo una emergencia ahora. No podré llegar a tiempo sin un auto disponible.
Momo actuó en consecuencia de lo dicho y se acercó a su amiga con paso firme, notando que algo no cuadraba en la situación. Uraraka, quien estaba vestida para salir con un abrigo negro que le protegía del frío, parecía inquieta al ver a Momo acercarse.
—Es obvio que me estás mintiendo —dijo Momo, adoptando una postura seria, con los brazos cruzados—. ¿Para qué quieres mi auto a esta hora? Dime la verdad. No olvides que somos amigas, y soy la única estúpida que oculta el hecho de que que fumas cuando estás ansiosa siempre en el basurero de la cafetería.
ESTÁS LEYENDO
El regreso de los invocados (Izuku x harem)
Fiksi PenggemarEn un día común y corriente nuestro protagonista se hallaba en clases en la prestigiosa Academia de héroes U.A, dónde en algún momento tuvo que ir al baño. Ese pequeño lapso de tiempo le bastó para ser victima de ser transportado a otro mundo, junto...