-Capitulo 13: golpes

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CATO:
El maldito de Theoden iba a pagar, como iba a decirle eso a Clove, no soy una maldita amenaza, o si??
La noche que estuve en el lago con Clove fue increíble, ella era mi debilidad, mi maldita debilidad y no permitiría que me arrebataran el tiempo que me quedaba a su lado, si alguien arruinaría eso sería yo mismo.

Clove dormía profundamente en mi pecho, mi mano derecha jugueteaba con sus cabellos negros como la noche, acariciando su cabeza y bajando hacia su espalda. Yo miraba el techo tratando de disfrutar el momento sabiendo que cada vez faltaba menos para la cosecha y una vez que ese día llegara todo esto llegaría a su final, si lograba salir ileso de los juegos, ganarlos y volver a casa podría ver a Clove de nuevo pero sabía que habían altas probabilidades de que ella fuera conmigo a aquellos juegos y eso me estaba matando por dentro.

Lo que más me molestaba es que Theoden me estaba empezando a caer bien pero su actitud lo había arruinado, ahora pagaría. Me levante con cuidado, deje un cálido beso en la frente de Clove y una nota a su costado que decía "tenía que ir a resolver unos asuntos, descansa Clovie."

Llegue al centro de entrenamiento y Theoden no estaba ahí, fui a los camarines y bingo.

—Theoden Namid! —grite sin importarme que todos lo chicos presentes voltearan a verme.

Tenía claro que ellos se dieron cuenta de que los problemas se aproximaban y poco a poco fueron saliendo del lugar quedando Ulysses, Syrio, Theoden y yo, los primeros dos muy atentos a cualquiera de mis movimientos como si yo fuera un maldito animal y Theoden mi presa.

—Cato Hadley, que puedo hacer por t-..—antes de dejar que el terminara le tire un puñetazo en el rostro, haciéndolo caer al piso, cuando levanto su rostro para mirarme lo único que vi fue la sangre caer por su nariz y un río de sangre corriendo en su boca.

Me mire la mano algo lastimada y manchada por el impacto pero no me importo.

—Como te atrevas a volver a acercarte a Clove o decirle alguna estupidez como esa vas a ver. —dije

—Ya terminaste? —pregunto indiferente lo cual solo provocó más furia en mi

Me abalancé sobre el, rodamos por el piso mientras lanzábamos continuos golpes intentando separáramos del agarre del otro, su rostro chorreaba sangre y en ciertos momentos tenía que parar de forcejear para escupir a un lado, los gritos de Syrio y los intentos de Ulysses de separarnos eran inútiles, Theoden Namid y yo estábamos cegados por el odio que sentíamos el uno por el otro.

Me posicione sobre el, agarrando fuertemente sus brazos para poder pisarlos con mis rodillas, empecé a golpear su rostro con fuerza mientras Syrio me sujetaba los brazos tratando de pararme a lo cual no cedí.

—Cato, que mierda, para, lo estás matando! —Gritaba Ulysses, nunca lo había visto tan conmocionado.

Mire el rostro de Theoden, un labio casi destrozado, nariz rota, algunos rasguños por su frente gracias a los múltiples giros que dimos mientras rodábamos.

—Esto querías no?, querías que te destrozara para después llegar como un perro abandonado a rogarle a Clove que me deje no?
Cómo le digas algo de esto, te ira mucho peor Theoden. —dije mientras reía de manera bastante cínica.

Un fuerte empujón me saco de encima del castaño y me coloco contra una pared agarrando fuertemente mi cuello
y haciendo presión para no lograr soltarme

—Cato, tranquilízate, soy Syrio, tú mejor amigo por si no sabías, no se porque hiciste lo que hiciste pero necesito que te calmes. —respiro profundo mirándome a los ojos, solo veía preocupación y ¿rabia? en su mirada

Mientras Ulysses iba al rescate de Theoden yo intenté con todas mis fuerzas soltarme del agarre de Syrio pero no podía, quería matar a Theoden, me tenía tan harto.

No me di cuenta de que la persona que me agarraba era mi mejor amigo, la furia me cegó y le metí un golpe en el estomago, lo suficientemente fuerte como para dejarlo en el piso.

Escuche los quejido de Syrio y ahí me di cuenta de lo que había pasado.

—Syrio, que, perdóname —dije tratando de reconocer lo que hice— No tenía idea que.. maldición.

—Cato, vete —dijo tratando de recuperar aire para poder estructurar esas dos palabras.

Salí corriendo del centro, sin saber que había pasado, en que me había convertido en ese momento.

2 días después:

Queria pensar que Clove no sabía nada pero era difícil saberlo. Yo tenía claro que había enloquecido pero mañana era mi cumpleaños numero 17 y quería que ella estuviera a mi lado en ese minuto.

Theoden le dijo a todos que había tenido un accidente cosa que la mayoría de los chicos sabían que era falsa pero no se atreverían a abrir la boca después de ver cómo había quedado el castaño.

Esa tarde fui a casa de Clove, ella abrió la puerta y se me quedo mirando por lo que parecía una enternidad.

—Ya no me saludas acaso? —dije

—Cato que fuiste a hacer el día que me dejaste esta nota? —dijo con voz firme y me tendió la nota.

—Nada Clovie, unos pendientes, nada importante. —sabía que ella me había descubierto pero tendría que tratar de negarlo

—Me llamó Clove, no Clovie, por si no sabías Adalia siempre me ha dicho así para molestarme.—el simple echo de no poder decirle así me dolió un poco— Qué te sucedió en la mano?

Quería maldecirme a mi mismo por la estupidez que había cometido, obviamente mi mano lastimada no podría significar cualquier cosa cuando había un chico con la cara destrozada.

—Clove..—la mire luciendo arrepentido porque realmente lo estaba.

—No Cato, teníamos un acuerdo, un maldito acuerdo, que tonta fui, estaba claro que no lo cumplirías— su mirada era de decepción, pura decepción.

Ella iba a cerrarme la puerta pero la sostuve antes de que pudiera hacerlo, entre a la casa y cerré la puerta detrás mío.

★ the star-crossed lovers of district two ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora