"Superficialidad" Katsuki Bakugou x tn

Luces, cámara...boda.

Me levanto muy temprano en cuanto suena mi alarma, en ese mismo instante entran varias de las señoras que trabajan en casa.

-Buenos días, señorita Gray- saludan todas al unísono

-Buen día.- les respondo aún adormitada

Así doy paso afuera de mi cama, me dirijo al baño y suelto un pequeño grito del susto al ver a cinco mujeres vestidas de negro formal, en cuanto me vieron se inclinaron y saludaron al mismo tiempo.

-¿Ustedes quienes son?- pregunto algo confundida

-Venimos por parte del Clan Bakugou, fuimos contratadas por su boda, su bañera ya está lista. Le realizaré su masaje, dos de mis compañeras le harán su manicura y mis otras dos compañeras le realizarán la pedicura.

-Ah, claro. Entiendo. ¿Solo podrían dejarme sola unos dos minutos en lo que hago...del baño?

-Claro que si, usted nos avisa cuando podríamos pasar. Primero tendría que darse una enjuagada en su ducha y después, para su privacidad avísenos en cuanto se encuentre adentro de la bañera, por favor.- asentí y las señoras salieron.

Al terminar rápidamente, seguí por lavar mis dientes, después me desnudé y me acerqué a la bañera, la cual estaba llena de pétalos de rosas rojas y el agua tenía un color blanquecino y olía a canela. También todo esto era acompañado por velas aromáticas que combinaban perfectamente el ambiente.

-¡Pueden pasar!- en cuanto grité las mismas señoras entraron y comenzaron a hacer su trabajo.

Me colocaron pepinos en los ojos, la señora que se dedicaba a masajearme, comenzó por mi cabeza mientras la enjabonaba, las otras cuatro mujeres se dedicaban a mis pies y manos.

-¿Ustedes también trabajan para el Clan Bakugo?- pregunto en medio

-Así es señorita, nosotras somos la cuarta generación en este clan.

-Entiendo. ¿Ustedes también arreglaron a la señora Mitsuki?

-Exactamente, nosotras cinco igual estuvimos con la señora Mitsuki

-Qué lindo.

Este baño duró aproximadamente 45 minutos

Al terminar me di una buena ducha ya que si no quedaría pegajosa por todo lo que llevaba la bañera.

Al salir y volver a mi habitación en bata, ya me encontraba con las mismas dos chicas que el día de ayer me ayudaron a ponerme mi vestido, y claro, también a la señora Conan.

-Buenos días, señorita Gray- saludaron las señoritas con una reverencia

-¡ ____ Gray, felicitaciones!- habló con demasiado entusiasmo la señora Conan

-Buen día señora Conan- me incliné hacia ella, también fue devuelto. -Muchas gracias.

-¿Me pondrán ya el vestido?

-Aún no, linda. Te maquillarán antes

Y bueno, ya saben, me sentaron y colocaron varias luces, primero me maquillaron solo con la luz del sol, un maquillaje sencillo y no exagerado. Mientras me maquillaban me iban haciendo el peinado; el típico peinado recogido con unas ondas y dos mechones al frente sueltos. Después cerraron las cortinas y puertas, prendieron la luz tenue, me veía bien, cambiaron a la luz fría, también me veía increíble; y así pasaron con las luces.

Momento del vestido.

-Tenemos que darnos prisa.- dice la señora Conan con sus característicos lentes

Y así las dos señoritas corrieron a colocarme el vestido. La señora Conan apoyó en los últimos detalles, en hacerme más cómodo el vestido y que aún así me quedara con una cintura marcada. Me gustaba como me veía.

Era una lástima el la posición en la que me encontraba. En los cuentos de hadas te casas con tu amor a primera vista, con tu amor verdadero; Yo en cambio me estaba casando por poder.

Ya estaba todo listo, me sentía preciosa.

Todas las asistentes salieron, yo me encontraba viendo por mi ventana, había demasiados carros, mucha familia de mis padres y periodistas estaban ahí. Hoy era mi día.

Entonces entró mi madre y se quedó observándome por unos segundos, al acercarse a mí vi que salían lágrimas de sus ojos y una sonrisa en ella se iba formando.

-Luces preciosa.- me abrazó con mucha fuerza

-Gracias, madre.- correspondí a su abrazo

-Tengo algo que darte, siéntate.

Hice lo que me pidió y me senté frente a mi espejo de cuerpo completo.

Mi madre sacó una caja pequeña de terciopelo

-Es una cadena. Viene por generaciones de la familia Gray, mi madre me la dió a mí el día de mi boda y así por todas las mujeres. Todas la usamos el día de nuestra boda y después la conservamos para la siguiente generación.

Al verla tenía una forma de cruz, era muy bella.

Entonces mi madre me la puso, podía ver su enorme sonrisa reflejada en el espejo, era lindo ver a mi madre sonreír.

-Tenemos que ir ya a la Iglesia.- y así al salir nos encontramos con mas asistentes, todas me ayudaron a bajar las escaleras y a subir al auto totalmente intacta.; al estar afuera muchos periodistas querían tomar fotos, pero varios guardias me rodeaban a mí y a las asistentes.

Esto es una locura.