Capítulo I (Longtae)

20 8 0
                                    

Doce años después.

— ¿Y? ¿Qué te dijo?

Longtae levantó apesadumbrado su rostro, sonriéndole a Tian, a pesar de que únicamente tenía ganas de ponerse el pijama y acostarse en su cama durante un año completo.

Se sentía decepcionado consigo mismo, pero también sentía que esa decepción afectaba a sus padres y sus profesores; ya que, después de todo, él era el hijo del mayor escritor tailandés de nuestros tiempos. Su padre había escrito un sinfín de novelas para jóvenes y adultos, así como cuentos infantiles que se habían hecho famosos, traduciéndose a múltiples idiomas alrededor del mundo. Incluso muchos de esos libros habían sido obsequiados con su propia adaptación, fuera como producto fílmico o como serie de televisión.

Su gran obra magna, A Tale Of Thousand Stars, había batido récords en Tailandia y no existía prácticamente nadie que desconociera su existencia. Los centros escolares la interpretaban en sus obras teatrales e incluso el propio Netflix había realizado su propia serie basada en la novela, utilizando para la adaptación tanto actores tailandeses como estadounidenses e ingleses.

El apellido de su familia era conocido fuera de las fronteras asiáticas, lo que le había reportado grandes beneficios económicos. Longtae había tenido una vida bastante fácil, sin problemas económicos. Sabía que muchos de sus conocidos utilizaban sus posiciones aventajadas para poder cumplir todos sus caprichos, pero Longtae siempre había preferido que sus placeres se saciaran con su imaginación. Su cerebro había sido lo que más valoraba de sí mismo, y la mejor apreciación que le habían hecho era que tenía el mismo don que su padre.

Ambos habían sido capaces de crear universos enteros que habían cobrado vida en la realidad de todas aquellas personas que habían elegido leer sus novelas o ver sus adaptaciones.

Elegir la carrera de Literatura había sido una necesidad si quería mejorar en sus habilidades. A pesar del don que tenía, y que sabía que el apellido de su padre le abriría grandes puertas, Longtae quería prepararse y no aprovecharse de su familia. Incluso había decidido utilizar un pseudónimo para las obras que había presentado en concursos y editoriales de adolescente con el fin de conseguir su victoria sin que pesara el nombre de su padre. Quería que sus logros fueran suyos y no fueran menospreciados achacándolos a su apellido familiar.

Durante su adolescencia, había logrado de ese modo que alguna de sus creaciones fuera publicada y había decidido que no lo intentaría con ninguna otra hasta que finalizara sus estudios. Antes quería impregnarse de todo el conocimiento posible, incorporando a sus ya multitudinarias lecturas, otras muchas otras que le enriquecieran como escritor. También buscaba mejorar su oratoria y vocabulario, desarrollando todo tipo de fórmulas novedosas que permitieran que sus escritos fueran más visuales, pero también auditivos o incluso olfativos.

Quería que su creación aportara una experiencia inmersiva completa de vivencia a sus lectores, y que viajaran a través de sus aventuras y desventuras hacia otros países, planetas o vida ajenas.

— ¿Te invito a un té? —Tian colocó una mano en el hombro de su amigo y le devolvió la sonrisa, sabiendo lo que podría ayudarle a superar aquella situación angustiosa.

Su amistad había nacido hacía años, cuando sus caminos se habían cruzado en el instituto. El padre de Tian ostentaba un cargo político y había sido destinado a la capital, debiéndose realizar el traslado de toda la familia. Aunque Tian era un chico extrovertido y con facilidad para crear amistades, inicialmente se había sentido cohibido ante las nuevas caras e incluso los nuevos acentos, pensando que quizás no conseguiría encajar entre sus nuevos compañeros. Sin embargo, Longtae había sido el primero en acercársele y desde entonces no se habían separado.

It's not the goodbye that hurts, but the flashbacks that follow (YokLongtae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora