Capítulo XIX (Longtae)

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— ¿Has hablado con sus amigos?

— ¿No pareceré un loco por hacerlo?

—No más que cuando esperamos a las puertas de su facultad por si entra o sale —se

encogió de hombros Tian.

Longtae suspiró, hundiendo su rostro entre sus manos.

Una parte de él había esperado que, finalmente, Yok contestaría a algunos de sus mensajes, podría aligerar su preocupación acerca de su estado y podrían volver a salir juntos como habían estado haciendo. Quizás, incluso podrían pasar la noche juntos en unas circunstancias menos trágicas que la última vez; pero, en su lugar, el silencio del artista había empeorado su propio humor, e incluso afectado sus horas de sueño, siendo atormentado por multitud de pesadillas.

¿Era así como se sentía Yok por las noches?

El propio Longtae había presenciado que el artista sufría de pesadillas recurrentes que debían ser de lo más vívidas, dado que lo despertaban los gritos de su acompañante, encontrándose a Yok bañado en su propio sudor y padeciendo la falta de oxígeno en sus pulmones.

No poder descansar siquiera por las noches era un suplicio, aunque por el día no figuraban mejor las cosas. Su nueva rutina incorporaba devorar las noticias de la primera hora de la mañana para conocer si en ellas aparecían Yok o sus amigos, repitiéndolo por la noche. Incluso se había configurado las alertas de noticias con algunas palabras clave para asegurarse por completo para no perderse ninguna de ellas. No obstante, parecía que, salvo las manifestaciones usuales y las detenciones posteriores, no había ninguna novedad y, entre los detenidos, no constaba Yok.

— ¿Crees que puedo preguntar a sus amigos entonces?

— ¿Cuándo fue la última vez que contestó a uno de tus mensajes?

—Tres semanas, cinco días, y tres horas. Aproximadamente.

Tian frunció el ceño.

— ¡Wow! Esa exactitud sí que da miedo.

—No conté los minutos ni los segundos —se justificó—. Eso sí que hubiera sido de perturbado mental.

—Por si acaso —hizo una mueca Tian—, aproxima en semanas si tienes que comentarlo con otra persona que no sea yo.

En el último mensaje que Yok le había enviado, el estudiante le había advertido que se encontraba en un periodo muy ocupado y que no podrían verse ni hablar durante una temporada. Sin embargo, no había puntualizado cuándo terminaría aquélla, ni a qué se debía. Podía entender que el tramo final del año era especialmente entretenido por la multitud de proyectos y exámenes que tenían por delante, pero... ¿ni un simple mensaje durante casi cuatro semanas?

Quizás había encontrado un nuevo trabajo y estaba tan ocupado combinando todas las perspectivas de su vida que no tenía tiempo para dedicarlo al teléfono. Aunque el estudiante no había declinado la propuesta de Longtae de presentar su currículum al amigo de su padre para la vacante en la librería de la que habían estado hablando anteriormente.

—El último mensaje se lo envié hace casi una semana.

— ¿Casi? —enarcó una ceja dubitativo su mejor amigo.

—Ayer —se encogió de hombros—. ¡Me dijiste que aproximara a semanas! —suspiró— Le pedí que me dijera que estaba bien. Le dije que sentía perturbarlo, pero que estaba preocupado por él y necesitaba saber si le había ocurrido algo.

— ¿Y?

—No contestó —dobló los brazos, apoyándose en sus codos y entrecruzó los dedos de sus manos, apoyando en su dorso su barbilla—. Seguro que piensa que soy un pesado.

It's not the goodbye that hurts, but the flashbacks that follow (YokLongtae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora