★ the star-crossed lovers of district two ☆

-Capítulo 19: El desfile (pt.2)

CATO:

Un tipo minúsculo comparado a mi gran tamaño, tenía el cabello casi rapado y tatuajes de rayos azules por la cabeza, iba vestido de rojo y plateado, su nombre era Silas.
Ya había terminado de prácticamente pulirme todo el cuerpo, con ayuda de sus compañeros Frederick y Anatea, los cuales parecían ser familiares por su naranjado pelo y rasgos en común, habían lavado cada rastro de suciedad, cortado y arreglado mis uñas, mi cabello, depilado la "barba prematura" que según ellos yo tenía en mi mentón, lo cual para mi era falso y solo buscaban torturarme y finalmente extrangularme con raras sustancias de distintos colores y olores.

Un largo rato después, finalmente se quedaron quietos.

—Cato, querido, ¿podrías quitar tu bata?—dijo Frederick

A regaña dientes hice lo que el pelirrojo me había pedido y quite mi bata, ellos me rodearon y terminaron con los pequeños detalles para de una vez por todas dar por finalizado mi sufrimiento.

—Ya podríamos llamar a Claude, este chico ya está listo. —agregó Silas.

Los pelirrojos asintieron y todos se esfumaron tras la puerta. No me dedique a observar el lugar en el que me encontraba sentado, solo agarre mi bata y tapé la parte inferior de mi cuerpo, no me molestaba tener el torso descubierto. Me encontraba en una sala bastante pequeña, pero sabía que en cuanto mi estilista llegara me sacaría de aquí.

Mientras flotaba en mis pensamientos alguien me llamo;

—Gato, estas ahi? —no me di cuenta de que alguien me hablaba hasta que sus palabras se repitieron en mi cabeza, ¿me acababa de llamar Gato?

—Es Cato, Cato Hadley. —dije firme

—Oh, Claro, discúlpame, yo soy Claude, seré tu estilista. —Me atreví a mirarle más detenidamente;
su cabello oscuro, me recordaba al de Clove, penetrantes ojos con incrustaciones de diamantes celestes. Su vestimenta era lo más sofisticado que había visto en mis horas aquí; un traje de gala azul marino con una corbata dorada, sus dedos estaban repletos de anillos dorados y los cordones de sus zapatos eran del mismo color, en sus dientes también tenía varios tipos de joyas preciosas distintas y su cuellos estaba lleno de tatuajes e incrustaciones de más joyas.

Al ver que solo lo observaba sin darle respuesta alguna decidió hablar.

—Cato, te explicaré sobre el concepto que se nos ocurrió a Christa, la estilista de Clove y a mi. Tu distrito representa la mampostería, pero también se dedican a la minería y al corte de piedra. Son la cantera de piedra pública, pero no queremos eso, queremos algo que represente fuerza y voluntad, entiendes? Este año queremos hacerlo en grande

—Ajá —Sabía que Clove sería más lenta entendiendo, pero yo tenía claro de lo que hablaban, los estilistas del 2 nunca fallaban con sus trajes para el desfile de tributos.

—Bueno, para no alargarse más y tener más tiempo, iran vestidos de gladiadores, increíble no? —agregó— que tal si me sigues, te mostraré tu vestuario.

Fuimos a otra habitación donde había comida, no tenía mucha hambre así que rechace su invitación a sentarme, quería ir directamente al punto.

El traje era magnífico, se basaba en dos piezas que eran de un color muy particular, una mezcla entre el oro y el bronce, había una pieza que no me emocionaba mucho, pero ya hablaremos de eso. La parte de arriba era una armadura que cubría todo mi torso, tenía unas escamas que iban por la zona del cuello y bajaban por la parte baja de mi pecho. Abajo usaríamos una falda, aja, a Clove seguro le quedaría bien, pero, que a Cato Hadley, están locos. Era una falda que me llegaba poco más arriba de la rodilla, no se veía femenina, era la mezcla perfecta de masculinidad y extravagancia, iría enganchada con un cinturón dorado y así quedaría fija, aún así, no me emocionaba ni un poco. En los pies irían unas sandalias doradas y en la cabeza una corona alada del mismo color que todas las demás prendas para finalizar el atuendo con un brazalete dorado que iría en mi brazo izquierdo por la parte de más arriba casi llegando al hombro.