Los dedos de Longtae se trasladaban por el teclado del chico más rápido que de costumbre, aunque todavía no había alcanzado el nivel que había ostentado anteriormente a su bloqueo. Sin embargo, empezaba a detectar que incluso había mejorado hilando las tramas y desarrollándolas. También podía apreciarse un cierto aire más maduro en el contenido, probablemente porque escribía más centrado en el mensaje que quería transmitir, en vez de hacerlo sin tener conciencia de ello.
Quizás su escritura había evolucionado y ya no se trataba de cantidad, sino de aumentar la complejidad del contenido. En cualquier caso, Longtae se deleitaba empleando todo tipo de metáforas y subtramas encubiertas que exigían de lector un esfuerzo superior, dado que la narración no ofrecía respuestas directas y fáciles, sino que era necesario que fuera desmenuzada, dando lugar a todo tipo de teorías al respecto.
La influencia de Yok era evidente en su escritura.
Guardó el documento y estiró su espalda ya que, sin darse cuenta, llevaba en aquella silla sin moverse demasiadas horas, por lo que era necesario que relajase su musculatura si quería evitar contracturas como en sus mejores tiempos. Viendo que no era suficiente, se levantó de su asiento y fue en búsqueda de su padre. Observando su reloj, supuso que su padre estaría finalizando con sus ejercicios de rehabilitación, por lo que salió al jardín en su búsqueda.
Lo encontró en una de las tumbonas del patio. Sani, una de las cuidadoras de su padre, se encontraba guardando los utensilios que empleaban para fortalecer la musculatura del hombre, así como los folios y lápices para los ejercicios de memoria y atención que formaban parte de su rutina. En cuanto la mirada de la mujer y Longtae se cruzó, el chico supuso que tenía alguna noticia negativa que darle, por lo que se recordó de tomar aire profundamente, a fin de evitar que la aflicción se empezara a originar en medio de su pecho.
La cuidadora era la que más tiempo llevaba con la familia, por lo que necesariamente entre ella y Longtae se había creado un cierto vínculo de familiaridad que colocaba a Sani en la asistente de Khama preferida de su hijo. No solamente se encargaba del paciente, sino que también ofrecía consuelo y consejos al chico, a pesar de que no formaba parte de los servicios retribuidos.
Con Sani, habían hablado en varias ocasiones que Longtae debía aceptar que, salvo que la medicina avanzara, la enfermedad de Khama era incurable y, no sólo era crónica, sino que el pronóstico era que fuera empeorando con el paso del tiempo. Le había explicado que incluso los pequeños progresos que pudiera detectar no debían tomarse como síntoma de recuperación, ya que el Alzheimer podía cursar de forma caótica, efectuando tres pasos hacia atrás y uno hacia delante.
No obstante, Longtae siempre guardaba la suficiente confianza como para creer que su padre podría recuperar parte de los recuerdos y habilidades que perdía.
Las charlas acerca del retroceso de Khama no habían sido especialmente numerosas, pero igualmente martirizaban al chico. Después de este tiempo, era capaz de detectar cuando la funesta noticia iba a dar lugar antes de que la primera palabra fuera pronunciada, habiéndose convertido en un auténtico experto. Por ello sabía que aquella mirada de lástima y la afligida sonrisa que decoraban el rostro de la mujer no auguraban más que malas noticias.
Incluso sabiendo lo que cabía esperar de la enfermedad de su padre y aceptando su destino, Longtae mantenía en su interior un vacío en su interior que dolía en la boca de su estómago, sintiendo como si alguien succionara sus vísceras cada vez que empezaba el preámbulo de las funestas noticias, por lo que se mantuvo alejado de su padre, y dejó que Sani se aproximara hacia él.
— ¿Cuál es la mala noticia? —preguntó sin tapujos cuando Sani y él se encontraron.
—Empieza a presentar un deterioro cognitivo.
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It's not the goodbye that hurts, but the flashbacks that follow (YokLongtae)
FanfictionLongtae acarrea varios problemas. Por un lado, sufre una crisis de creatividad, y cree que por ello debe cambiar sus estudios y abandonar la carrera de literatura que tanto le gustaba. Por otro lado, hace cinco años que su padre empezó a perderse en...