Capítulo 13

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Jack

Me di cuenta que mi peor enemigo soy yo mismo. Me odio lo suficiente como para solo ver las partes malas de mí, no encuentro algo en mi por lo qué deba luchar, siento que todo lo que veo o lo que me dejo ver son pedazos rotos que no tienen arreglo, y eso me da miedo.

Me da miedo ver solo un vacío enorme, un vacío con la ausencia del color y el sentimiento, me da miedo ver y sentir que nadie o nada puede llenar ese vacío.

No quiero estar vacío.

—¿Me oíste, neno? —La voz de Freddy logra sacarme de mis pensamientos.

Él zeta sigue en marcha, no sé a dónde vamos, no sé que cojones hago aquí.

—¿Estás bien?

—Ehh, sí, solo un poco distraído —respondo sin mirarlo.

—Te preguntaba si querías ir al mecánico o vamos a comisaria a cambiar el coche.

—No tengo ganas de pelear con los del taller —Me sorprende lo cansado que se oye mi voz.

—No tienes porqué pelear. Tú te quedas afuera mientras yo vigilo que arreglen bien el zeta, y nos vamos.

Miro el GPS, estamos más cerca del taller que de comisaria.

—Bien.

Noto de reojo como sonríe ante mi respuesta.

—¿Has dormido éstos dias? —pregunta de repente.

Se me hace tan extraña su pregunta que giro mi rostro hacía él.

—¿Eh?

—¿Has dormido bien éstos días? —repite.

—Si... Normal.

—¿Seguro?

—Ajá —miento.

Claro que no he dormido bien, y mucho menos con los problemas que tengo encima.

—Conwi, quiero mi ascenso, he agarrado a un drogadicto —La voz de Isidoro se oye a través de la radio.

—Freddy, mátame, no puedo más.

Él comisario a mi lado suelta una carcajada.

—Isidoro, terroncito de azúcar, vuelves a decir un gilipollez de nuevo en radio y te vas del puto cuerpo, ¿Me entiendes? —responde Freddy.

Le agradezco en silencio, pues si yo le hubiera respondido a ese anormal no tendría tiempo para todas las cosas que le diría.

Aparca él zeta en el parking del taller y salimos juntos del coche.

—¿Qué vergas hace éste viejo aquí?

Mi vida va de mal en peor.

Emilio aparece en el parking con su típico traje de mecánico junto a Armando, la dupla galáctica. Sólo falta que llegué aquí toda la puta mafia.

—Solo vengo arreglar el coche, no quiero líos —Habla Freddy.

—Pero vamos a ver, ustedes la última vez que llegaron aquí la liaron, ¿Y ahora vuelven para que les arreglemos el coche? —Esta vez habla Armando con tono de burla.

—Si no te da la puta gana de arreglarlo, me voy a otro taller y listo —Hablo por primera vez.

Freddy me acusa con la mirada antes de hablar.

—Armandiño, escucha, sólo queremos arreglar el zeta, eso y nos vamos.

—Freddy, lo siento pero no, ya no aceptamos policías aquí.

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