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"...La dejaré morir ahora."

Aquella parte de la respuesta del moreno, estremeció a Caitlyn. Sus alertas se activaron y sus defensas invadieron su cuerpo.

-¡¿Qué mierda dices?!- cuestionó claramente alterada y dando un paso hacia delante para acercarse desafiante.

-¡Ella me dejó!- gritó de vuelta Ekko sufriendo un arrebato, Kiramman pudo ver el dolor y rabia irradiando en sus ojos- ¡Violet no debía dejarme! ¡Ella debe estar muerta, porque si hubiera sobrevivido, jamás me hubiera dejado solo!- siguió exclamando vehemente, mientras movía sus brazos con desesperación y cerrando sus manos en puños.

A Caitlyn casi se le parte el corazón al ver sus morenos ojos cristalizados.

-Ekko...- lo nombró en un roto susurro, el muchacho sólo desvió su dolida mirada al suelo- Opino igual que tú. La Vi que conocimos es la persona más leal que existe, debió haber pasado algo.- dedujo con calma y tenuemente.

-Y aún así, no volvió a buscarme.- soltó él en un bajo gruñido- A buscarnos.- aclaró levantando de nuevo su mirada a ella.

La peliazul sintió un nudo en el estómago ante su último par de palabras, sabía exactamente que se refería a que ella también era importante para la pelirrosa en el pasado.

-Sí, bueno, no lo hizo.- aceptó soltando un suspiro- Pero ahora está de vuelta, eso es lo que importa.- señaló volviendo a fruncir el ceño en su expresión defensiva.

El peliblanco rió con amargura.

-¿Y tú la convenciste de volver?- cuestionó sarcástico- ¿Y por qué la fuiste a buscar después de todos estos años? ¿Por qué justo ahora? ¿Acaso le contaste sobre Jinx? Esa es la verdadera razón por la que ha vuelto, ¿no?- disparó un interrogatorio que hizo que la chica aprete los labios para evitar gritar.

-No era mi intención encontrarla.- informó de inmediato- Salí de Piltóver y fui más allá de Zaun para buscar ayuda y la encontré a ella. Claro que tuve que contarle todo y claro que la mención de Powder influyó de forma determinante en su decisión de volver conmigo.- relató encogiéndose de hombros al finalizar.

-Jinx.- corrigió Ekko dedicándole una gélida mirada.

-Me importa un carajo.- arremetió la chica comenzando a perder los estribos- La que me importa ahora es Violet.- replicó, pero él negó.

-Ella me demostró que las personas leales pueden fallar.- señaló alzando sus brazos a los costados- ¿Qué me afirma que puedo confiar en ti? ¿Cómo sé que no la estás llevando ante Silco para su propia muerte? Después de todo, sigues siendo una piltilla.- acusó cargado de desdén y menosprecio.

Kiramman no pudo evitar separar sus labios, golpeada por la dura y cruel acusación de quien considera un amigo. Rechinó sus dientes indignada y no fue capaz de controlar sus impulsos y atacó al menor. Iniciaron un combate cuerpo a cuerpo, desde el comienzo fue evidente la ventaja que tenía el chico sobre la ojiazul; el combate a corta distancia nunca fue la especialidad de los Vigilantes, por ende, tampoco es la de Caitlyn; caso contrario a Ekko. Sin embargo, ella no sólo defendía su honor en esta pelea, también defendía la vida de Vi, quien seguía delirando ahogada en su agonía. Aquellos motivos eran suficientes para que Caitlyn derribe a Ekko y lo mantenga sometido contra el suelo.

El par de hombres que el moreno tenía dentro quiso intervenir para ayudarlo, pero él estiró su mano en su dirección en una señal para que se detuvieran.

-¡Jamás vuelvas a insinuar algo como eso!- le gritó la chica sentada a horcajadas sobre el y tomándolo con rudeza de sus ropas para apretarlo contra el cemento debajo suyo- ¡Nunca en la vida estaré del lado de ese monstruo, ¿oíste bien?! ¡Gracias a él pasé un infierno!- añadió con vehemencia y, apenas terminó, el muchacho asintió con frenesí.

↑ La Sheriff y La Jefa ↓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora