-Capítulo 23: Amenaza

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CLOVE:

Hoy eran las sesiones privadas. Llamarían tributo por tributo para que demuestre sus habilidades y al finalizar el día nos otorgarían una puntuación, las puntuaciones iban según el número de distritos, claramente yo esperaba algo alto porque esa nota no es una simple nota;
Normalmente tributos que sacarán bajo 6 serían considerados presas fáciles, irían rápidamente por ellos, sacar entre un 6 y un 8 realmente no estaba mal, si obtenías el 6 podrías seguir viéndote débil pero serías capaz de pasar desapercibido, un 7 sería considerado normal, y un 8 sería como si prácticamente obtuvieras un 9, así que deberías tener probabilidades de sobrevivir al menos unos cuantos días. Del 8 hacia arriba eran considerados amenazas, así que no era algo bueno ni algo malo, posiblemente te tomen como un peligro e intenten acabar contigo en el baño de sangre pero si tienes suerte temerán de ti y simplemente escaparán, que era lo que yo esperaba que pasara.

Quería una puntuación alta, sabía que intimidaba a la mitad de los tributos y al ser aliada del 1 y tener a Cato a mi lado, mi altura no debería ser un problema.

El día transcurrió normal, la única diferencia es que no fuimos directo a entrenar después del desayuno.

Nos dieron el tiempo suficiente para desayunar y cambiarnos, a la hora de almorzar empezaron a llamarnos para las sesiones, antes de salir de mi habitación entro a la de Cato.

—¿Está todo bien Clove? —pregunta al verme algo más pálida de lo normal

—¿Y si no le doy al blanco? —no me sentí insegura, o eso decía yo, pero raramente tenía miedo

—no pasará eso, eres la mejor tributo femenina de los juegos este año Clove, todos te temen, y lo harán mucho más al ver la puntuación que sacarás hoy. —Cato se iba acercando a mi y cuando quedamos frente a frente acuno mi rostro entre sus manos y dejó un suave beso en mi frente— Todo irá genial, ya verás.

Asentí y salimos de la habitación, al llegar a la sala nuestros mentores nos desearon suerte para finalmente irnos.

Al llegar, nos metieron en una sala con 24 asientos, uno por tributo, nuestros aliados del 1 ya se encontraban ahí, faltaban unos diez o quince minutos para empezar, aún hacían falta muchos tributos, así que me dirigí directo hacia Marvel

—Kentwell, que raro verte tan ¿nerviosa? —a diferencia de mi, Marvel se veía totalmente seguro, y bueno, el chico era increíblemente optimista no se que más esperaba de él.

—Cállate, no estoy nerviosa, solo quiero empezar rápido.

—Respira Clove—su mano derecha se posó en mi hombro— serás cuarta, piensa en los tributos del 12. —Marvel tenía razón, siempre íbamos en orden de distritos y el chico pasaba antes que la chica, ósea que me tocaría pasar de cuarta.

Su rostro reflejó una sonrisa, apoye mi mano izquierda sobre la suya

—Tienes razón, raramente eres de los pocos que no me desagradan.

—Y bueno, que te puedo decir Clove Kentwell, nadie logra resistirse a mi

Nos miramos fijo por unos segundos antes de reírnos mientras todos los demás tributos en la sala volteaban a ver que pasaba, mis músculos se relajaron y luego de eso finalmente logré calmarme un poco

Unos metros más allá se encontraban Cato y Glimmer, la mirada del rubio fija en la mano de Marvel. Sentía como su mirada me recorría de arriba a abajo pero no era capaz de girarme a mirarlo.

Los últimos tributos entraron en la habitación y dos agentes de la paz se pararon en la puerta a vigilarnos, nos sentamos por orden de distritos.

—Marvel Olwen —su nombre retumbó en los altavoces.

★ the star-crossed lovers of district two ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora