Enero, 820.
Este era el segundo años de esta generación de reclutas, y muchos beneficios se les habían sido otorgados por considerarlos más responsables o por lo extremo de sus tareas. Así que este año todos podían salir del campo durante los fines de semana, empezando desde el viernes por la noche, todo esto con la condición de que estarían en sus puestos desde el lunes a la madrugada.
Ninguno de los jóvenes desaprovecharia estas oportunidades que tenían después de un año de estrictas reglas que no podían romper por nada del mundo.
Erwin no fue la excepción, así que apenas fueron las ocho de la noche preparó un pequeño bolso con un par de objetos que consideró necesarios y partió rumbo al pueblo.
Camina por las calles, solitario, atraviesa restaurantes, puestos del mercado, carretas, e incluso bares. Nada raro ocurrió durante esa hora hasta que algo finalmente había captado su atención. Una discusión quizá.
– Entiende que no puedo hacer eso. Tu desde hace tres meses aceptaste tu posición.
– ¿Mi "posición"? ¿Pero que es esto? Dijiste que ya no la amabas –levanta la voz una mujer.
– No, pero... no es decisión mía ¿Entiendes? Por favor, estábamos tan bien así... No tratemos de darle un nombre a esto.
– No quiero conformarme con ser la "otra" nada más.
Erwin, invadido por la curiosidad, se asoma al callejón de donde provenían las voces protagonistas de tal discusión. Pero la curiosidad es reemplazada por la confusión y sorpresa. Su corazón se paraliza por unos segundos al ver de quienes se trataban.
– Nile, me prometiste darme mi lugar, y eso es lo único que te exijo.
– Mary –dice el en un suspiro– Dame tiempo.
– Luego no quiero que vengas con el cuento de que las cosas se recuperaron entre ustedes.
Mary. ¿Cómo olvidar ese nombre? ¿Cómo olvidarla a ella?.
Reconoció su rostro al instante. Su vista no le fallaba, esa "pareja", si es que podía llamarse así, esa pareja que discutía sobre cierta infelicidad eran Nile y Mary.
No sabe como más reaccionar así que su única opción clara era marcharse de ahí, con un montón de sentimientos encontrados. Le dolia y enojaba saber que Nile podía seguir lastimando a _____, aún después de las veces que dijo que no era su intención hacerle tantas malas jugadas.
Erwin decide irse ya que no sabía cómo iba a reaccionar si seguía oyendo.
– ¿Me trajiste lo que te pedí? –pregunta Mary.
– ¿Cuando te he fallado? –pregunta el, besando dulcemente los labios de Mary y sacando una caja de su bolsillo.
– No puedo creer que de verdad me lo hayas traído –ella sonríe de oreja a oreja, con victoria.
– Todo lo que tu me pidas yo te lo doy, Mary.
La pelirroja sonrie maliciosamente. Sabía que poco a poco se iba ganando un lugar en la vida de Nile, tenía su cariño y todos los regalos caros que siempre deseó.
[...]
– ¡Esto no es posible! No encuentro mis cosas por ninguna parte –se queja ____ revolviendo su closet.
– ¿Cómo es posible eso? –ríe Naoko– ¿En donde tienes la cabeza, mujer?.
– De seguro son duendes –afirma, haciendo que su amiga ría a carcajadas– ¡En serio! Yo no perdería mis cosas así porque si.
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Two Ways To Choose (Nile Dok, Erwin Smith)
FanfictionDos jóvenes mantienen un compromiso arreglado desde muy temprana edad. Sus familias tenían un plan para mantener el estatus social y económico, pero, el destino traería un pequeño inconveniente.