It's not the goodbye that hurts, but the flashbacks that follow (YokLongtae)

Capítulo III (Longtae & Yok)

Longtae se trasladó a la ubicación indicada en la publicación que Tian le había enviado. Se trataba de unas coordenadas, por lo que, en un inicio, dudó si acudir al lugar, ya que parecía algo propio de una película de suspense o el plan de un psicópata para captar a su propia víctima.

Morir todavía no entraba dentro de sus planes; no obstante, Tian consiguió convencerlo, recordándole que un asesino en serie no daría publicidad al encuentro en el que capturase a sus víctimas. Su mejor amigo consideró que era algo más propio de un artista que buscaba una estética o estilo alternativo, y que lo peor que le podría suceder es que el tipo fuera un vanidoso y un soberbio.

No sabía exactamente cómo actuar. Longtae no tenía experiencia modelando y no se había presentado a una oferta de esas características antes. En el texto, se anunciaba que buscaban a alguien con una mirada expresiva y el chico no creía que sus ojos fueran nada fuera de lo normal. Quizás el estudiante de arte lo descartaría rápidamente y estaba perdiendo su tiempo, pero debía arriesgarse si el consejo de Tian surtía efecto finalmente y la inspiración volvía a él. En caso contrario, tendría que gestionar el cambio de carrera cuanto antes.

La ubicación lo condujo hacia unas vías del tren en desuso. Las líneas actuales ya no circulaban por aquellos carriles y parecía que se habían olvidado de la existencia de aquellas infraestructuras. No sólo no las habían transformado para que reportaran algún tipo de utilidad, sino que tampoco estaban invirtiendo en su mantenimiento. El trayecto conducía a unos túneles, igual de abandonados que las vías ferroviarias, pero que a Longtae le generaban más pavor por la poca iluminación que cobijaban.

«O ésta es la típica zona en la que sufres una emboscada y te asaltan, o me estoy volviendo un paranoico», pensó mientras su corazón latía con avidez y continuaba su camino.

Encendió la linterna de su teléfono móvil, ya que, debido a la longitud del túnel, la luz exterior había sido opacada en el último giro, y no quería tropezarse con las vías que continuaban bajo sus pisadas.

Finalmente, su angustia descendió unos decibelios cuando empezó a escuchar What a Time to Be Alive de Superchunk, uno de los grupos de música que más había escuchado cuando visitaba a su padre de pequeño tras el divorcio. Durante aquella época, Khama se encontraba escribiendo una novela de suspense, donde el protagonista viajaba a Estados Unidos y se embarcaba en una aventura con carga política y social. Debido a ello, había optado por empaparse en música que le transportara a aquel lugar y permitiera que su escritura pudiera fluir con mayor facilidad.

Pudo suspirar completamente con tranquilidad cuando la luz se intensificó.

Alguien había colocado diversos focos con batería integrada que iluminaban una de las paredes del túnel. Sobre ella, se encontraba un mural que estaba siendo pintado por cinco personas, las cuales se encontraban tan enfrascadas en su diseño que no se habían percatado de la presencia de Longtae junto a ellos.

Se detuvo en los detalles del dibujo que había sido confeccionada mediante pintura en spray, vislumbrando que se trataba de un mural compuesto por una multitud de personas que caminaban por las calles de Bangkok con diversos tipos de pancartas, mientras que delante de ellas se encontraba un grupo de policías. Parecía que ambos frentes estuvieran contrapuestos, y que se estuvieran preparando para una batalla. Sin embargo, para poder apreciar la totalidad de la obra, era necesario que te alejaras unos pasos de ella, puesto que, en caso contrario, la visión ocular únicamente era capaz de detectar algunos de los protagonistas de la pintura.

—Disculpa —se animó a preguntarle a la chica de larga cabellera oscura y mechas claras que se encontraba más cercana a él, sin que la muchacha centrara su atención en Longtae—. Disculpa —volvió a intentarlo, dando unos tímidos golpecitos a la espalda de la chica, que terminó girándose hacia el joven—, ¿sabes si por aquí se encuentra Yok?