Yok observaba a su modelo con detenimiento. Aunque el chico le había advertido su facilidad para dispersarse con cualquier estímulo, normalmente durante sus sesiones había conseguido que se relajara con un poco de charla distendida. La conversación parecía estimular la espontaneidad de Longtae, permitiendo que sus emociones fluyeran sin la rigidez que propiciaba el hecho de ser el foco de atención de un artista. Y también conseguía que los dos chicos se conocieran en mayor medida, iniciando la creación de un cierto círculo de confianza.
Habían integrado la música como un tercer miembro en sus sesiones de trabajo. Aunque Longtae se había animado a incorporar algunas de sus posesiones, usualmente resultaba ser Yok quien aportaba los discos antiguos que formaban parte de su alijo personal. Muchas de sus aportaciones eran desconocidas para su modelo, que disfrutaba de voces extranjeras que no había escuchado anteriormente.
Aunque la voz de Janis Joplin había servido de ayuda en aquella ocasión, Longtae se presentaba especialmente inquieto, provocando que le costara mantenerse quieto y dificultara el trazo de Yok.
—De acuerdo —el artista dejó de dibujar y soltó un resoplido, mirando a Longtae con seriedad—. ¿Qué te ocurre? —colocó sus puños sobre la parte superior del cuaderno que empleaba para sus dibujos.
— ¿A qué te refieres?
—No paras quieto —enarcó una ceja—. Estoy seguro de que hay algún pensamiento revolcándose en esa mente hiperactiva tuya —señaló con el lápiz aun sujeto entre sus dedos.
Longtae se mostró totalmente cohibido, siendo una de las expresiones que más le atraía a Yok de su modelo.
Después de llevar días dibujándolo, empezaba a conocer a prácticamente todas las emociones que el chico podía reflejar. Tenía los bocetos de su proyecto completados, y en aquellas ocasiones se encargaba de perfeccionar las luces y las sombras, haciendo que el retrato quedara lo más profesional posible, incorporando en sus trazos las técnicas que habían ido aprendido a lo largo de la asignatura. Todavía sentía que algo le faltaba a su proyecto, y se encontraba buscando lo que necesitaba cambiar de la composición, pero sentía que, cada vez que pasaba más tiempo con Longtae, estaba más próximo a alcanzar el ideal que estaba buscando.
—No es verdad —hizo un mohín, exhibiendo una fiereza de la que carecía—. ¿Es verdad? —su rostro se alteró por completo, mostrando una confusión en él y provocando que Yok esbozara una sonrisa de medio lado.
—No eres consciente de lo transparente que eres, ¿verdad?
—Es una maldición —se tiró contra la almohada de su cama, escondiéndose en ella—. Lo siento —pronunció con una voz ahogada por la posición que ostentaba—. Es sólo que no me dijiste dónde íbamos a ir después de que me pintaras, y estoy pensando constantemente en las posibles opciones.
Antes de que Yok se desplazara a casa de Longtae, le había propuesto que salieran los dos juntos. El artista no le había querido confesar de qué trataba el plan, así como tampoco le había facilitado ningún tipo de pista. Únicamente le había dicho que creía que le gustaría y que quería sorprenderlo, por lo que le pidió que tuviera paciencia hasta que viera lo que había estado planeando.
Aunque contaba con que la situación podía generar ciertas preguntas en la mente bulliciosa de su amigo, no esperaba que llegara a focalizar toda su atención en anticiparse a lo que iba a ocurrir. Sin embargo, Yok sabía que Longtae llevaba todo el tiempo desde que había empezado a pintarlo en su dormitorio con sus ojos moviéndose a todos lados, mordiéndose el labio inferior hasta empezar a herírselo, y realizar algunos tics con la boca y mejillas, provocando que su rostro no pudiera estar quieto ni un solo segundo, apareciendo en él multitud de emociones cambiantes que se corresponderían con las hipótesis que se estaban barajando en su cabeza.
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It's not the goodbye that hurts, but the flashbacks that follow (YokLongtae)
FanficLongtae acarrea varios problemas. Por un lado, sufre una crisis de creatividad, y cree que por ello debe cambiar sus estudios y abandonar la carrera de literatura que tanto le gustaba. Por otro lado, hace cinco años que su padre empezó a perderse en...