El momento del baile había llegado, la banda musical ya estaba bien posicionada en uno de los rincones y su melodía ya resonaba por todo el salón así como un montón de parejas ya se encontraban en el centro bailando entre sí.
– ¿Y que dices? ¿Me concedes este baile? –pregunta Erwin dándole un último trago a su vaso.
– ¿Sabes como bailar? Es realmente muuuucho movimiento –le advierte cono broma– Si te crees un buen bailarín, ven.
Erwin rápidamente la toma de la mano llevándola a la pista, donde son empujados un par de veces mientras todos ríen y cantan. El ambiente les hacia perder toda vergüenza. Una vez entre todas las personas, juntan sus manos animadamente antes de empezar a bailar al igual que los demás, tropezando o pisandose en uno que otro momento.
– Nunca aprendí a bailar –dice ____ alzando la voz por la fuerte música.
– Ni yo, pero no se pierde nada con intentar –Erwin la mira a los ojos, tan sonriente y esplendida que le provocaba algo en lo más profundo de sus sentimientos– ¿Por qué nunca te veo así de sonriente?.
– Quizá porque nunca pasamos tiempo juntos –Ella une su mirada a la de el, sin poder dejar de sonreír– O tal vez... eres el único que puede hacerme así de feliz –ríe.
Sus palabras sonaron tan genuinas que fueron casi como una melodía para los oídos del muchacho.
– ¿Que...? –sonrie después de haber salido de su especia de trance– Déjame decirte que puedo referirme a ti de la misma forma –continua bailando– como la ubica persona que me hace así de feliz.
– En ese caso hay que vernos más seguido –dice ____ dando un gran paso– ¿Prometes que saldremos el próximo fin de semana? –por accidente pisa el pie de Erwin con su tacón.
– ¡Auch! –se queja el para luego reír los dos a carcajadas– si es que no me haz clavado eso en el pie, con gusto saldré contigo.
– Lo siento, lo siento, pero exageras –se burla de su expresión.
Disfrutan de la velada hasta altas horas de la noche. Ya casi eran las tres de la mañana cuando los invitados de a poco comenzaron a irse, algunos pasados de copa y otros queriendo aún divertirse y así fue, muchos se quedaron a continuar con el baile y el canto.
– Me duelen los pies de tanto bailar, y las piernas –se queja _____ mientras caminaba con Erwin por el jardín.
– Imaginate yo, después de que me pisaras unas cincuenta veces –bromea el rubio recibiendo un ligero y suave golpe en el brazo acompañado de una risa de la fémina.
– ¡Hey! Tampoco fueron tantas, yo diría que unas cuarenta, pero cincuenta ya es exagerar.
– Oh si, como usted diga, madame – Erwin se sienta al borde de la fuente de agua que había en el jardín.
– Y... dime, ¿que tal te pareció la fiesta? No fue tan mala diría yo.
– Para nada, a mi me encantó –sonrie– No fue como lo imaginé –mira a la joven– ¿Y a ti?.
– Si me divertí más que otras veces, quizá fue porque estuve contigo, sino hubiera muerto de aburrimiento en algún rincón de por ahí.
Erwin le extiende la mano, ella, un poco dudosa, la acepta, entonces el logra atraerla a su lado para que pudiera tomar asiento y así poder relajarse juntos.
– ¿Tienes frío? –pregunta Erwin.
– Un poco. La tela de este vestido es muy ligera –responde abrazándose a si misma.
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Two Ways To Choose (Nile Dok, Erwin Smith)
FanfictionDos jóvenes mantienen un compromiso arreglado desde muy temprana edad. Sus familias tenían un plan para mantener el estatus social y económico, pero, el destino traería un pequeño inconveniente.