-Capítulo 2: Caras

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CATO:
Me levante rápidamente, corrí al baño y me tire a la ducha con agua fría, salí, me puse mi mejor ropa para entrenar y deje que mi pelo se secara natural.
Iba caminando al centro junto con mis padres, al llegar una señora de aproximadamente 40 años se acercó a darnos la bienvenida;

— Tú debes ser Cato no? —asentí con la cabeza— pues bienvenido! yo soy Trinia Stephking y estoy a cargo de este centro, ven te llevaré para que des tú prueba de agilidad y mientras hablaré un poco con tu padres. —dijo. Acto seguido empezó a caminar y luego de dudar unos segundos, la empecé a seguir.

El centro era hasta más grande que mi centro anterior, me llevo por una escaleras hasta llegar a una gran puerta que se abría con un sensor, ella me hizo una seña como diciéndome que entre, lo cual hice.

Al entrar pude ver una gran cantidad de personas de mi edad, todos luchando, practicando, lanzando, entre otros.. no preste mucha atención a quien fuera cada uno de esos chicos hasta que vi como una cabeza cafe se giraba a mirarme.
Centre mi mirada y me encontré con la cara de mi mejor amigo, Syrio.
El se apresuró a ir hacia donde yo me encontraba.

—Cato?! ¿que se supone que haces acá? —dijo sorprendido.

sorpresa, me transfirieron. -respondi con mi mejor sonrisa.

Al lado de mi mejor amigo se encontraba una chica de pelo oscuro y pecas por el rostro, nunca la había visto por el distrito. Ella me miraba de arriba a abajo sin tratar de disimular.

—Oh, Claro! —dijo Syrio al ver que aún no nos presentábamos— Cato, ella es Clove Kentwell, Clove el es Cato Hadley —dijo, luego me miro buscando un poco de simpatía, y que fuera amable con ella

A cabo de unos segundos que parecieron eternos me acerque a Clove y le ofreci una mano en señal de amistad.

No estaba muy interesado pero si esto hacía feliz a Syrio, haría lo posible por mantenerlo así.

—Un gusto Clove Kentwell —dije sonriendo de una manera sarcástica

Mientras tanto ella me miraba de manera "amenazadora" esta típica mirada que dejaba a cualquiera helado. Sabía perfectamente lo que Clove trataba de hacer, Clove me estaba poniendo a prueba. Lo sabía porque yo solía hacer eso con la gente.

Me negué a darle el gusto, esperé a que Clove me devolviera el gesto, y le mantenía firme la mirada, pero ella hacía de una forma mucho más amargada, hasta parecía que había un poco de lástima en sus oscuros ojos.

La pelinegra un poco confundida por el gesto acepto la mano y se la estreche, luego me dedicó una mirada aprobadora.

—El gusto es mío, Cato Hadley. —dijo sonriendo— sera interesante tener un poco de acción en centro —agregó

No sabía exactamente a que se refería y por la expresión reflejada en el rostro de Syrio, el tampoco.

Me quede unos segundos pensando en sus palabras y finalmente dejé huir su mano, luego de esto me di media vuelta dejando a la chica y a mi mejor amigo atrás.

Por lo que había escuchado mi reputación como "Cato Hadley" era conocida por tener una conducta bastante.. problemática, lo cual sinceramente no me beneficiaba mucho.
Siempre trataba de mantenerme distante de los conflictos, pero no había tenido éxito.
Sabía que no tenía la mejor reputación, pero había algo en ese lugar que simplemente no sabía identificar que era.

Quizás haberse cambiado de centro no había sido una mala idea.

La gente estaba interesada en mi, todos mirian por saber que era capaz de hacer con mi tamaño. Haber conocido finalmente Clove me relajaba un poco, Syrio hablaba de ella día y noche, por lo que el me había dicho, ella me había visto un par de veces en el distrito pero nunca nada formal, dudaba que yo supiera quien era ella, dudaba que syrio me hablara de ella, pero igualmente que importaba si lo hacía, tampoco importaba ..o si?

Luego de un largo recorrido finalmente me dejaron ir a entrenar, entre a la sala y pare un segundo al ver cómo Clove se movía rápidamente mientras lanzaba cuchillos, no falló ni una vez, pareciera como si hubiera hecho esto toda su vida.

Su mirada se cruzó con la mía he instantáneamente intenté desviarla, pero ella me había atrapado mirándola y no podía negarlo.

Sabía que sorprendería a todos, siempre fui bastante ágil y tenía una técnica distintiva, era como si no pensara, solo reaccionaba, con esa espada podría decapitar a cualquiera.

Tome una espada y empecé a golpear sacos y muñecos, todos me rodearon, las expresiones eran diversas pero había un chico en particular que me estaba fulminando con cada movimiento que hacía. Sabía quien sería mi competidor y sabía perfectamente que iba a destruirlo.

Luego de un rato tiré la espada y me acerqué a mi mejor amigo.

—Increíble lo mucho que has mejorado.—dijo el

—Bueno, soy el mejor Syrio.

—Cato, acá las cosas estás por verse —luego me señalo con su cabeza al resto de profesionales que me miraban de manera desafiante. No podía esperar a empezar con los entrenamientos.





the star crossed lovers
of district two
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