. . . Okay
Para resumirlo, el Antiguo Castillo Kishirisu era una pintoresca pieza de la arquitectura demoniaca.
Estaba construido con piedras de hierro especialmente fabricadas, y si bien carecía de los intrincados detalles y la elegancia de la fortaleza flotante de Perugius, todavía era una vista impresionante.
De hecho, alguien con gustos más prácticos probablemente lo disfrutaría más.
Su única imperfección era el gran agujero en la torre central.
El lugar era una atracción turística, así que normalmente estaba abierto al público, siempre y cuando pagaras la tarifa de entrada, pero las áreas que podías visitar eran limitadas.
Nosotros fuimos llevados directamente hacia la sala de audiencias.
No una del tipo espaciosa y llamativa usada para impresionar turistas, sino una estrecha que era usada con más regularidad.
Había caballeros usando armaduras negras alineados a lo largo de la estrecha sala, y su presencia creaba una atmosfera opresiva y sofocante.
La cereza sobre este desagradable pastel era que el trono frente a nosotros estaba vacío.
“De seguro se está tomando su tiempo” murmuró Roman.
“La realeza requiere de tiempo para prepararse antes de recibir visitantes” respondió Zanoba.
“¿Eso te incluye a ti?” pregunté.
“Maestro ¿alguna vez me he tomado tanto tiempo para prepararme que lo terminé haciendo esperar?”
“Si bien amas las bellas artes, no pareces tener ningún interés en la ropa”
Zanoba gruñó.
“Me desalienta escucharlo decir eso, creí que usted, de todas las personas, entendería el cuidado que pongo en mis botones y bordados”
“Apenas te preocupas de eso cuando vas a comprar o pides que fabriquen la ropa ¿Verdad? Menos cuando te estás preparando” le dije.
“Sí, viejo, en realidad no eres del tipo elegante” le dijo Roman.
Habíamos estado esperando por dos jodidas horas.
Nuestra plática sin sentido había mantenido el aburrimiento fuera de mi mente, pero el sol ya se había ocultado.
No me estaba quejando de que estar de pie era agotador, pero desearía que ellos nos hubieran dado asientos mientras esperábamos.
Roman, Zanoba y yo éramos los únicos en la sala de audiencias aparte de los guardias.
Sara, Elise y Cliff habían ido al sótano del castillo con uno de los caballeros a obtener la hierba que necesitábamos.
“Oigan ¿dónde está Atofe-sama? ¿Va a venir?”
“Ya se los dije, enviamos a alguien a buscarla”
“Pero ¿no ha pasado tiempo? ¿No me digan que está fuera de la ciudad?”
“Ella no es del tipo puntual, su sentido del tiempo no funciona como el resto de nosotros, es mejor que le den un día o dos”
“Bien, pero no podemos tener a estas personas esperando por siempre”
“Es mejor que cierren la boca”
Por casualidad escuché a los caballeros platicando.
Ellos estaban actuando de forma bastante casual.
Escuchar su conversación me relajó.
Repentinamente, el viejo capitán de los caballeros se acercó.

ESTÁS LEYENDO
Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita
FanficUn día normal en el país del sol naciente, Kazuma Satou, un joven de 16 años es arrollado por "Camión-Kun" (creador de isekais) junto con dos estudiantes y otro sujeto. Cómo resultado renace en el cuerpo del hijo de la pareja de Pual ("Pablo") y Zen...