Mushoku, kono subarashī sekai ni tensei shimashita

№94 ¡Grandes sean estás clases de Jueves, no se cobra mucho!

Había transcurrido otro mes.

Todavía estaba frío ahí afuera, pero la nieve ya estaba comenzando a derretirse, y podías ver parches de tierra por doquier

A diferencia de otros días, hoy no me levanté asquerosamente temprano para experimentar en mi estudio.

Aunque si era bastante temprano, al menos más de la hora en la que suelo despertar.

O la hora en qué despiertan las chicas, hablando de ellas, ahora mismo estaba intentando levantarme sin despertarlas.

Sara y Silph se veían muy pacíficas durmiendo cada una a cada lado, así que prefería no despertarlas.

Sin mencionar que seguramente me molestarían por horas por haberlas despertado tan temprano.

*Suspiro* ¿Cuando fue que empecé a despertar tan temprano?

Si no hubiera vivido todo lo que viví, me hubiera gustado dormir hasta medio día como cuando estaba en Japón, o antes de venir a la universidad.

Me puse mi ropa de entrenamiento en una habitación contigua, la cual era una versión mejorada y final de un chándal, diferente al que uso para dormir.

Era un poco delgado para el clima de invierno, pero cuando te estabas ejercitando, se sentía que era lo justo y necesario.

Una vez que me había vestido, tomé una espada de piedra que yo había dejado en una esquina de la habitación.

Era una cosa gruesa y de apariencia tosca.

La había fabricado yo mismo con mi magia de tierra.

La hoja no tenía filo, pero era inusualmente pesada.

Eso la convertía en una buena forma de practicar con la fuerza de mi nueva y artificial mano izquierda.

Yo de hecho me estaba sintiendo apegado a esta cosa.

Tal vez le daría un nombre uno de estos días.

Algo así como Atún o Pez Espada.

Ahora que lo pienso, no había comido nada parecido al sashimi desde mi legada a este mundo.

¿Acaso nadie comía pescado crudo o qué?

" . . . "

Una vez que estuve listo, acaricié gentilmente la cabeza de mi Silph y murmuré en voz baja.

"Nos vemos después"

"Jeje . . . "

Con sus ojos todavía cerrados, Slph sonrió felizmente y frotó su cabeza contra mi mano.

Supongo que ella estaba medio despierta medio dormida.

No había la necesidad de decir que eso fue bastante adorable.

Posteriormente me acerqué a Sara, una vez más acaricié gentilmente su frente, murmurando en voz baja.

"Las amo . . . "

Sara simplemente sonrió un poco, aún con los ojos cerrados, luego se dió la vuelta y abrazó a Silph.

Esa fue una escena realmente linda, me alegraba saber que ellas dos realmente se querían tanto.

Podía sentir la calidez en mi corazón al saber que tuve este tipo de suerte.

" . . . Que viva el Yuri . . . " murmuré para mí mismo.

Aunque, tras su movimiento, las mantas que cubrían a ambas se movieron bastante, dando una muy buena vista.

Siendo sincero, nunca creerías que estas chicas eran madre, tenían una figura increíble.