Gustabo
-¿Ya los perdimos? -Le pregunto a Isidoro sin despegar mis vista de la carretera.
Mis manos sudan y mi cabeza cada vez más siente la presión.
-No, esos hijoputas siguen detrás de nosotros -responde Isidoro-. ¿Quieres que coloque música?
Lo voy a matar.
-No, cállate e infórmale a Conway de todo.
Mi compañero asiente con la cabeza y se acomoda en el asiento.
Llevamos casi una hora huiendo de esos hijos de puta, quieren algo más, eso es obvio, si no fuera así ya hubieran abandonado la persecución hace minutos.
¿Pero que quieren? ¿A mí? ¿Por qué? No los conozco.
-¿Qué tal vas, Gustabin? -Escucho a Conway por radio.
-Bien, aunque si no llegan rápido me encontraran muerto.
Para romper el hielo.
-Vuelves a decir eso y te mataré yo -responde el superintendente.
-¿Se demoran mucho? No quiero morir -Ésta vez habla Isidoro.
-Si, niña. Estamos detrás del coche que los persigue -dice Freddy.
-Intenta meterte en algún agujero dónde podamos encerrarlos -Sugiere Conway.
Hago lo que me pide, entro en un callejón dónde es imposible pasar por los lados y tapo la salida con el patrulla; y gracias al retrovisor puedo ver como el patrulla de Conway tapa la entrada dejándolos acorralados.
Todo pasa muy rápido, cuatro personas bajan del deportivo y comienzan a disparar a todos lados, todo se torna borroso cuándo siento un disparo en mi puta cadera.
-¡Gustabo no te desmayes ahora, joder! -Grita Isidoro a mi espalda.
Intento mantenerme de pie, y así logro tumbar a uno de los cuatro, Freddy tumba a otro y Conway a los dos que quedan. No puedo ver nada más, mis ojos se cierran y lo último que siento es mi cuerpo caer al suelo.
¥
-¿Está estable?
-Lo está, solo fue un pequeño roce.
¿Se pueden escuchar voces borrosas? Porqué ahora mismo me está pasando.
La fuerte luz de la habitación no me deja abrir los ojos, pero escucho varias voces alrededor de mí dándome a entender que no estoy solo. Sólo que no sé de quiénes son esas voces, no las logro identificar.
-¿Tendrá que tomar algo? -Una voz gruesa habla por primera vez.
-Solo si el dolor aumenta, si no es así sólo debe utilizar la pomada en la zona afectada.
-¿Entonces mi pudínsito de fresa estará bien? -Esa puta voz si la conozco. Desgraciadamente.
-Si, Isidoro, él estará bien.
Mis ojos se abren lentamente mientras me acostumbro a la luz.
-Mira, tú chochito de fresa ya se despertó -Dice Freddy.
Logro enfocar a las cuatro personas que están en la sala, Isidoro, Freddy, Conway y él qué supongo que es el doctor.
Ninguno de ellos tiene algún rasguño, todos están bien.
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Perfecto error
Novela JuvenilA veces los ojos son los únicos que siente el verdadero amor.